¿Por qué hay cada vez más medusas en las playas?
Es uno de los clásicos del verano, pero este 2023 parecen estar más presentes que nunca. Te explicamos los motivos.
Siempre estuvieron ahí, pero este verano parece haber muchas más. Las medusas, animales marinos que llevan en torno a 500 millones de años habitando los mares, se han convertido en un quebradero de cabeza para muchos municipios de España, en los que el turismo de costa no es sólo el principal motor económico, sino toda una manera de vivir.
Existe un consenso entre los expertos: la creciente proliferación de estos organismos es palpable. En aquellos lugares del planeta donde las medusas se dejaban ver sólo en determinadas estaciones, como el Océano Índico, su presencia se ha convertido en habitual durante todo el año. En otras zonas donde apenas se dejaban ver, hoy son habituales. De hecho, apenas existe un sólo rincón oceánico sin medusas.
La pregunta es obvia: ¿a qué se debe este fenómeno? Y la respuesta, como ocurre en muchas otras ocasiones, no es una sola, sino muchas. Eso sí: en última instancia todas ellas están relacionadas, una vez más, con la actividad humana.
Sobrepesca, clima y contaminación
De entrada, el principal factor del incremento del número de medusas en las playas hay que buscarlo en la sobrepesca, que ha ido eliminando progresivamente sus depredadores y competidores naturales. Entre los primeros, los túnidos y otras especies de peces migratorios, así como las tortugas marinas. En cuanto a los segundos, el significativo descenso en el número de peces que compiten por el mismo alimento, el plancton, se lo ha puesto mucho más fácil a las medusas. Con comida fácil y abundante, su reproducción se multiplica.
En Namibia se ha pasado de una relación de 10 peces por una medusa a tres medusas por pez
Este fenómeno se ha podido apreciar de manera muy clara en dos estudios realizados en lugares tan diferentes como el Mar de Bering, que separa Rusia de Alaska, y los caladeros de Namibia, al oeste de África. En el primero, y como consecuencia de la presencia masiva de pesquerías, las poblaciones de medusas del género Chrysaora se han incrementado hasta 10 veces respecto a su población habitual. En el país africano, donde esa misma actividad de captura masiva de pescado ha sido la tónica durante décadas, se ha pasado de una relación de 10 peces por una medusa a tres medusas por pez.
El cambio climático también explica buena parte de este fenómeno. El imparable incremento de la temperatura en los océanos favorece los ciclos de reproducción de muchas especies, también las medusas. A ello también hay que sumarle el cambio del régimen de lluvias, vientos y corrientes, también como consecuencia del cambio climático, que hace que se acerquen mucho más a la costa que hace décadas.
Por último, que no menos importante, la contaminación ambiental también explica parte del fenómeno. Especialmente la que tiene su origen en los hidrocarburos. Tal y como han constatado los expertos, en aquellas zonas en las que se han producido vertidos de petróleo, se ponen en marcha toda una serie de procesos de degradación de los hidrocarburos por bacterias que, a su vez, sirven de alimento a copépodos, principal alimento de las medusas. A más presencia de petróleo, más medusas a medio y largo plazo.