Mario Casas recuerda el momento de su nacimiento: "Salí deformado"

Mario Casas es uno de los sex symbol de nuestro país y de eso nadie tiene dudas. No sabría enumerar ni él mismo las veces que lo han piropeado. Más aún desde que dio el salto a la fama con su papel protagonista en A tres metros sobre el cielo, interpretando a un tío chulo que enamoró a todas las adolescentes.

No ha dejado de crecer en el mundo del cine desde que debutó en 2010 y durante los más de 13 años que lo hemos visto en las pantallas, además de verlo recoger un Goya e incluso dirigir su primera película, Mi soledad tiene alas, también hemos sido testigos de cómo ha ido evolucionado su aspecto físico, llegando a colarse entre uno de los actores más guapos de nuestro país, ¡y eso que el ranking está reñido!

No obstante, no todo es de color de rosa ni siempre ha sido así. Mario Casas ha visitado a Vitoria Martín y su podcast Living Postureo en Podimo y no ha podido evitar hacerse viral con la confesión que le ha hecho a la periodista.

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¿Cómo era Mario Casas de pequeño?

"Cuando tú naces guapa o guapo, todo es maravilloso. La vida es increíble, ¿o no?", le preguntaba Martín al propio Casas provocándole una risa a carcajadas. Claro que esa reacción podría ser el resultado de timidez, nervios o cualquier adjetivo que se nos pase por la cabeza, sin embargo su respuesta no ha dejado indiferente a nadie.

"No me sacaban a la calle, eso también es real", empezaba explicando el actor. Según ha contado, cuando nació no era un bebé muy agraciado y sus padres tomaron una decisión: "Salí deformado. Mi madre siempre cuenta que estaba a punto de parir y estaban viendo una serie de la época y ponían los últimos capítulos", continuaba.

Justo en ese momento, la madre del protagonista de El inocente se puso de parto y tras algunas complicaciones tuvo que salir con fórceps. Eso hizo que saliera "muy deformado" con la cabeza "apepinada" y que se pareciera al "monstruo de Los Goonies".

Pero la cosa no queda ahí, y es que al conocerlo el resto de familiares tampoco sirvieron de mucha ayuda y todas las opiniones eran las mismas: "Os ha salido feo", decían sus tíos. Ante esto, sus padres "estuvieron meses" sin sacarlo a la calle: "Empezaron a sacarme como a los dos o tres años", aseguraba Mario, dejando así una anécdota desconocida para todos.