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Harry Styles: el "chulapo" británico que coronó Madrid
Ni el calor pudo impedir que 65.000 personas se reunieran para ver al artista
“Parece una romería”, se escucha en la larga cola que lleva directo al recinto de Villaverde, futura ciudad de la músca. Y es que el camino hasta llegar al concierto de Harry Styles es casi una peregrinación. Un acto de fe para ver a una de las divinidades musicales del momento.
Los seguidores siguen el rastro de plumas que dejan las cientos de boas que algunos fans han escogido para la ocasión. Hay de todos los colores. La seguridad sigue pendiente de que nadie se pase de listo y se cuele. Pero es inevitable que más de un seguidor consiga hacerlo. No se puede poner barreras al campo y el recinto, con su césped artificial, tiene algo de ello.
Una vez dentro, el espacio situado en Villaverde se expande ante los fans. 65.000 personas están preparadas para entrar por la puerta grande de Harry’s House.
Y llegó Harry
Es a las 22:00 horas, puntualidad británica, cuando el artista aparece en el escenario. Lo hace llevando un look retro. Un chaleco abierto, como si fuese una versión europea de Aladín, y unos pantalones a juego. El espectáculo acababa de empezar.
Los chillidos de los fans no se hacen esperar cuando sale al escenario (algunos de ellos llevan acampando días en la puerta del recinto, sobreviviendo a una ola de calor en plena calle, para estar más cerca de él).
Empieza con Daydreaming, metiéndose al público en el bolsillo. Harry tiene magnetismo a la hora de actuar. Se nota que lleva desde los 16 años encima del escenario. Media vida literalmente.
Tras terminar la primera canción, Harry dio las “buenas noches”. Lo hizo en español. Seguramente recordando las palabras que le han enseñado en el colegio. Lo mejor de todo fue la expresión que empezó a usar para referirse al público madrileño: “chulapos”. Una coletilla que no abandonó durante todo el show y que conseguía sacar la risa de los presentes.
Harry continuó con el concierto: interpretando las canciones de sus dos discos. Desde Adore You hasta Golden, pasando por temas como Satellite.
Protagonizó un Gender Reveal
Harry, que se desenvuelve perfectamente con el público, hablaba como un auténtico gentleman durante todo el concierto. De hecho, cumplió el sueño de una pareja que estaba en primera fila. Y es que le pidieron a Harry que revelara el sexo del bebé que esperaban en el escenario.
Fuera debates sobre si un Gender Reveal sigue siendo algo necesario, Harry aceptó la petición. Delante de 65.000 personas y jugando con la emoción de los asistentes, finalmente reveló que la mujer esperaba una niña.
“¿Os encontráis bien? Si pasa algo decidme para ayudaros”, repitió en varias ocasiones Harry. No quería que en su show pasase ningún inconveniente. Cabe recordar que hace tan solo una semana le tiraron una moneda a la cara durante su show en Viena.
Una fiesta al ritmo de Watermelon Sugar
Llegamos al final del concierto y Harry siguió con su show. Interpretó Cinema con una bandera de España al cuello. También Music for a Sushi restaurant y uno de los temas más esperados de la noche: Watermelon sugar.
Para terminar Harry escogió un último bloque que resumía perfectamente la esencia de su música. El artista se despidió de sus fans españoles al ritmo de Sign of the times, Medicine, As it was y Kiwi.
Harry se ha ganado esta noche por méritos propios ser un chulapo más de la ciudad. Aquí te esperamos para la siguiente fiesta.
Alberto Palao
Periodista musical. Me gusta comer burritos y escuchar canciones cortavenas. Encuentro todo tipo de...