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David Bisbal desvela cómo fue la accidentada pedida de mano a Rosanna Zanetti
No salieron las cosas como había planeado
David Bisbal ha sido uno de los hermanos de Dani Martínez en su programa de Movistar+, junto a Pau Gasol y Teresa Perales y, fiel a ese sentido del humor que le ha convertido en un máquina, nos ha dejado momentos de muchas risas.
Una de las preguntas en esa ronda para romper el hielo era sobre el tiempo y si alguna vez había arruinado algún plan importante. El cantante y el ex jugador de baloncesto le dieron al verde.
“El tiempo me ha arruinado muchísimas cosas, conciertos y mil… como te puedes imaginar. Para mí la más grande, que ya sabéis que, para mí, mi familia es lo más importante, se me ocurre el momento perfecto para yo pedirle matrimonio a Rosannita”, empezaba un relato que prometía.
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“Nos vamos de viaje a Mauricio y el primer día un solazo espectacular, la playa perfecta, de eso que andabas 20 metros y todavía dabas pie, así que, digo, pongo una mesita a 20 metros de la orilla y me guardo mi anillo, mi música romántica… todo perfecto”, contaba sobre cuál fue su idea original para ese momento tan especial para una pareja.
“Viene al día siguiente un tifón… tuve que pedirle matrimonio en otro lugar, pero ya no era como yo quería”, aseguraba sobre el fracaso de su plan. Si ya de por sí es un momento en el que se viven muchos nervios, con un plan chafado, nos podemos imaginar cómo estaba el almeriense.
“De la semana que estuvimos, seis días, tifón. Eso fue muy fuerte”, aseguraba sin querer detalles de cómo fue finalmente la pedida de mano en la que ella le dijo que sí.
El viaje aguado de Pau
Pau Gasol también tenía su anécdota. “Cogimos un barquito por la Costa Brava…”, empezaba diciendo. “Dios mío, con la tramontana”, se echaba las manos a la cabeza Bisbal.
“Exactamente. Nos fuimos a comer a Cadaqués y hasta ahí todo muy bien. Íbamos con nuestra niña que en aquel momento tenía un año. A la vuelta vamos en la zodiac para el barco y vemos que había un oleaje importante. Llegamos al barco empapados”, contaba. Y le comentaron al capitán del barco que lo mismo no era buena idea ponerse a navegar. Pero el marino decidió seguir con el viaje pactado, pero no tardaron en llegar las olas gigantes.
“Yo me hubiera mareado en ese momento, pero como ves a tu niña pasarlo tan mal, no podía, y eso que suele marear fácilmente en alta mar”, admitía. En cuanto llegaron a un puerto, bajó del barco y acabó el plan.
Anécdotas que nos ayudan a sentir a la gente que admiramos, más cercana y humana.
Cristina Zavala
Periodista enamorada de todo el entretenimiento. Enganchada a la tele, los libros, los últimos lanzamientos...