La falsa muerte de Perales y los peligros de los bulos en Internet
En la noche del lunes 7 de agosto varios medios extranjeros comunicaban el fallecimiento del cantante a sus setenta y ocho años
El pasado lunes, en torno a las 21.00 horas, comenzó a correr como la pólvora la noticia de la muerte de José Luis Perales. Medios de comunicación de medio mundo publicaron que el popular cantante había fallecido a los 78 años a causa de un infarto, dejando huérfano el mundo de la música en español.
Un fallecimiento que resultó ser una 'fake new', como el artista aclaró minutos después con mucho sentido del humor a través de un vídeo que publicó en su perfil oficial de Twitter.
Desde Londres, donde se encontraba disfrutando de unas vacaciones en compañía de su familia, el cantautor dejaba claro con una sonrisa que estaba "más vivo que nunca".
Manteniendo el buen humor que le caracteriza, descartaba que hubiera sido víctima de una noticia de este estilo por su popularidad, como ocurrió con Michael Jackson y otras tantas celebridades en los últimos años.
Proliferación de ‘fake news’
La circulación de bulos como el de la falsa muerte de Perales demuestran una proliferación de 'fake news'. A raíz de los ocurrido, expertos consultados por la Agencia EFE ven necesario el aumento de métodos de verificación y la alfabetización mediática de la población.
“No hay que echarse las manos a la cabeza, las redes funcionan así, y tenemos que acostumbrarnos a ello”, recuerda a EFE Myriam Redondo, periodista especializada en Comunicación Internacional y Desinformación Digital, al señalar que plataformas como Twitter, en las que los bulos emergen con facilidad desde cuentas anónimas, son las que “nos habitúan al impulso” y a publicar “mecánicamente y sin pensar”.
Según Redondo, el principal problema de este tipo de información reside en “que los medios también se sumen a la desinformación”, cuando “estas son oportunidades increíbles para que los medios recuperen su identidad de entidades necesarias y fiables” ensombrecidas por una dinámica en la que “tienes que conseguir publicar algo rápido”.
Escasez de noticias en verano
A ello se suma, en opinión de Noemí Morejón, profesora de Periodismo en la Universidad Loyola Andalucía, el hecho de que este tipo de noticias abunden en verano, “un momento en el que existen menos noticias, más tiempo para el entretenimiento y mucho morbo”.
Ejemplo de ello son, además del bulo desmentido el lunes, el anuncio en Twitter de la supuesta muerte de Felipe González el pasado marzo o el pasado junio, la del escritor Arturo Pérez-Reverte, a las que, en los últimos años, han acompañado otras falsas necrológicas como las de Alberto Chicote, María Teresa Campos, Mario Vargas Llosa o Shakira.
Si bien esta forma de desinformación ha aumentado considerablemente desde la irrupción de lo digital, la difusión de falsas muertes de famosos ha sido una práctica frecuente que ha dado lugar a bulos previos, como el fallecimiento inventado de Miguel Bosé o Ana Torroja o, como señala Morejón, la invención de “un falso accidente que acababa con la vida de la entonces pareja del momento, Britney Spears y Justin Timberlake”.
El método actual seguido por los creadores de bulos es a menudo el mismo: el anuncio se produce por cuentas de Twitter que imitan a las de figuras de autoridad. Frente a ello, por ejemplo, en la Agencia EFE, se plantean herramientas de verificación encargadas de desmentir estos bulos. El protocolo seguido comienza por la constante monitorización de las redes y la identificación de informaciones sospechosas que puedan suponer un riesgo para la sociedad y sean manifiestamente virales, ya que dar mayor difusión a bulos, aunque desmentidos, podría aumentar su radio de expansión.
Ana de la Morena
Periodista y redactora de LOS40 Classic.