Elísabet Benavent cuenta en 'El Elegido' su experiencia con un espíritu: "Se movían cosas, los libros salían despedidos... Y un día lo vi"

Ya sabíamos que Elísabet Benavent era una súper estrella de las letras, con seguidores incluso fuera de España, aunque su última visita a El Elegido dejó claro que su fama no solo traspasa fronteras, sino que sale del plano terrenal. Concretamente, parece que la reconocen incluso en el más allá.

En su visita al podcast de LOS40 El Elegido, donde hay "esoterismo, faranduleo y un toque de música" según su presentador, el Maestro Joao. El también colaborador de Anda ya recibió a una de las autoras más leídas de nuestro país para hablar de su último libro, el estreno de la última temporada de Valeria en Netflix... Y, por supuesto, de alguna que otra experiencia paranormal.

Benavent no es ajena a los sucesos extraños, y de hecho, tiene una anécdota reciente con un fantasma. Sucedió en 2019, y pese a ser reacia a contarlo porque dice que la gente la mira como "si se le hubiera ido la olla", no dudó en abrirse ante Joao:

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"Empezaron a pasar cosas raras, sucedió muy poquito a poquito", comienza a partir del minuto 9 de la entrevista. Cuando alquiló unas oficinas con su mejor amigo, con quien trabaja, empezó a notar que no todo iba bien. Según la autora, no solo se caían cosas de donde no debería, sino que la aplicación Snapchat captaba caras donde se supone que no había nadie y le colocaba el filtro a alguien que no estaba ahí.

Lejos de quedarse en un error informático, tanto ella como su amigo comenzaron a ver cómo se cambiaban las cosas de sitio, e incluso empezaban a salir libros disparados desde la estantería. Sin embargo, aún quedaba lo peor: "Un día lo vi. Estaba trabajando, estaba mi compi en la mesa de al lado, levanté la viste y le vi. Vi a un hombre que no tenía que estar ahí", confiesa.

Cuenta que era un hombre mayor, canoso, con ropa contemporánea. Al grito de Benavent desapareció, aunque no había razones para su presencia al no tratarse de un edificio histórico. Afortunadamente para ella, todo se quedó en un susto que no llegó a nada más que una aparición y otros movimientos, como una silla girando sin cesar.

Joao, como respuesta contó otra de sus experiencias: cómo vio trepar su edificio a una vecina que apareció muerta al día siguiente. Sin duda, una conversación más en El Elegido.

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