Taylor Zakhar Perez y Nicholas Galitzine, sobre 'Rojo, Blanco y Sangre Azul': "Muestra una realidad que no está muy lejos de la nuestra como sociedad"
Hablamos con los actores que dan vida al príncipe Henry y Alex Clarademont-Díaz sobre la nueva adaptación de Prime Video, que ya es todo un fenómeno global
Henry y Alex. Alex y Henry. Los carismáticos protagonistas que Casey McQuiston ideó para su novela superventas Rojo, blanco y sangre azul han conquistado a miles de lectores alrededor del mundo, aunque ahora se proponen llegar al resto del planeta gracias a su adaptación como película en Prime Vídeo. Y ojo, que sin tener en cuenta su nivel de fidelidad con la novela ―eso lo decidirán los fans más exigentes en cuanto la vean—, sí que puede decir que ha cumplido una de las pruebas más exigentes a tener en cuenta en este tipo de proyectos: que sus actores cumplan las expectativas de los personajes literarios.
Nicholas Galitzine y Taylor Zakhar Perez fueron anunciados como el Príncipe Henry y Alex Clarademont-Díaz, respectivamente, consiguiendo las complicadas reacciones en redes que no siempre se ven: de los “son perfectos” a “son tal y como me los había imaginado mientras leía"; y no es de extrañar. Básicamente porque, a simple vista, Taylor sabe aparentar el magnetismo político de Alex, capaz de convencer hasta alos republicanos estadounidenses más fieles; mientras que el de Nicholas sabe captar la esencia real del royal más famoso del mundo y su tímida y misteriosa personalidad.
Los dos protagonistas tienen mucho que contar sobre el proyecto, que ya es uno de los lanzamientos más esperados de la plataforma de Amazon para este verano. Porque, ¿qué nos tienen que decir ambos actores de sus personajes? ¿Y de la película? No te pierdas lo que han contado:
¿Conocíais Rojo, Blanco y Sangre azul antes del casting? ¿Cuál fue vuestra primera impresión sobre la historia y el guion de Matthew Lopez?
Taylor Zakhar Perez (TZ): No había oído hablar del libro antes de hacer el casting. Me llamaron y me dijeron que había un proyecto rondando por Hollywood en el que pensaban que podría encajar muy bien, así que me compré el libro en mi ebook para leerlo durante el fin de semana... Y fue increíble. Me encontré a mí mismo en el viaje emocional de los personajes, y para cuando lo terminé, quería formar parte de la película. Después recibí el guion y, como en cualquier adaptación, hay cambios porque no es lo mismo, es una obra que necesita sostenerse por sí misma. Creo que Matthew (Lopez) ha hecho un trabajo genial manteniendo la esencia del libro en el guion. Aunque haya un par de personajes que no están en la película, el sentimiento está ahí. Y pienso que Matthew ha hecho una labor maravillosa con los personajes, y concretamente, con el paso de niño a adulto de Alex.
Nicholas Galitzine (NG): Tampoco había escuchado sobre el libro antes, pero me sorprendió positivamente ver el fandom que había alrededor del libro y el éxito que tuvo ya no sólo dentro de la comunidad LGBTQIA+, sino en un amplio sector demográfico. En cuanto al guion, Henry me pareció un personaje muy interesante, con muchas de las características de la gente que me gusta interpretar. Una especie de fachada como persona fuerte, mientras que es extremadamente vulnerable y sensible en el interior. El guion de la película tenía muchas características propias de las comedias románticas clásicas, en el sentido de producto pop. Tenía ritmo, sentido del humor, y yo conocía a Matthew por su trabajo como dramaturgo. Así que, rodo encajó y me pareció un proyecto emocionante en el que participar.
¿De qué manera Rojo, Blanco y Sangre Azul ha roto el molde de la comedia romántica para dirigirse a la audiencia de hoy en día?
