Guillermo Lasheras, el poeta de ‘A través del mar’: “Todo lo que hacemos es por amor a algo o alguien”

Esta semana se estrenará A través del mar, la continuación de A través de mi ventana. Justo unos días después de que se anunciara en el gran evento de Netflix que ya hay tercera entrega confirmada.

Uno de los actores de esta saga, inspirada en la de Ariana Godoy, es Guillermo Lasheras que da vida a Yoshi, el chico diferente y, por tanto, algo marginado que sufre en silencio el estar enamorado de su mejor amiga, Raquel (Clara Galle).

En las antípodas de lo que representa ese personaje está el actor que tras charlar con él un buen rato podemos decir que es un alma vieja encerrada en un cuerpo de tan solo 21 años.

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Edad que no ha sido un obstáculo para convertirse en una de las promesas de la interpretación, para tener una buena colección de cuadros, para ser jefe de producción de un importante festival de música o para publicar su primer libro: Los prospectos de los medicamentos.

Se trata de un libro poético en el que divaga sobre los pilares que considera imprescindibles en su vida y lo hace sin filtros y con una madurez impropia para su edad.

¿Y de dónde has sacado esa capacidad de reflexionar en unos tiempos donde todo parece más superficial?

En general todos me dicen, es que eres un señor, es verdad que yo mismo me doy cuenta de que no tengo los mismos gustos o me apetecen los mismos planes que a los que deberían ser mis amigos. Amigos de mi edad tengo pocos, tengo los que arrastro del cole, pero mi grupo de amigos, uno tiene 57, otro 40… es un grupo bastante variopinto. Tendrán que ver experiencias vitales personales que la vida te va dando.

Para escribir este libro, tendrás que haber leído mucho, ¿no?

No sé si quedará bien o mal, pero la verdad es que no me gusta leer, siendo muy honesto. Creo que entero, de leerme un libro de principio a fin, este sea el primero, porque no me quedaba otra. Me gusta muchísimo escribir y mientras escribía el libro, escribía otras cosas que me guardaba para mí. Pero consumir lectura, no. Artículos periodísticos y de opinión, sí, pero no lo considero escritura. No me gusta la lectura sobre todo de ficción, ensayo, alguno, pero no soy de comprar libros. Soy reacio a la ficción, pero también me pasa con las series, no soy consumidor de ficción. Me encanta hacerlo, pero no verlo. Prefiero ver documentales o como mucho, películas históricas basadas en hechos reales, pero la ficción no me conecta del todo.

Entonces, si este es el primer libro que te has leído entero, hay que deducir que ¿tampoco te has leído el de Ariana Godoy?

Es distinto porque no es por decisión propia sino porque es trabajo y no me queda otra. En mi trabajo entro muchísimo y hago todos los procesos.

¿La vida es una enfermedad? Lo digo por lo de necesitar medicamentos.

No puede ser una enfermedad porque la enfermedad la hemos creado nosotros. A la vida nos teneos que enfrentar de muchas maneras y, entre ellas, yo hago la metáfora de los medicamentos porque para mí algunos son claves para sobrevivir. Por lo menos estos, inconscientemente, todas las personas los consumimos. Es un poco lo que nos mantiene vivos.

Esos medicamentos son los pilares que sustentan tu vida: amor, muerte, tiempo y arte. A priori no parece complicado, pero la vida lo es.

La vida lo es mucho más y me pasaba algo y es que tenía muchos textos escritos y cuando se me dio la oportunidad de juntarlo en un libro tenía que encontrar la manera de enlazarlo todo para darle cohesión. Di muchas vueltas y releí textos y me di cuenta de que todos, por muchos que hablaran de cosas que a priori poco tenían que ver con estos temas, sí que tenían que ver con alguno de ellos. Al darme cuenta de que todo giraba en torno a estos cuatro, qué mejor que englobarlo en estos cuatro medicamentos que parece que son los que consumo a diario y por eso debe ser que escribo sobre ellos.

¿Eres de los de leer prospectos?

Mi madre se medica bastante y no le dejo leérselos. Mi madre es un poco hipocondríaca y por eso leo los suyos, los míos, no. Y luego le recomiendo tomarlo o no, sin contarle los efectos adversos.

¿Serían capaz de ordenar por prioridad esos cuatro medicamentos?

Yo creo que sí, por prioridad el principal, como no puede ser de otra manera y es lo que nos diferencia a los humanos del resto de seres, es el amor. Todo lo que hacemos lo hacemos por amor a algo o alguien. Nos mueven las emociones y al final del día estamos bien o mal por amor, no por trabajo, no por otros elementos. Lo de que el amor mueve fronteras, es un cliché, pero es así.

Hablemos de amor. Querer dejando volar... Eso es fácil de decir, ¿y de llevar a cabo?

