Insolente adolescencia

Avril lleva una camiseta con una corbata y monta en su skateboard. Los adolescentes de medio mundo se identifican con su imagen. Pero sobre todo con sus canciones. A estas alturas ya habréis tarareado una decena de veces el incendiario primer single de su álbum, Complicated. "La canción no habla de ninguna persona en concreto ?explica Avril?. Básicamente se centra en la vida, en la gente que finge ser lo que no es. Habla de las relaciones de todo tipo". El segundo single de Let go es Sk8er boi, una adorable canción sobre una chica que baila ballet y un chico punky al que quiere a pesar de la falta de aprobación de sus amigos. Otro de los temas favoritos de la joven compositora es Losing Grip: "En ella hablo de uno de mis antiguos novios, una persona que no supo darme lo que yo necesitaba desde el punto de vista emocional. Ahora ya no me importa. Y además, gracias a aquella relación he conseguido hacer una buena canción". El álbum contiene hasta 13 himnos pegadizos que además han sido coescritos por Lavigne en compañía de algunos de los mejores productores de la industria musical.

"El álbum es muy variado y refleja mis diferentes vertientes", comenta Avril sobre Let go. "Es honesto y real, porque escribo sobre cosas que realmente me han pasado. Es totalmente representativo de lo que soy. La gente que me conoce bien dice 'esa es Avril'. Yo sólo soy una chica de 18 años, pero ya he hecho muchas cosas, así que me siento mayor. Soy una luchadora". Su álbum de debú ha conseguido ventas superiores a los 3 millones de copias en EEUU ?y esto no ha hecho más que empezar?, y unos cientos de miles más en Canadá y el resto del mundo. Vaya, con deciros que el pasado noviembre el single Complicated ha amenazado el reinado del Aserejé de Las Ketchup en las listas de Centro y Sudamérica... Este álbum ha sido producido en Los Angeles por Cliff Magness, con quien Avril encontró la frescura y espontaneidad que no había logrado en su paso previo por Nueva York. La conducción de su carrera ha corrido a cargo del equipo de Nettwerk Management, que ya había lanzado a artistas como Sarah McLachlan, Dido, Coldplay, Barenaked Ladies y Sum 41. Un disco, por cierto, que no protagonizará un tour completo por EEUU hasta el venidero 2003, cuando ya sea una superstar. Avril ha dicho: "Será en grandes estadios". De hecho, ya dirige su propio grupo: "Mis mejores amigos son los chicos de mi banda, son como mi familia. Hacemos skateboard en las ciudades donde tocamos". Ahí van sus nombres: Matt Brann (batería, 22 años), Mark Spicoluk (bajo, 23), Evan Taubenfeld (guitarra, 19) y Jesé Colburn (guitarra, 21). Imagináos su estampa al frente de una banda masculina de punk-skaters: "Siempre fui una marimacha, y supongo que aún lo soy. Jugaba a hockey en el invierno y a béisbol en el verano. Me encantaba jugar con los muchachos".

¿La nueva punk? Quizá en actitud. Lo cierto es que Avril muestra una refrescante inocencia en sus canciones: nada de sexo, nada de tacos. Y sin embargo, su música es capaz de hacer saltar las alarmas de los coches aparcados en las calles de ciudades muy distantes entre sí. Avril se basta y se sobra para fabricar hits. Algunas melodías son duras, rebeldes ?'yo no soy la leche y los cereales en tu cuchara', canta en un tema?, pero otras manifiestan la sensibilidad y vulnerabilidad de una chica adolescente. Ella contrarresta las limitaciones literarias propias de su edad con una manifiesta habilidad para defender y hablar a las jovencitas en su mismo idioma.

