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Así es la Ley de Restauración la Naturaleza que divide a los políticos
La iniciativa de la UE pretende, entre otras cosas, reparar al menos al 20% de las zonas terrestres y marítimas para 2030.
La actividad humana ha causado un grave daño a la naturaleza, y tenemos una responsabilidad de cara a devolverle, al menos en parte, el esplendor y la biodiversidad que tuvo tiempo atrás. Ese es, a grandes rasgos, el espíritu de la Ley de Restauración de la Naturaleza, impulsada por la Unión Europea y que ha causado una importante división entre los distintos grupos políticos.
El objetivo es ambicioso: la Ley de Restauración de la Naturaleza pretende, de aquí a 2030, reparar al menos el 20% de los hábitats europeos en mal estado y devolver la naturaleza a su estado original. Un plan que incluye bosques, tierras agrícolas, ecosistemas marinos y de agua dulce y entornos urbanos.
Encima de la mesa, los datos: más del 80% de los hábitats naturales del continente se encuentran gravemente deteriorados. Los humedales se han reducido en un 50% desde 1970. El 71% de las poblaciones de peces y el 60% de las poblaciones de anfibios han disminuido de manera drástica en la última década. Es hora de actuar.
Pero no todo el mundo lo ve de la misma manera. Desde el principio, la propuesta no gustó entre determinados grupos. Las principales asociaciones europeas de agricultores y ganaderos han protestado contra la ley, argumentando que sus objetivos van a afectar de manera negativa a su negocio. La última manifestación tuvo lugar este mismo miércoles en Bruselas, cuando miembros de Copa-Cogeca, que integra a representantes de granjas y cooperativas agrícolas, protestaron ante la sede del Parlamento Europeo.
“Esta Ley reducirá nuestra capacidad para producir alimentos y estaremos más expuestos a las importaciones", declaró a Euronews Pekka Pesonen, secretario general de Copa-Cogeca. "Queremos producir alimentos para los ciudadanos europeos y esta legislación amenaza gravemente ese objetivo", asegura.
Los ganaderos y agricultores cuentan con el apoyo del Partido Popular Europeo (PPE), que ha mostrado su firme oposición al proyecto. "No estamos en contra de la restauración de la naturaleza: estamos en contra de la mala legislación”, apuntó durante la protesta Tom Vandenkendelaere, europarlamentario belga del PPE. “Es por eso que el Partido Popular Europeo está preparado para tumbar la Ley de Restauración de la Naturaleza en su actual versión”, adelantó.
Los científicos, a favor
Coincidiendo con esta polémica, más de 150 científicos de 20 países han enviado una carta abierta de apoyo a la Ley, que ha sido difundida por National Geographic. Entre los firmantes de la carta, 24 expertos españoles de organizaciones como el CSIC, el Centro Oceanográfico de Canarias, el Parque Natural Cap de Creu y universidades de La Laguna, Murcia, Rovira i Virgili o la Autónoma de Barcelona.
“El mundo natural es nuestro sistema de soporte vital y más de la mitad del Producto Interior Bruto (PIB) mundial depende de él”, recuerdan los firmantes. “Pero hemos destruido gran parte de la biodiversidad de Europa y de nuestro planeta a través de la actividad industrial y económica”.
“Si la UE quiere restaurar la salud, la productividad y la resiliencia de sus tierras y mares, y hacer que la naturaleza continúe apoyando la seguridad alimentaria, el empleo, la mitigación del cambio climático y la economía europea, debe aprobar e implementar su Ley de Restauración de la Naturaleza”, añaden. Y concluyen: “La restauración ayuda a mitigar los impactos del cambio climático porque los ecosistemas secuestran grandes cantidades de carbono”. Por ello, los esfuerzos de reparación de la naturaleza “no están reñidos con el desarrollo de las energías renovables sino que podrían ser complementarios”.