Es fácil de decir y siempre lo he intentado y creo que lo he podido cumplir. Quizás no soy yo quien tenga que decirlo, lo tendría que decir otra gente, pero creo que siempre, cuando he querido de verdad a alguien, en el momento que siento que quiero tanto a esa persona, quiero que sea lo más libre posible y haga lo que quiera hacer, aunque eso me haga daño a mí o implique que no la vuelva a ver. Si yo la quiero, lo que quiero es su felicidad y la antepongo a la mía.

En cierto sentido me has recordado a Aless Lequio que en el libro que ha lanzado su madre, dejó escrito un texto a ese amor de su vida que no ha llegado a conocer. Tú tienes algo así, ¿es una idealización del amor?

Es algo del destino. Yo no sé si creo mucho en el destino, pero si planteas la vida con cierta tranquilidad, todo va llegando y el amor siempre está presente y si tú estás abierto a que eso suceda, aparecen personas. Creo que tarde o temprano siempre seguiría apareciendo alguien, no llegaría a los 90 y diría, no voy a encontrar a nadie. De ahí esa carta a ese amor que nunca conoceré cuando ya esté muerto, que seguro que existirá. Es irónico, porque es imposible que suceda.

Entonces para ti eso del amor para toda la vida es una utopía porque siempre hay otro amor por llegar.

No tengo claro si es una utopía o no. Creo que el amor se transforma y hay que ser consciente de cómo se transformar. Estamos entrando, ya sea por la tecnología o por otras cosas, en un individualismo peligrosísimo y ahora pretendemos que el amor que nace en nosotros el primer año en el que estás enamorado de una persona dure toda la vida, y es obvio que no, el amor se transforma y se convierte en equipo y cuando montas una familia, aún más, acaba siendo un proyecto y cuando esa persona es un buen socio de equipo, la vas a querer con locura hasta el fin de los días, hasta que la empresa se vaya a pique. Pueden pasar cosas, el socio te puede estafar, puede vender tus acciones… lo estoy haciendo de una manera muy frívola, pero me parece una buena metáfora para representarlo y ahora como estamos en este individualismo y tenemos que ser capaces de enfrentarnos a todo, solos, igual es que no estamos hechos a enfrentarnos a todo, solos.

Tu jefe de Estado es el corazón, no sé si a Pedro Sánchez o a Felipz VI les va a gustar mucho eso.

Jajaja, no lo sé. La metáfora de jefe de Estado en este caso, en España, no sé si tiene mucho sentido sobre el corazón, porque el corazón sobre mí, sí que tiene mucha importancia, en el país no sé si la tiene tanta o si la tiene, si es tan efectiva, cualquiera que sea el color político de la persona que esté al frente, pero no sé. Sí que es verdad que el corazón es el que nos guía a todos y en este caso, la política no nos guía.

Dar y no esperar, ¿esa es la clave?

al final es una tontería explicada desde otro punto. Si todos tenemos claro que hay que dar, daremos y recibiremos. Tenemos que dar sin dar nada a cambio, es lo que mis padres me enseñaron a mí de pequeño. Si tú quieres regalarle un lápiz a tu compañero, regálaselo, pero luego no te enfades si él no te regala nada, porque lo que das lo tienes que hacer sin esperar nada a cambio y en el amor tiene que ser igual.

Cierta obsesión con el tiempo, que otra vez más, parece algo que ocurre a medida que vas cumpliendo más años de los que tú tienes.

Yo estoy muy obsesionado con el tiempo porque no tengo tiempo. Creo que, a mí, ahora mismo, me falta tiempo y me faltará tiempo. Tengo muchas inquietudes y me gustaría hacerlo todo en mi vida. Mi sueño más grande es poderme dedicar, por lo menos un mes, a ejercer todas las profesiones que existen, de la más cutre a la más tranquila, a la más cansada, todas, porque creo que cada profesión tiene un lado romántico. Es mi gran frustración saber que no voy a tener tiempo.

¿Y cómo gestionas eso?

Con algo de ansiedad, con falta de respiración, sufro un poco de ansiedad y creo que es por el tiempo. Los domingos me cabrean, por ejemplo, y parecen tonterías y seguro dentro de diez años diga lo contrario, pero ahora estoy en un momento vital en el que tengo tantas ganas de hacer cosas que a mí un domingo en el que no puedo hacer nada porque para hacer algo establezco relaciones con otras personas, laborales, hablo, porque para mí mi trabajo es mi vida y disfruto mucho, y quisiera estar haciendo esto todas las horas de mi vida, y en el momento en el que tengo un día capado que solo puedo dedicar al ocio –que también está bien, pero el ocio lo combino con mi vida laboral porque me voy a pescar un lunes por la tarde, es distinto- y es algo sobre lo que no tengo control y no puedo trabajar.

Mencionas lo de pescar y me imagino que de esos tiempos pescando se saca mucha reflexión, ¿no?

Cuando pesco es uno de los grandes momentos en los que escribo. Intento cada día ir a pescar a eso de las ocho o así porque vivo a dos calles de la playa, vivo en un pueblo en la costa. Al final la pesca es eso, tiras la caña, te sientas en una silla, miras al mar y esperas a que piquen y ahí trabajas la paciencia y muchas otras cosas y es el momento en el que estoy con total relax, la ansiedad desaparece y todo está bien.

