Especial
‘The Idol’: ¿es la serie de The Weeknd tan mala como decían los críticos?
Opinión personal e intransferible de los dos primeros capítulos de la nueva ficción de HBO Max
Cuando HBO Max anunció que iba a hacer una serie ambientada en el mundo de la música – creada por el de Euphoria y protagonizada por The Weeknd – mi cabeza colapsó. Rápidamente preparé los euros de la suscripción gustosamente y esperé paciente a que The Idol llegase a la plataforma. Sin embargo, antes de asomarme a los dos primeros capítulos, me sorprendió leer en redes sociales que la crítica internacional la había despellejada viva. Nunca he sido muy dado a dejarme llevar por las opiniones de algunos periodistas, pero me llamó la atención que hubiera unanimidad con respecto a este título. Aún y todo, como fan de todo lo que tiene que ver con la industria musical, hice el ejercicio de dejarme los prejuicios e intentar tener una mirada lo más virgen posible. Entonces, ¿es la serie de The Weeknd tan mala como decían? Rotundamente no, aunque tiene sus cositas.
Hacía tiempo que una serie no me enganchaba tanto. Y digo tanto porque pasó varios minutos del día pensando en las ganas que tengo de que llegue el lunes. En resumidas cuentas, The Idol narra la vida de Jocelyn, una superestrella del pop que prepara su comeback después de estar un tiempo apartada de los focos por un hecho traumático. Sin embargo, ella empieza a dudar de todo y de todos y a su equipo se le empieza a agotar la paciencia mientras un hombre misterioso y seguramente peligroso – The Weeknd – se cruza en su camino y las cosas se complican.
Los entresijos oscuros de la industria musical
La primerísima secuencia de The Idol, además de ser bastante espectacular, dice mucho de lo que el espectador se va a encontrar en esta serie. Ves a una Jocelyn, interpretada por una soberbia Lily-Rose Melody Depp, – sí, la hija de Johnny Depp es la hostia –, en un shooting hecho dentro de su pedazo de mansión. Enseguida te das cuenta de que The Idol va sobre la soledad de una estrella global y del rebaño de depredadores que tiene detrás, esperando el momento perfecto para asentar el golpe de gracia. Este es justo uno de los vértices principales de la ficción de Sam Levinson: las relaciones de interés entre la convulsa industria musical y una mujer exitosa. Ojo, porque tiene más de un guiño a la historia personal de Britney Spears.
El otro vértice es lo que hay detrás de la historia de Tedros (The Weeknd), el interés amoroso de Jocelyn y, con toda seguridad, el que la va a llevar por el camino de la amargura más pronto que tarde. Aquí reside uno de los peros de The Idol. La relación entre ambos es pura toxicidad. Es uno de esos noviazgos intensos y dependientes que tiene, además, un componente sexual clave en el desarrollo de los acontecimientos. Hablo de uno de los peros porque viendo el segundo capítulo, y la constante sexualización del personaje de Lily-Rose Melody Depp, me pregunto si es necesario ocupar tantos minutos y planos cortos de su cuerpo para razonar la erótica perturbadora que plantea The Idol.
Una serie estupenda…de momento
The Idol tiene un componente sexista. Al menos es lo que se deja entrever una vez pasados los dos primeros capítulos. No obstante – al César lo que que es del César – toda la carga dramática, la actuación de Lily-Rose Melody Depp y la banda sonora están muy por encima y consiguen que se pueda disfrutar de lo lindo...de momento. Como decía, la nueva ficción de HBO tiene su miga y, si te interesan los entresijos de la industria musical, dale una oportunidad. La crítica internacional tiene cierta razón, pero creo que, de momento, es muy disfrutable porque cuenta lo bueno y lo malísimo dentro de ese mundo aspiracional del que, de alguna manera, todos somos testigos.
Adriano Moreno
Periodista de LOS40 y autor de ‘Si me dijeras que sí’ y ‘La noche que perdí a la Chica del Pop’. Odio...