Amor y vicio
Hay cierta caradura en la actitud de Robe Iniesta. Un cinismo que incluso agranda su figura de personaje casi inalcanzable. Desde que publicó el colosal Agila ya han pasado ocho años, en los que su creatividad se ha limitado a un puñado de canciones distribuidas en dos discos. Y cuando se espera un álbum de temas nuevos, la sequía continúa: publica esta recopilación que le ?ha costado grabar cinco años?. Desde luego, sentido del humor no le falta. Lo que les ha costado tanto a Robe y a su inseparable Iñaki Antón es regrabar ocho canciones, de las quince del disco, que, en su opinión, tenían sonido muy guarro?. Y nosotros enterarnos: ¡creíamos que ese dirty sound era marca de la casa! En cualquier caso, no preocuparse: se limado asperezas, pero apenas se aprecia. Lo que sí se constata es condenadamente bueno que es el cancionero de Robe, sobre todo trata de amores desangrados. Y en este disco el tema ocupa un 80%. Ahora que salen tantos imitadores (Estopa, Marea, Albertucho y mil más), lo mejor es escuchar al auténtico. Y esperar a que pronto se desboque su talento.