TZ: Siento que Matthew lo hizo genial. Al final, todo es poner el corazón en el centro de la historia. No importa cuál puede que sea la orientación sexual del personaje, porque trata de su viaje. Desde el principio, estos dos personajes pueden tener algunas cualidades desagradables, pero el pero el público se enamora de ellos, se enamoran el uno del otro y todo lo demás desaparece. Te involucras mucho con estos dos hombres y con la gente que los rodea. Realmente deseas que tengan su final feliz. Alguien me dijo que, cuando vieron la película, la gente aplaudió varias veces y se partió de risa. Le pareció una experiencia única y especial que no siempre ocurre. Creo que eso es prueba de la brillantez de Casey como autora, de Matthew López y Ted Malawer, que la adaptaron, y la del reparto. Creo que que rompe el molde en muchos aspectos y debería ser el nuevo modelo para las comedias románticas, porque la esencia es lo más importante de una comedia romántica. El alma es lo más importante de una comedia romántica... y la comedia (por supuesto).
NG: Creo que ahora estamos en una época en la que se cuentan más historias queer. Heartstopper y Young Royals han tenido un gran éxito. Se sabe que muchos fans de del libro son también fans de esas series, y creo que ahora estamos recorriendo ese camino, también en forma de película. Se trata de un romance moderno en esas magnitudes y, tal vez, las situaciones son ligeramente diferentes a las de la mayoría de la gente, porque uno es un joven miembro de la realeza y el otro es el primer hijo de los Estados Unidos. Pero sus situaciones son, en gran medida, algo con lo que, creo, la gente será capaz de identificarse. Más allá de la historia de amor queer en sí, esta es la historia de una pareja de personas que están atrapadas por las circunstancias, por la educación, por la responsabilidad y cómo todo ello puede interponerse en el camino del amor. Creo que es un sentimiento muy universal. Así que es a la vez moderno, nuevo y tradicional.
Tráiler 'Rojo, Blanco y Sangre Azul'
¿Podéis describir brevemente a vuestros personajes, Alex Claredemont-Diaz y el Príncipe Henry?
TZ: ¿Brevemente? Eso es difícil... Alex es hijo de la primera presidenta de Estados Unidos (interpretada por Uma Thurman) y su padre es congresista (interpretado por Clifton Collins Jr.). Es enérgico, intrépido, grandilocuente y, a veces, impaciente e impulsivo. Es superdotado, perfeccionista, pero también muy imperfecto. Al principio no es muy maduro emocionalmente, y eso forma parte del viaje del personaje. Es un chico de clase trabajadora en una situación extraordinaria: vivir en la Casa Blanca y estudiar Derecho en Georgetown. Es el sueño americano.
NG: Henry y yo somos personas muy diferentes, pero creo que siento afinidad con la gente que antepone a los demás por encima de sus propios intereses. Y creo que es algo realmente desgarrador. Es un personaje que tiene un fuerte sentido del deber, y quiere ser la persona que la gente quiere que sea, pero niega completamente sus propios sentimientos. Hay algo muy desinteresado, e incluso desolador en ello. Me sentí como él saliendo de la página: está totalmente solo en este papel impuesto desde que nació. Hay una escena desgarradora en la que Alex viene a declararse y él dice 'A veces creo que te olvidas de que no somos iguales'. Su situación es totalmente única. Tener el peso de la historia como un joven miembro de la realeza... ser un pícaro e ir en contra de la corriente, pensé que era realmente convincente. Fue muy fascinante para mí profundizar en el mundo monárquico también.
¿Cuál fue vuestra primera impresión del otro personaje y en qué momento empieza a cambiar vuestra percepción sobre él?
TZ: Lo mejor de interpretar a Alex fue la rivalidad entre él y el príncipe Henry. Cuando sus equipos de seguridad les obligan a entrar juntos en un armario por una falsa alarma, los dos se pegan mucho mostrándose incómodos. Reviven su primer encuentro en Brasil, donde Alex cuenta lo asustado que se encuentra al verse abocado a ser el el centro de atención y piensa que el Príncipe Henry sería un amigo que entendería el escrutinio público. Sin embargo, se da cuenta de que Henry no quiere tener nada que ver con él después de abandonar abruptamente el evento. Henry cuenta que aún estaba de duelo por la muerte de su padre y que no tenía la capacidad emocional para darle a Alex lo que buscaba en ese momento. Es un momento muy bonito y divertido cuando Alex y Henry se dicen la verdad y se comprenden mutuamente. Esta conversación cambia lo que Alex siente por el príncipe Henry y es el primer momento en el que se dan cuenta de que deberían y podrían ser amigos de verdad.
