El ataque de un tiburón obliga a cerrar la playa más famosa de Nueva York
Rockaway Beach, a escasos 30 minutos del centro de Manhattan, ha sido el escenario de un hecho casi insólito.
Es una de las escenas más icónicas de la historia del cine. Los pies de un confiado bañista se mueven torpemente bajo el agua ante la mirada de un gigantesco tiburón blanco, que se acerca poco a poco a su víctima. La tensión va en aumento, en buena parte gracias a una inolvidable banda sonora compuesta por John Williams. En un segundo, se desata la tragedia: el azul del agua se tiñe de rojo sangre, y el animal se aleja de la escena del crimen con su presa –o parte de ella– entre los dientes.
Aquella escena de ‘Tiburón’ (1975), brillantemente dirigida por un joven Steven Spielberg, marcó a toda una generación. Hubo incluso quien le cogió miedo a bañarse en el mar. Y sin embargo, la ficción distaba mucho de la realidad. Los ataques de tiburones son infrecuentes: el pasado 2022 sólo hubo una muerte en todo el mundo provocada por el ataque de un escualo, la de un buceador que practicaba su deporte favorito en la playa de Keawakapu, en Maui (Hawái). En total, se produjeron en todo el mundo 57 incidentes de este tipo, la cifra más baja de la década según el informe anual del Archivo Internacional de Ataques de Tiburones (ISAF, en inglés) de la Universidad de Florida. Los expertos achacan el descenso a la reducción del número de escualos en el mar.
El pasado 2022 sólo hubo una muerte en todo el mundo provocada por el ataque de un tiburón
Pero lo cierto es que, de cuando en cuando, los ecos de aquella película de Spielberg vuelvan a resonar. Es lo que ha pasado este lunes en una de las playas más famosas de todo Estados Unidos, Rockaway Beach, en Nueva York. Allí, una mujer de 65 años llamada Tatyana Toltunyuk sufrió la mordedura de un tiburón que le arrancó un pedazo de muslo mientras nadaba a pocos metros de la arena. La extrema gravedad de la situación llevó a los socorristas de la playa a realizar un torniquete a Toltunyuk en la propia arena, que en última instancia pudo salvar la pierna. Finalmente, fue trasladada a un hospital cercano donde permanece estable, aunque en estado grave.
El primer incidente desde 1953
Las autoridades no han tardado en tomar cartas en el asunto. El acceso a la playa ha sido temporalmente clausurado, tal y como ha informado en Twitter el departamento de parques de Nueva York, y se han prohibido deportes como la natación y el surf en la zona. Además, unidades de vigilantes patrullan la playa por tierra, mar y aire, con ayuda de drones, en busca de éste u otros tiburones que puedan causar problemas en el futuro.
¿Está justificado semejante despliegue? Atendiendo a los datos, muchos creen que se trata de medidas exageradas. Lo ocurrido este lunes es el primer ataque de tiburón que se registra en la zona en los últimos 70 años: el último tuvo lugar en 1953.
Conscientes de esa realidad, las autoridades han querido calmar los ánimos y no contribuir más al pánico que se ha instalado entre los bañistas de Nueva York, donde las altas temperaturas del verano llevan a muchos a buscar refugio en playas como Rockaway. "Aunque somos conscientes de que este es un suceso aterrador, queremos recordar a los neoyorquinos que un ataque de tiburón es extremadamente raro en Rockaway", ha señalado un portavoz policial.