Estamos en la hora del hacer ver que... ¿pesan las apariencias?

Sí, creo que las apariencias pesan ahora y han pesado siempre y trabajamos aparentando. En mi trabajo, como actor, me encuentro mucho de esa persona que intenta aparentar que es buen profesional en su trabajo más allá de si lo es o no ejerciendo ese trabajo. Hay actores que quieren hacer visible al director que lo son, esta cosa de, necesito un espacio para pensar, no lo necesitas. Hay gente que sí, pero otra que no. No le vendas al director que vas a entrar y necesitas un espacio para no sé qué si realmente no lo necesitas, solo para enseñarle que tú eres de método y que tú eres no sé qué. ¿Trabajamos por procesos o por resultados?

Bueno, ahí das por sentado que el director se deja engañar.

También está el director que quiere mostrar que es buen director y quiere trabajar, indagar, los pensamientos del actor y acaban siendo muy abstractos. Lo hacemos por apariencia y es la gran estafa.

Aseguras en el libro que los tontos sufren menos, ¿aun así no quieres serlo?

Creo que es el peor insulto que te pueden decir, tonto. Más que hijo de puta, más que gilipollas, más que cualquier otro malsonante. Creo que tonto es el peor, pero sí que creo que los ingenuos, los tontos, sufren menos porque eres menos consciente de lo que sucede a tu alrededor y te preocupas menos.

Tenemos que cambiar más de opinión. Eso no lo entiende todo el mundo que lo ve como algo criticable.

Por supuesto que debemos de cambiar de opinión, constantemente. Que venga y se me presente la persona que sea tan segura de sus propios pensamientos e ideales que crea que lo que piensa hoy lo seguirá pensando el resto de sus días porque nuestra opinión varía según muchos factores. Políticamente, que seguramente sea lo más práctico para dar ejemplo, cambiamos políticamente según nuestras familias, trabajo, estatus económico, porque nuestros intereses cambian y la política son intereses como todo en la vida. En política votamos para que nos vaya mejor en la vida. ¿Qué se pueden mantener los ideales? Sí, pero seguro que de alguna manera que la opinión va a cambiar y si no lo hace, para ser más tolerante, hay que intentar buscar argumentos del lado contrario que contradigan los tuyos.

¿Eres artista o artesano?

Soy artistas, no paro de estafar, estoy hablando aquí como si supiera mucho de todo lo que hablo y no tengo ni idea. Tampoco soy la persona que se tiene que considerar artista, eso lo tienen que considerar el resto, pero, sí. Hago la distinción entre artista y artesano porque a mí el arte me parece algo impresionante y, sobre todo, me parece más impresionante la comercialización del arte. Hago hincapié en el valor que le damos al arte y por qué se lo damos. Al final el arte es algo que se inventó para generar círculos económicos. No sé distinguir entre el arte y el mercado del arte. Puedes pintar muy bien, pero si no lo comercializas no se te atribuye la etiqueta de artista.

Artista que toca muchos palos, aparte de escribir, también pintas, ¿qué te aporta esa faceta?

Lo de pintar viene desde muy pequeño porque me ha gustado siempre hacer manualidades y pintar. Tengo un pequeño taller de pintura donde pinto muchísimo, pero no lo vendo, por lo tanto, no soy pintor, soy alguien que pinta. Hubo una persona que me quiso comprar uno y me dio mucha tristeza perderlo porque era un cuadro que significaba mucho para mí. No era una mala oferta, pero le di más importancia al valor que tenía el cuadro para mí. Sí tenía pensado hacer algún tipo de exposición porque sí me gustaría enseñarlo. Sí que he regalado algunos cuadros a personas que sé dónde los tienen y cuando voy de visita me hace ilusión verlos.

Cambiando de tercio, también se aprecia tu sensibilidad por la moda, ¿cómo algo profesional?

No trabajo de modelo. No me calificaría como alguien a quien le gusta la moda porque tampoco es verdad que yo siga las tendencias. Lo que pasa es que es raro ver a alguien de mi edad vestir siempre de traje. Yo, en mi día a día normal, siempre voy con traje. La gente confunde ver a alguien arreglado y supuestamente elegante con la moda o las tendencias, pero las tendencias actuales están muy lejos de mi forma de vestir que es bastante clásica. Sí que es verdad que consumo moda y veo desfiles, pero no la aplico en mi persona.

Después de esta experiencia, ¿has pensado si vas a volvernos a estafar?

Estafando seguro que seguiré estafando, todos estafamos en parte, pero sí que me gustaría escribir más, ya escribo, pero me gustaría publicarlos. Fui muy feliz escribiendo el libro. Le decía a mi hermana que si me daban para firmar toda mi vida, sería escritor porque he disfrutado mucho el proceso y me está dando muchas alegrías.