El salto definitivo de Aitana: hacer un Miley Cyrus sin que te importe el qué dirán
“Lo que para mí es un hecho a celebrar, la evolución coherente de una artista con semejante proyección, para otros ha resultado ser todo un escándalo”
El otro día me quedé de pasta de boniato cuando Aitana estrenó miamor, nuevo corte de Alpha y colaboración bomba con Rels B. La canción, más en la línea de Los Ángeles que sus anteriores sencillos, supone la consolidación de la artista como referente del pop electrónico y una ratificación clara de la madurez musical y personal de una de las voces más populares de la industria musical made in Spain. Sin embargo, lo que para mí es un hecho a celebrar, la evolución coherente de una artista con semejante proyección, para otros ha resultado ser todo un escándalo.
Sí, los hay a los que les molesta esta “nueva” Aitana. Una Aitana que habla de sexo en las letras de sus canciones y se mete en un recipiente de agua con un vestido ajustado. Y es que mientras Aitana le canta a Rels B lo de “entre su sabana o la mía, cómo me gusta lo que hacía. Dándome lo que yo quería”, algunos indignados se han dedicado a mostrar su enfado con la catalana, llenándole sus últimas publicaciones de Instagram con comentarios en los que afirman que van a prohibir a sus hijos que sigan escuchándola. Oh, drama.
Lo que para mí es un hecho a celebrar, la evolución coherente de una artista con semejante proyección, para otros ha resultado ser todo un escándalo
Atención al mensaje que se puede leer tras una búsqueda rápida: “Una lástima, has perdido tu esencia y has entrado en la vulgar venta de sexualidad. Mis hijos, auténticos fans, tendrán prohibida tu música”. También está este: “Aitana has quedado prohibida en mi casa”. O este otro: “Aitana, si te quieres quitar a los niños pequeños que se te siguen, esta no es la manera, no hace falta hacerles daño”.
Hay más, muchos más ofendiditos, que no han tenido reparo en decirle a Aitana que ese no es el camino correcto, que está mal que una muchacha de 24 años cante canciones tan ordinarias – según ellos, claro - y que está obligada a volver a las baladas románticas para seguir siendo una chica buena y santificada. Esto, salvando las distancias, me recuerda a cuando Miley Cyrus se hizo mujer con Can't Be Tamed y se despendoló con Wrecking Ball. Muchos y muchas pusieron el grito en el cielo. A ella le dio igual, y menos mal. Todavía recuerdo cuando, en plena transición musical y de imagen, salió con un body en el Rock in Rio de Madrid de 2010 ante la estupefacción de algunos asistentes y las caras - las caras, Juan - de varios padres. La propia Miley, unos días atrás, haciendo balance de su carrera ante lo que era el inminente lanzamiento de Used To Be Young, lo dejó claro clarinete: “Hannah Montana es para niños, Miley es para hombres adultos en tacones”. Épocas diferentes, públicos distintos. Ahí está el quid de la cuestion.
Esto, salvando las distancias, me recuerda a cuando Miley Cyrus se hizo mujer con 'Can't Be Tamed' y se despendoló con 'Wrecking Ball'
Puedo entender que unos padres no quieran que sus hijos escuchen letras más explícitas, pero es lo más normal del mundo que Aitana busque una evolución en un proyecto artístico estrechamente ligado a las inquietudes y sensaciones que pueda tener por edad y por la etapa que le toca vivir. Ella está en su derecho de expresarse como le dé la real gana y Alpha es precisamente eso, una declaración de intenciones. La Aitana de ahora sigue siendo la Aitana de Vas a quedarte o Con la miel en los labios, pero sería muy frustrante y totalmente injusto para ella no tener la opción de crecer y hacer lo que le apetezca y sienta en cada momento. Aitana, darling, que no te importe el qué dirán. Y a quién no le guste, los que quieran ponerte una mordaza en la boca, dile aquello de dararí, darará.
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Adriano Moreno
Periodista de LOS40 y escritor. Me gustaría vivir en la película ‘Chicas malas’ y Russell Tovey lleva...