Vanesa Martín comparte una reflexión sobre el concierto que ha dedicado a una chica muy especial que murió inesperadamente

Vanesa Martín sigue de gira dando conciertos por toda la geografía y ha querido compartir una reflexión sobre uno especial para ella que ofreció el pasado sábado en un lugar muy especial, el festival de las Cuevas de Nerja.

“Fue una noche mágica por diferentes motivos, el lugar para mí magnético y mágico, el público increíble, cómplice, alegre y con fundamento, amigxs, mi familia, y una mezcla de sensaciones interesante”, comenzaba compartiendo sobre esa noche en las últimas horas.

Un día que no empezó con buen pie: “Empezaba difícil en la tarde porque los aires acondicionados a veces te la juegan… pero luego, calentando, hablando poco y bebiéndome todo el té de la comarca … salimos a darlo todo como siempre y se hizo ese milagro que a veces ocurre… vas calentando la voz de una manera que lo que se presentaba como un “uy. Traga saliva y empuja” luego fue un “ay me lo estoy gozando”… me sentí fuerte… el caso, es que no siempre son días de gloria en nuestra cabeza y nuestro sentir”.

Recuperó la voz y se agarró al lado más positivo de la vida: “Entre tanto revoltijo de emociones y noticias inesperadas. Me agarré aún más a la vida, a disfrutar y disfrutaros y sentir que, aunque estemos de paso, hay q ser persona, tener capacidad de autocrítica, respetar y respetarnos, ser elegante en nuestras maneras, valorar lo que tenemos y saber decir que no. Levantar límites. Soltar y dejar”.

Un concierto dedicado

En medio de su reflexión compartió el motivo que le ha llevado a tener estos pensamientos de carpe diem: “Esa noche en silencio le dediqué el concierto a una chica que murió inesperadamente, que venía a mis conciertos y que trabajaba con mi madre, Raquel. En mi cabeza ella y su Alegría, sus hijas pequeñas y mi madre llorando las últimas dos semanas sin consuelo. Me despedí desde mi corazón y mi recuerdo y me cabreé con la vida, porque es muy injusta a veces”.

Sin duda, momentos de muchas emociones para ella y su familia, pero momentos de los que siempre se sacan aprendizajes. “Fui consciente de por qué me provocan rechazo las personas que tienen muchas leyes, mucha tontería, mucha incongruencia y mucho ego y por qué cada vez más me entiendo mucho mejor con los animales que con mucha gente. En fin. Siempre digo que nos gusta dejar huella, si es buena mejor, en la vida de otros. Pero saben qué? Liberación”, admitía.

“Creo, que tan solo deberíamos de preocuparnos de cómo realmente seamos nosotros, de mejores, más felices y más completxs, es lo que de verdad importa. Que lo que dejemos en cada quien, depende mucho de sus inseguridades, de su control, su nobleza y su expectativa”, añadía.

Y terminaba con un consejo: “Cuídense, sean felices, suelten y vivan. Que la vida pasa deprisa y no avisa. Que la salud es ORO. Y lo demás se trabaja”.

Y todas estas palabras junto a un vídeo que recogía el discurrir de ese día tan lleno de emociones que para muchos de sus seguidores es filosofía de vida.

Verano intenso para Vanesa.