NG: Es divertido en muchos sentidos, y la gente que no esté familiarizada con el libro podría no darse cuenta de ello. Quiero decir, la referencia es muy breve, pero su primer encuentro no se ve en panta. Es en este conferencia en Río, Brasil. Creo que Henry ve a Alex teniendo tanta libertad que Henry se vuelve celoso de muchas maneras. Él ve lo carismático y lo abierto. Eso no es decir que Alex no tenga secretos, pero creo que es muy envidioso de eso. Y Henry lo ve, desde el punto de vista de un inglés tradicional como americano odioso y ruidoso... derribando paredes y todo eso. En cierto modo, es muy anti-inglés. Los ingleses, especialmente en la monarquía, son percibidos como muy estirados y rígidos. Y Henry malinterpreta completamente a Alex en muchos sentidos. Entonces ocurre lo de la tarta, se ven obligados a pasar tiempo juntos y él empieza a entender quién es Alex y los verdaderos muros raciales y sociales por los que tanto él como su familia han tenido que pasar en Estados Unidos, cual suaviza su opinión sobre él y empieza a entenderlo y a ser vulnerable con sus propios miedos e inseguridades. Es el bonito desenredo de dos personas que se enamoran y que empiezan a empatizar y a entenderse a un nivel muy profundo. Ha sido muy muy divertido interpretar esa dinámica.
Contadnos sobre la relación entre Alex y Henry: ¿Cuál es vuestra parte favorita de su viaje y de su enamoramiento?
TZ: Alex puede ser mostrar tremenda simpatía en un extremo y completamente desconsiderado en el otro. Hay muchas dualidades en su comportamiento. Cuanto más tiempo pasa con Henry, más se inclina hacia su relación. Cuando Henry mueve ficha en Nochevieja, se queda en un estado de confusión total hasta su conversación con Nora, donde se da cuenta de que realmente le gusta esta persona. Alex está en su propio viaje emocional y de maduración, además de una nueva relación, explorando su sexualidad y sus aspiraciones políticas. La relación entre los dos personajes sigue creciendo hasta que se convierte en un tren desbocado y ya es demasiado tarde para detenerse, incluso con los obstáculos a los que se enfrentan. Tuvimos que ser realmente meticulosos e ir al detalle con cada momento en que la relación crecía o daba un paso atrás porque pensamos que esa era la parte más importante del viaje.
Las escenas íntimas estaban coreografiadas y muy marcadas en cuanto a si se trataba de un momento lleno de pasión o de una experiencia tierna. En las relaciones, se pasa por distintos niveles y pudimos explorarlos a lo largo de la película. Al final, creo que su viaje es muy bonito y algo con lo que cualquiera puede identificarse. Es una historia de amor entre dos personas que viven juntas una experiencia humana, y creo que eso es maravilloso.
NG: Desde la perspectiva del actor, nada supera realmente la escena de la tarta de la boda real. Esa fue una de las experiencias interpretativas más divertidas que creo que he tenido. Estuve limpiándome los oídos durante días. Me duché inmediatamente después, y fui incapaz de llegar a algunos lugares, pero fue era pura alegría. Todo el equipo se turnó para coger un trozo de tarta y lanzárnosla. Fue una experiencia que nos unió mucho. Desde el punto de vista del personaje, creo que su tiempo juntos en el Museo Victoria and Albert me pareció un momento verdaderamente decisivo en su relación. Henry realmente comparte todas sus vulnerabilidades al límite y abre la caja de Pandora, diciéndole claramente a Alex, 'esta es mi vida'. Estoy aterrorizado, pero estoy dispuesto a correr ese riesgo.
