'MasterChef 11' acaba con una final de certamen de belleza, ¿quién debería ganar?
Eneko, Lluís, Pilu y Álex se juegan convertirse en el nuevo ganador del talent culinario, en una última gala muy reñida

Finalistas de MasterChef 11
TVE pone fin a MasterChef 11 esta noche de lunes, 19 de junio. El desenlace a su edición más extraña de toda su historia, con doble gala semanal, con más de 25 concursantes pasando por cocinas y convertida mucho más en reality que en talent.
Ante tanto movimiento de aspirantes, pruebas, cocinados y shows varios por parte de todos, los finalistas que quedan se podrían decir que son los menos conocidos de todas las ediciones: Eneko, Lluís, Álex y Pilu.
Ha sido difícil conectar con ellos porque al ser tantos se difuminaban las personalidades y más aún los talentos. Quizá por eso, o porque no ha existido ningún Carlos Maldonado o María Lo que brillara entre el resto, es difícil tener a un favorito. Eso sí, muchos la llaman la final de los "guapitos" al llamar la atención por el físico del cuarteto.
LOS40
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Por lo que, a continuación, argumentamos por qué debería ganar (o no) cada uno de los cuatro finalistas:
Eneko
Eneko Fernández es de Zaragoza, tiene 38 años y era futbolista. Ahora se erige como el atractivo padre de familia que toda suegra (de antaño) querría para su hija, y más aún sabiendo cocinar... de hecho, ha levantado pasiones hasta entre exaspirantes.
Fue nombrado primer finalista en una prueba de exteriores en la que, sin duda, fue el mejor. Dirigió una doble capitanía (de lo más complejo que puede tocarles) como si fuera un chef profesional. Y es que, si ganara Eneko ganaría la madurez, el aprendizaje a fuego lento y el compañerismo.
No destaca por sus exquisitos platos pero sí por un trabajo impecable, un saber estar en cocinas que muchos restaurantes desearían. Por lo que, su premio podría ser al futuro buen director de restaurantes, que con el tiempo podría llegar a aprender todo lo que le falta para destacar.
Lluís
Lluís podría ser el aspirante más flojo de los cuatro finalistas. De hecho, se coló en la final sin recordar ninguno de sus platos como el mejor de alguna prueba. Eso sí, ha sido el típico concursante hormiguita que podría dar la campanada.
Se ha quejado en numerosas ocasiones de que los jueces no valoran su esfuerzo, y es que ha tenido que cargar con catas y valoraciones siempre negativas o reguleras y, aún así, ha continuado esforzándose.
Su participación se ha basado en demostrar que era mejor de lo que pensaban. ¿Será la sorpresa de la final?
Álex
Álex ha sido uno de los favoritos, casi desde los últimos castings. Se trata del primer aspirante que pasó por la edición Junior y ahora ha llegado a la final de la de adultos.
El tener tan claro desde pequeño que quiere dedicarse a la cocina, robó el corazón de los jueces (sobre todo el de Jordi Cruz) y ha ido evolucionando, ante la orgullosa mirada del trío de chefs que ven en él la proyección gastronómica. Un ingrediente con el que no cuenta ninguno de los demás.
Su triunfo sería merecido, y así lo ha demostrado, pero también es jugoso para los titulares de la mañana siguiente que señalarían cómo los Juniors del talent, acaban convirtiéndose en promesas de la cocina de adultos.
Pilu
Pilu es la única mujer de la final y su paso ha estado marcado por su evolución y carácter. Aunque pizpireta y sonriente, también ha demostrado saber defender cada uno de sus platos, de sus elecciones y presentaciones ante unos jueces que la halagaban al principio y dejaron de hacerlo con el tiempo.
Incluso llegó a discutir algunas de las valoraciones, hasta que aceptó las críticas. Su cocina se define con su propio perfil: se nota el aprendizaje y que pisa fuerte.
Por lo que llevarse el premio o no será cuestión de lo que hagan también los demás. Ya que están casi todos al mismo nivel culinario.

Paula Hergar
Periodista, redactora de LOS40 y mocatriz. Crecí creyendo que vivía en una serie de televisión y todo...












