No hay expulsado sino salvado en la última gala en Honduras de ‘Supervivientes’ y no es Adara

Supervivientes está ya llegando a su fin, pudimos darnos cuenta cuando Laura Madrueño se emocionó cerrando la palapa este jueves en Supervivientes. Una gala que fue diferente a la de otros jueves no solo por esta emotiva despedida sino porque no hubo expulsión.

El pasado martes, Carlos Sobera anunciaba que se suspendía la votación tras localizar ciertas irregularidades tecnológicas. Todos pensábamos que este jueves se abriría un voto exprés para conocer al expulsado definitivo, pero no ha sido así.

La primera sorpresa de una noche repleta de ellas es que este jueves no tendríamos expulsado. Los cinco concursantes estallaban de alegría al saber que volarían juntos a Madrid como finalistas, su esfuerzo y haber logrado superar el record de permanencia en el concurso les hacía merecedores de ese final para todos.

Ceremonia de salvación

Eso sí, lo que sí vivimos fue una noche de salvación. De este modo, serán solo dos concursantes los que se jugarán su plaza en esa final que no será el jueves que viene como dejó claro el presentador.

Los concursantes vivirán en una casa aislada en Madrid hasta que llegue la final, que no ha dejado claro cuándo será. Lo que sí anunciaba este jueves es que se reabría la votación que servía para que Adara, Bosco o Artùr, uno de ellos, llegara a España con la tranquilidad de saberse salvado.

"Los espectadores de Supervivientes 2023 han decidido que debe ser salvado...Bosco", anunciaba Sobera. Su primera reacción era de sorpresa, se quedaba un poco pillado. Luego pegaba un grito y decía, “qué bueno” mientras abrazaba a sus compañeros y acababa ondeando su camiseta de boscolitos.

Sobera le daba la enhorabuena y mandaba ánimos a Artùr y Adara que llegarán a España con nervios extra porque entre ellos se decidirá a próximo expulsado.

Lo de que no se salvara a Adara seguro que no se lo esperaba. Hasta ahora, siempre lo había hecho, pero las cosas han cambiado y ahora se da cuenta.