¿Cómo ha sido trabajar el uno con el otro? ¿Cómo surgió la química entre vosotros y cómo construisteis la confianza el uno en el otro durante el rodaje?
TZ: Nick y yo sentíamos la responsabilidad de dar vida a los momentos sexuales que aparecen en el libro de una forma real, con los pies en la tierra. Tuve mucha suerte de tener a Robbie Taylor Hunt como coordinador de intimidad, porque trabajamos con él en la concreción y los matices de cada instante y escena. Con Nick congenié enseguida y ambos comprendimos lo que esta película significa para todos los fans del libro. Al sentir una presión similar sobre nuestros hombros, lo asumimos juntos y así construimos una confianza mutua. Durante el rodaje de las partes más íntimas e intensas, ambos encontramos diferentes maneras de aportar agilidad entre toma y toma, y Matthew [López] siempre estaba ahí para reconducirnos en el objetivo común de dar vida a esta historia. Nick fue un gran compañero de escena y estoy muy contento de que pudiéramos crear un vínculo tan fuerte que se tradujo en la pantalla.
Ya sea la comunidad trans, la LGBTQ, la comunidad india, la persa, la latina, etc., hay mucha representación en la película, también para las mujeres del mundo que quieren ser presidentas de Estados Unidos. Se da de todo en la película y de una manera que no resulta complejo ni forzado ("mira cómo somos inclusivos"). Es como, no, esta es una realidad que no está muy lejos de nuestra realidad. Y creo que eso fue muy emocionante.
NG: En primer lugar, es una relación de tira y afloja otro en cierto modo porque, para empezar, hay un conflicto. Era importante tener a alguien con quien pudieras reñir. Taylor es ingenioso de forma muy natural como persona. Creo que inmediatamente entendimos el sentido del humor del otro, lo que definitivamente ayudó. No siempre se da el caso de hacerse amigo de la gente con la que actúas. Tengo mucha suerte de haber tenido, a lo largo de los años, grandes coprotagonistas con los que he disfrutado mucho, pero Taylor es muy inteligente, muy carismático y muy divertido. Los momentos de frivolidad que fuimos capaces de lograr proporcionaron una agradable yuxtaposición a los momentos más pesados del guion. Taylor fue fundamental para aportar esa alegría.
Alex y Henry no son una pareja ordinaria. Son miembros de la familia presidencial y de la Familia Real, respectivamente. ¿Cómo manejan las presiones añadidas que sus cargos ejercen sobre su relación?
TZ: Yo crecí en el taller de carrocería de mi padre y ver dónde estoy ahora, viviendo mis sueños, me ayudó a relacionarme con la vida de Alex. Él creció en Texas, con padres obreros, su madre era una funcionario electo que se ascendió del Congreso a la Presidencia. Me identifiqué con Alex en el sentido de que es como un niño en una tienda de chuches: todo lo que ha visto en la televisión es ahora su realidad. Y quiere jugar, ser alguien en el poder, y cambiar el mundo. Creo que a través de su relación con Henry y su vivencia en Texas para tratar de dar la vuelta a la campaña de su madre, le ayuda a darse cuenta de su propósito y su pasión. El padre de Alex emigró a Estados Unidos con una 'Z' en su apellido, sin ningún tipo de representación o alguien que sonara como él en el Congreso. Alex quiere ser alguien a quien los jóvenes puedan admirar y con quien puedan identificarse, como él hizo con su padre.
El príncipe Enrique, por su parte, ha navegado toda su vida entre los focos. Alex aprende sobre la importancia de la privacidad y de guardar algo para sí mismo cuando todo lo demás sobre sus vidas está muy expuesto. Al final de la película, Alex se hace adulto, pero conserva su humor, su pasión y su idealismo. Aprende de Henry a no aprovecharse de su posición ni de las oportunidades que le concede.
NG: Creo que en cierto modo es tan simple como que el amor lo conquista todo. Creo que siempre existiremos, sin importar el origen o la sexualidad. Siempre te encontrarás con obstáculos y contra la tradición. Estamos cambiando a tal velocidad como sociedad que siempre habrá cosas que intentarán interponerse. Creo que va de que confíen en que su amor es lo más importante, por encima de todo, y de su voluntad de sacrificar ciertas cosas el uno por el otro. Creo que es un principio muy hermoso que todo el mundo puede vivir.
