Almudena Cid hace una reflexión en su cumpleaños con dardazos incluidos

No todos los días se cumplen 43 años, pero hacerlo después de vivir una montaña rusa de emociones y cuando por fin ves la luz al final del túnel, es una razón más para celebrarlo por todo lo alto. Almudena Cid ha disfrutado de un día rodeado de toda la gente que la quiere y la admira, un día muy importante para ella donde ha sido sorprendida por Gerardo Berodia.

Su chico ha sido el artificiero de reunir a sus amigos y familiares para darle una sorpresa y con un vídeo donde se le ve visiblemente emocionada a la par de disfrutando, la medallista olímpica ha agradecido a todos ese día con una reflexión.

"Durante años tuve un sueño recurrente. Volvía a la rítmica y cuando llegaba al tapiz, las compañeras y la entrenadora me daban la espalda. Nunca alcanzaba a ver sus caras", empezaba.

"La noche antes de mi cumpleaños soñé que nadie me felicitaba. Esta vez no entraba en un tapiz, estaba de gira con una función de teatro. Volvía a mi hotel tras la actuación sola. En el hall una mujer hinchaba unos globos de helio. Uno de esos que pedía a mis padres de pequeña en las fiestas de San Prudencio, en Vitoria, y que tras muchos años insistiendo en que me lo compraran conseguí que, por fin, me ataran uno a la muñeca. Esa misma noche de verano escapó por la ventana del salón", continuaba escribiendo, abriendo el baúl de los recuerdos y contando una triste anécdota de su infancia.

Una reflexión con dardo incluido

Después de la tormenta, siempre llega la calma y Almudena Cid lo sabe. Después de haber vivido unos meses de angustia, ahora puede decir que está en uno de los mejores momentos de su vida. No obstante, en esta reflexión también se ha acordado de su ex, Christian Gálvez: "He deseado sentirme aceptada. Siempre sin pedirlo. Este año he deseado también sentirme respetada. Lo que sentí ayer fue respeto y amor. Mucho amor. No sé cuánto durará en mí lo vivido este día. No sé si es el tiempo proporcional al deseado. Solo sé que aún siento cómo mis padres ataban aquel globo en mi muñeca, y sonrío", continuaba, llegando al final del mensaje.

"Gracias por estar en mi vida. Los que vinisteis y los que no. Gracias a todos los que habéis deseado verme caminar por mí misma, aunque ayer me paralizarías con vuestra presencia. Gracias a ti, el artífice de que el sueño de la noche de mi 43 cumpleaños fuera eso, un mal sueño", terminaba mencionando a su chico.