Muere la escritora sarda Michela Murgia a los 51 años por un cáncer

La autora y activista italiana dejó las clases de religión por los ensayos y novelas

Michela Murgia / Leonardo Cendamo

Tres meses después de anunciar públicamente en redes sociales que padecía un cáncer de riñón, la escritora italiana Michela Murgia ha muerto el pasado jueves 10 de agosto a los 51 años. Se trata de una de las autoras más destacadas de su país que comenzó como profesora de religión pero terminó rindiéndose a la literatura.

La muerte de la autora llega tres meses después de compartir con el mundo que padecía un cáncer de riñón en estadio cuatro y ya entonces manifestó sus crudas esperanzas a Corriere della Sera al asegurar que tan solo le quedaban cuatro meses de vida: "Del cuarto estadio no se regresa". Fue un poco más adelante, sobre el mes de julio, cuando también compartió otra noticia importante y devastadora al mismo tiempo; su matrimonio con el actor y director Lorenzo Terenzi.

Como ella misma aclaró, fue un enlace por lo civil que llevaron a cabo por garantizar los derechos de su pareja cuando ella ya no estuviera. Sus amigos y familia, además de su recién estrenado marido, se han sumado a la lista de despedidas para dar el último adiós a la escritora; como la editorial italiana Mondadori. El escritor (y amigo) Roberto Saviano también le ha dedicado unas palabras y ha publicado una fotografía de la autora junto a las siguientes palabras: "Pero mi amor nunca muere".

Michela Murgia nació en 1972 en Cabras, perteneciente a la isla de Cerdeña y antes de dedicarse a la literatura fue profesora de religión, puesto que estudió teología en su época de estudiante y como católica. Además, se presentó a la presidencia de su región en el pasado año 2014 y también trabajó como directora de una central termoeléctrica, hasta que finalmente se decantó por sus obras.

Michela Murgia: libros y legado antifascista

Entre sus títulos de escritora, columnista, dramaturga y ensayista hay que destacar algunos de sus principales libros, como Il mondo deve sapere (2006), que inspiró una obra de teatro y hasta una película, Tutta la vita davanti, en 2008. Después vino Viaggio in Sardegna (2008) y dos años más tarde, Acabadora, una mujer que ayudaba a los enfermos de los pueblos rurales a morir, es una novela que habla de la eutanasia que también trata el tema de la adopción de los niños en plenos años 50 de la tradición sarda.

Solo espero morir cuando Meloni haya dejado de ser primera ministra"

Pero además de su carrera literaria, también es necesario destacar su faceta activista y su lucha antifascista. De hecho, hace tan solo unos días publicó un contundente mensaje en sus redes sociales contra el ejecutivo del alcalde de Ventimiglia, Flavio Di Muro, exdiputado de la Liga: "En Italia, bajo el régimen fascista, un ser humano ni siquiera tiene la dignidad de un ratón".

Ya antes, en una entrevista con Efe, clamó que el fascismo vence "cuando consigue ponerte en la boca sus palabras, no cuando llega al gobierno". Y solo unos meses antes de que su muerte, Michela Murgia manifestó cuál sería uno de sus últimos deseos: "Solo espero morir cuando Giorgia Meloni haya dejado de ser primera ministra". Y aunque no se ha llegado a cumplir su voluntad, sus palabras y obras siempre quedarán en el recuerdo.