Tiene algunas escenas maravillosas con Uma Thurman, Taylor. ¿Puedes hablar sobre trabajar con con ella?
TZ: Uma es fantástica. El primer día que la conocí le pregunté si podía darle un abrazo para empezar a establecer nuestra relación madre/hijo y ella simplemente me abrazó. Es una persona muy fuerte y aporta esa energía al plató. Incorporó muchas capas a su personaje: era cariñosa pero firme y profesional, pero nunca fría. Crecí viendo sus películas, así que tener la oportunidad de ser su compañero de escena fue increíble. Solo quieres llegar a su nivel de respeto, amabilidad y amor por su trabajo.
Hubo un momento divertido cuando rodábamos la Cena de estado del Primer Ministro. Me quedaban unas 5 ó 6 líneas y, por el rabillo del ojo, vi a Uma y a Sharon D. Clarke (que interpreta a la Primera Ministra británica) acercarse a los monitores para ver el rodaje. Me emparanoié tanto al saber que me estaban mirando que tuve que pedirle a Matthew otra toma porque era una experiencia increíble saber que saber que estas actrices increíbles estaban observando tu trabajo. Fue un poco angustioso, pero lo superé.
¿Cómo ha sido trabajar con Matthew López en su debut como director?
TZ: Me encantó que Matthew entendiera y quisiera honrar el alma del libro. A lo largo del rodaje, construimos una relación muy fuerte. Observé y aprendí de su experiencia de dirigir una película por primera vez. Acabé interesándome por la parte técnica del rodaje y Matthew dirigía un equipo muy abierto. Es inteligente y preciso, y estoy deseando volver a trabajar con todos ellos.
NG: Siempre me fascina trabajar con cineastas noveles porque creo que a menudo su voz no se ve alterada por gente que ha intenta diluirla durante años. Creo que eso estuvo muy claro con Matthew desde el primer día. Tiene un fuerte sentido de sí mismo y un fuerte sentido de la voz y sabía lo que quería hacer con la película. Eso es algo que me atrae de los cineastas, independientemente del género. Si tienes un cineasta seguro de sí mismo con una voz fuerte, tú, como actor, eres capaz de depositar un alto nivel de confianza y acompañarlos en ese viaje. Matthew definitivamente tenía eso y un perverso sentido del humor.
¿Cómo de importante consideráis que es la representación en el mundo del entretenimiento mainstream? ¿Qué puede llegar a significar Red, White & Royal Blue para el público global?
TZ: Es increíble ver la representación en la película, que abarca el género, la sexualidad y la raza, tanto delante como detrás de la cámara. Todas estas elecciones resultan muy intencionadas, sabiendo la visibilidad que va a tener esta película es muy emocionante. Espero que la gente salga de la película sintiendo compasión por la gente que no es como ellos y que también entiendan mejor su papel en la vida de otras personas. Es decir, si no te identificas con los personajes, tal vez haya alguien más en tu vida que sí y esta película puede ayudar a generar un mayor sentimiento de bondad y comprensión en esas relaciones. En general, espero que la gente se quede con una historia de amor clásica con un giro que trasciende la sexualidad.
NG: Esta industria se ha movido y progresado mucho en los últimos años, pero creo que se está convirtiendo en algo normal ver estas historias retratadas en la pantalla. La película tiene una calidad sana y un núcleo verdaderamente emocional. Tiene todas las características de las comedias románticas que conocemos y amamos. Espero que la gente vea la película y se vea representada de alguna manera o al menos, resuene con ellos. Hubo mucho amor y mucho fan service en la película. Creo que es muy alegre y espero que la gente lo sienta así cuando la vea.
Rojo, Blanco y Sangre Azul ya está disponible en Prime Video.
Javier Rodrigo Saavedra
Cine y música. Música y cine. Y más, claro. Me...