De Groenlandia a Málaga: el traslado de un iceberg “para concienciar sobre el cambio climático” desata la polémica

La ciudad andaluza instalará el enorme bloque de hielo en plena ciudad, lo que ha desatado las críticas de los ecologistas.

MB Photography

A veces, una acción supuestamente diseñada con el objetivo de crear conciencia puede acabar resultando contraproducente. Es lo que opinan grupos como Ecologistas en Acción de la iniciativa Operación Iceberg, que el pasado 12 de julio viajó hasta la lejana Groenlandia con el objetivo de traer un bloque de hielo de 15 toneladas de peso e instalarlo en la capital de la Costal del Sol para crear conciencia sobre los efectos del cambio climático.

El proyecto, promovido por la Diputación de Málaga y la Fundación Dingonatura, está protagonizado por un grupo de adolescentes que han superado el cáncer “como reconocimiento a su lucha y espíritu de superación”. Los jóvenes pudieron comprobar in situ cómo el progresivo deshielo, cada vez más implacable y veloz, está acabando con estos imponentes bloques de hielo.

En estos momentos, el iceberg viaja por mar en un contenedor a 22ºC bajo cero, tras obtener la licencia de exportación por parte del Gobierno de Groenlandia para su estudio científico. Su llegada está prevista para principios del mes de septiembre. Ante las críticas por los costes medioambientales del transporte del iceberg, desde Dingonatura aseguran que la huella de carbono del viaje será compensada con una reforestación de árboles.

Es como si para concienciar contra el maltrato animal llevamos a la gente a una plaza de toros

Nada de ello convence a los grupos ecologistas, algunos de los cuales han criticado duramente el proyecto. Así lo piensa Librada Moreno, responsable de comunicación de la federación malagueña de Ecologistas en Acción, que lo tilda de “un disparate mayúsculo”. Desde la organización ecologista se muestran “totalmente en contra de esta barbaridad. Es como si para concienciar contra el maltrato animal llevamos a la gente a una plaza de toros”, ejemplifica. En opinión del grupo ecologista, “las políticas para luchar contra el cambio climático deben ser reales. Dos ejemplos: una programación de plantación de árboles, o la renaturalización del río Guadalmedina, de la que sólo se ha aprobado un pequeño tramo”, apunta.

A pleno sol

“El Ártico se está derritiendo… y nosotros traemos un pedazo de iceberg a Málaga para verlo”, ironiza Librada. “Para hacerlo, además, ponemos en marcha todo un operativo que, encima, emite más CO2”, lamenta. En su opinión, “la ciudadanía sabe perfectamente cómo se derrite un trozo de hielo a pleno sol. Esto es un lavado de imagen, lo que se conoce como greenwashing, por parte de la Diputación de Málaga”.

¿Cuál esperan los ecologistas que sea la reacción de la ciudadanía una vez se instale el iceberg en plena calle Larios, allá por el mes de septiembre? “Seguramente habrá de todo”, reflexiona la portavoz de Ecologistas en Acción. “Habrá quien vaya a verlo por mera curiosidad. Otros se quedarán asombrados. Pero lo que realmente sería importante es que la gente levante la voz. Queremos que los ciudadanos se posicionen y reclamen a los políticos a que se tomen en serio la lucha contra el cambio”.