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Nos enamoramos de Leighton Meester en ‘Gossip Girl’ y ahora lo hemos hecho en la vida real con su última confesión

Ella y Adam Brody tienen muy clara la educación que quieren darle a sus hijos

Leighton Meester dio vida a Blair Waldorf en 'Gossip Girl' / The CW

Es imposible hablar de Leighton Meester y no pensar en glamour y lujo. Es lo que tiene haber protagonizado una de las series juveniles de más éxito llena de niños ricos que lo tenían todo, Gossip Girl. Cuando comenzó una relación con Adam Brody, otro de los niños queridos de las series juveniles gracias a O.C. se cumplieron las fantasías de muchos.

Ahora, casi una década después siguen juntos y han formado una bonita familia que se aleja bastante de la ficción, como su infancia. Y es que Leighton Meester nunca fue una niña rica. De hecho, como contaba en una entrevista con ENews, antes de fichar por esta serie, tenía serias dificultades para llegar a fin de mes.

Esa falta de recursos no es algo que haya olvidado ahora que tiene todo el dinero que puede necesitar. Esos antecedentes han hecho que valore todo lo que tiene y eso es lo que quiere transmitir a sus hijos.

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Niños concienciados

“Hay mucho placer en la comida más allá de la nutrición: es disfrutar los sabores y compartir con alguien durante el almuerzo y saber, como niño, y luego también como padre, que la nevera estará llena o que habrá comida en la mesa en la que todos podemos sentarnos y decir que estamos agradecidos", explicaba sobre la importancia que le da a no olvidarse de sus orígenes.

La pareja, muy concienciada socialmente y voluntarios en iniciativas contra el hambre, transmite esos valores a sus hijos, sobre todo a Arlo, que ya tiene ocho años: "Obviamente estamos muy felices y agradecidos de darle todo lo que nunca tuvimos mientras crecíamos. Pero también queremos que entienda que no todos crecen así", explicaba.

Y no ha dudado en compartir el ritual que siguen en su casa cada vez que llega la hora de la cena: "Cuando nos sentamos alrededor de la mesa, siempre hablamos de lo que estamos agradecidos y cuál fue la mejor parte de nuestro día y simplemente agradecemos nuestra comida".

El pequeño tiene solo 3 años y es pronto, pero la mayor, ya empieza a entender estas cosas. “Ella sabe, de una manera amigable para los niños, que hay diferentes formas en que las personas crecen. Así que espero que pueda asimilar eso, pero sobre todo para estar agradecida por todo lo que tiene", expresaba.

Ahora se prepara para despedir dentro de poco el verano y comenzar con las rutinas del curso escolar. Le da pena, pero reconoce que “los niños son realmente más felices cuando están en la escuela y están con sus amigos. A mi hija le gusta ir a la escuela, no sé si eso durará para siempre. Pero le encanta leer y ama a su maestra".

Cristina Zavala

Periodista enamorada de todo el entretenimiento....