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Laura Madrueño se emociona y emociona a todos con su primer cierre de palapa en ‘Supervivientes’
Se han apagado las antorchas porque el equipo vuelve a España
La gala de Supervivientes de este jueves ha estado repleta de emociones fuertes que han hecho llorar tanto a concursantes como a presentadora. Carlos Sobera anunciaba que sería el último día en palapa porque los cinco concursantes vuelven juntos a Madrid. Bosco, salvado y Artùr y Adara jugándose la expulsión. Vivirán juntos en una casa aislada hasta que llegue la final, pero ya será fuera de Honduras.
De este modo, llegaba el momento de cerrar palapa, uno de los momentos más emotivos de cada edición por lo que supone. Esta es la primera vez que le tocaba despedir este lugar mágico a Laura Madrueño.
"Hace más de tres meses que abrimos esta Palapa y en aquel momento me di cuenta de que formaba parte de algo grande. De algo muy, muy especial. En aquel preciso instante descubrí la magia de este programa y de este lugar. No tenía ni idea de lo que iba a suponer para aquella Laura porque no os podéis imaginar lo que significa estar aquí y formar parte de esta locura. Hay que vivirlo para saberlo. Para mí ha sido el reto más importante de mi vida, he crecido en cada programa. Y hoy estoy igual de emocionada que el primer día. Me he dejado el alma para que sintáis lo que es Supervivientes”, empezaba diciendo.
Apagando las antorchas
Después, uno a uno, iba dedicando unas palabras a cada concursante. “Se convirtió en el segundo expulsado de Playa Uva. Durante más de un mes aguantó como un olvidado y se enfrentó, semana tras semana, a la decisión de los espectadores hasta llegar a la unificación. Poco después, el destino quiso que volviera de nuevo a salvarse. Ha resurgido de las cenizas de la expulsión y continua en la batalla con una meta, convertirse en el ganador de esta edición de Supervivientes. Artùr, apaga tu antorcha, volvemos a casa”, le decía al ucraniano.
“Hace tres años estuvo a punto de vivir esta aventura, pero todo se truncó. Hoy esa aventura es realidad y la ha vivido como la oportunidad más importante de su vida. Desde el principio se empeñó en conseguir fuego convirtiéndose en un auténtico señor de las llamas. Ha luchado contra el frío en su empeño por pescar más de 120 peces. Se ha dejado la piel en cada una de las pruebas y, sobre todo, nos ha demostrado que cuando uno cae, debe levantarse, porque tres años después ha llegado a la final en la edición más larga de la historia”, le decía a un emocionado Asraf que también apagaba su antorcha.
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“Viajó desde España aterrorizada por la experiencia, pero desde que llegó a los Cayos Cochinos decidió que no iba a rendirse nunca y se atrevió a luchar contra todos sus miedos y vaya si lo ha conseguido. Las playas de Honduras la recordarán por su entrega, por su pasión y por su valentía. Es la única mujer que queda en la aventura y eso para ella es un motivo más de orgullo porque ahora que los miedos no existen, tampoco existe para ella la derrota”, le decía a Adara.
“Empezó demostrando quién era con un salto del helicóptero de infarto. Poco a poco fue ganándose a todos sus compañeros con una encantadora personalidad sabiendo navegar entre aguas bravas. En su historial figura el mayor número de pulpos y kings crabs que recuerdan estas aguas, pero, sin duda, él se lleva una lección porque, aunque no ha perdido nunca una sonrisa, ni en los momentos más duros y difíciles, ha aprendido que los héroes también lloran”, le decía a Bosco.
También hubo palabras para Jonan: “Durante años luchó por alcanzar su sueño, convertirse en un superviviente y vivir esta dura aventura. Para él no ha sido fácil ser fiel a sus principios, pero a pesar de noches de hambre mientras sus compañeros comían cangrejos y de tardes de arroz y coco mientras otros saboreaban el pescado, nunca se ha dejado llevar por la gula y ha luchado por sus creencias hasta el final. Jonan, hoy se cumplen 105 días y a pesar de las dificultades y de los momentos más duros, sigues aquí, cumpliendo ese sueño que tanto te costó conseguir”.
Cerrando palapa
"Vuelven ellos y volvemos nosotros, este equipo humano extraordinario que me ha acompañado a mí cada día en los Cayos y por supuesto también el equipo que está en Madrid”, decía repasando a los distintos profesionales que han hecho posible este programa, especialmente, dio las gracias a uno de ellos, el pirata Morgan: “por tu pasión, por tu poesía, por haber hecho que me enamore de la televisión y de Supervivientes”. En este punto se le quebraba la voz, pero todavía seguía para dar las gracias a los espectadores que dan sentido a todo este trabajo.
No podía evitar llorar al decir las palabras más difíciles: “Equipo, apagamos las antorchas. Volvemos a casa".
El papel de Laura
"Ya nos tocará el momento de decirle a Laura que también le damos las gracias porque todos nosotros nos hemos enamorado de ella", terminaba diciendo Carlos Sobera entre los aplausos de un plató que estaba viviendo esta despedida con la misma emoción.
Así acababa la primera experiencia de Laura Madrueño en Supervivientes que llegaba con la presión de estar a la altura de Lara Álvarez que tantos años ha estado al frente del concurso en Honduras.
Pero lo ha conseguido, ha hecho que muchos olviden a Lara y disfruten con ella cada semana. Ha sabido ponerle pasión, emoción y ha disfrutado de la experiencia y eso se contagia. Así que, la valoración del público, ahora que se despide de Honduras, ha sido unánime. Aprobado con nota alta.
Ahora, como bien decía ella, toca volver a casa.
Cristina Zavala
Periodista enamorada de todo el entretenimiento. Enganchada a la tele, los libros, los últimos lanzamientos...