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La imagen de chica traviesa y de patinadora-punk que se da de Avril Lavigne en sus vídeoclips contrasta fuertemente con las divas adolescentes que han dominado la MTV en los últimos años. Cuando se interrogó a la canadiense sobre esta cuestión, ella se apresuró a decir: "Soy exactamente lo opuesto a Britney. Ella es como una muñeca Barbie. Yo no quiero ser una sex-symbol. Yo quiero vender mi música". Y aún más: "No soy la clase de chica que llora 'oh, se me ha roto una uña' cuando hago una sesión de fotos". Por ello, algún medio norteamericano se refirió a ella como la 'anti-Britney'. Pero Avril matizó entonces sus declaraciones. "No me gusta ese término [la anti-Britney], es estúpido. Ella es un ser humano. Por Dios, dejadla en paz". Así que Avril se ha alejado de Ms. Spears a través de su música y su imagen. "Muchas madres se dirigen a mí y me dicen 'gracias por no vestir como Britney. Gracias por ser una buena influencia para mi hija'". Lavigne es el mejor antídoto contra la artificialidad del chicle-pop. Contra las letras prefabricadas.

Lo primero que sorprende al enfrentarse a la biografía de Avril Lavigne es el hecho de que hiciera las maletas con sólo 16 años y se marchara a Nueva York en busca de un sueño. Tras llegar hasta sus oídos una maqueta con su música, Antonio L.A. Reid le ofreció un contrato con Arista Records y, ni corta ni perezosa, la chica dejó su Napanee natal, un pueblo de tan sólo 5.000 habitantes, y se trasladó a vivir a Manhattan, donde empezó a trabajar en su primer álbum. "La discográfica se portó muy bien. Me dijeron: 'bien, vamos a darte una oportunidad'. No creo que confiaran realmente en mí, pero cuando ya tuvieron todas mis canciones estaban alucinados. Me gusta tomar el control".

"Siempre supe que eso era lo que debía hacer", cuenta Avril. "Yo nací música. Mi madre dice que cuando tenía sólo 2 años ya sabía que yo iba a ser cantante; siempre andaba cantando por la casa y en la iglesia. Cuando era apenas una niña me subía a mi cama, como si fuera un escenario, y cantaba con toda la emoción posible mientras me imaginaba que había miles de personas frente a mí". De aquella cama pasó a cantar en toda clase de locales, en cualquier lugar donde se presentara una buena oportunidad. Primero en iglesias, interpretando góspel, y después en festivales, entonando música country en ferias y participando en concursos de jóvenes talentos. Precisamente ese pasado 'eclesiástico', mas el hecho de que incluya a Dios en los créditos del álbum, ha llevado a la prensa musical a cuestionarle sobre su religiosidad. La respuesta es que no se siente parte de una religión organizada, que para ella Dios es todo aquello que rodea a la gente, a los árboles, al agua; no ve a Dios como un individuo en el cielo.

Avril era ?es? una hija "del medio": la segunda tres hermanos. Matt y Michelle siempre vieron que Avril quería llamar la atención. Una punk y skater de espíritu indómito. "Yo era bastante popular en la escuela. Siempre vestí de forma diferente y todos sabían que iba a ser una cantante". A los 12 años escribió su primera canción. Ahora se reafirma: "Estoy empezando a caminar por este mundo y tengo muy claro que siempre voy a ser yo misma. Escribo lo que siento, y no me importa lo que los demás puedan pensar sobre mí", afirma con orgullo la joven Avril Lavigne. "Al vestir me pongo lo que más me gusta, prendas con las que me identifico al cien por cien. Con la música es igual: canto lo que realmente me gusta, lo que siento".

Este afán de autenticidad llevó a Avril Lavigne a rechazar la posibilidad de que alguien teledirigiera su carrera musical: "En Nueva York empecé trabajando con profesionales de gran talento, pero por alguna razón no acababa de sentirme cómoda; las canciones no acababan de representar mi verdadera forma de ser. Después pensaron que quizá sería mejor que alguien compusiera canciones especialmente para mí, pero yo lo que quería era escribir mis propias temas. Tenía que hacer mi música. Fue un periodo muy tenso, de mucho estrés, pero nunca se me pasó por la cabeza abandonar lo que estaba haciendo". Así que el mismo LA Reid le propuso empezar desde cero en Los Angeles: "El productor Cliff Magness me comprendió muy bien, me dejó suficiente libertad para desarrollar mis ideas".

¿El futuro? "Estoy deseando empezar a tocar. ¡Quiero conquistar el mundo! Deseo que la gente sepa que mi música es real y auténtica, que me sale del corazón. Mi único secreto es ser sincera en todo momento conmigo misma".