20 años del 'No es lo mismo' de Alejandro Sanz: ¿qué nos quiso decir con cada inolvidable estrofa?
El artista estaba pasando por una etapa de cambios en su música y sacó este singular y misterioso álbum con mensaje oculto
El 2 de septiembre de 2003 escuchábamos por primera vez una frase que se nos quedaría para siempre en la memoria: "No es lo mismo ser que estar". Era la nueva canción que lanzaba Alejandro Sanz, tras haber batido récords en 1997 con el disco Más y confirmar su éxito con El Alma al aire.
El artista sacaba un nuevo álbum titulado No es lo mismo, que para sus seguidores era tan esperado como misterioso. Por primera vez cambiaba el sonido de sus canciones, pero aún más curioso era el significado de unas letras que se abrían a nuevos temas, más allá del amor.
Se trataba del séptimo álbum de Sanz y el primero en ser totalmente producido por él y Lulo Pérez. Y si era la primera vez que el cantante tomaba las riendas de un disco no podía ser banal ninguna de las frases que había en él. Menos aún, en esa primera canción que había escogido para presentarlo y que no podíamos sacarnos de la cabeza una vez la escuchábamos...
Ahora que han pasado 20 años de aquel 'No es lo mismo'. Y ahora que la realidad demuestra que ya nada es lo mismo, ni para él ni para ninguno de nosotros, analizamos lo que nos quiso decir el artista con aquella letra:
"Eres tanta gente, que dime ¿con quién hablo ahora? ¿No ves que no sois iguales?"
A sabiendas de que Alejandro viene de unos primeros años en los que no llamó la atención como cantautor. Para después vivir un éxito meteórico con Más y después lanzarse a la producción de este disco, el artista podría estar dirigiéndose constantemente con esta canción a la MÚSICA.
En esta primera frase hace referencia a la cantidad de voces, de identidades, de géneros y de miradas distintas que forman la música, todas distintas, aunque formen parte de un todo.
Eres la de 'quédate conmigo, prometo darte tormento, darte malos ratos'. Yo te prometo si me escuchas niña, darte arte
Con esta estrofa podría estar contándonos que en su carrera ha tenido buenos y malos momentos. Y que al decidir dedicarse por entero a ella le pregunta si va a darle malos ratos o no. Si cuando escribe una canción va a darle alegrías o tormentos.
Sea como fuere, él se compromete a regalarle arte si se lo permite la música.
Que no es lo mismo que quédate y ya veremos. Quédate y ya veremos
Aquí Alejandro diferencia entre quienes se dedican a la música desde su versión artística, porque les remueve por dentro un hambre de aprender, de entregarse y de profundizar a esos niveles. Y quienes se quedan en ella solo por probar hacia donde les lleva.
No es lo mismo ser que estar. No es lo mismo estar que quedarse, ¡qué va! Tampoco quedarse es igual que parar. No es lo mismo
Aquí está la clave de la canción. Ser artista o estar en el artisteo es muy distinto. Por eso no es lo mismo pasar por la industria musical o quedarse viviendo de la música. Todos hacen música pero no es lo mismo, repite.
Será que ni somos, ni estamos ni nos pensamos quedar pero es distinto conformarse o pelear. No es lo mismo, es distinto
En este punto se pregunta por si los propios artistas son la música, o solo están de paso y ni si quiera van a quedarse en la memoria colectiva. Pero aún así, es distinto conformarse con lo que les dicen que deben hacer, con el éxito o el fracaso obtenido, o seguir trabajando se obtenga el resultado que se obtenga.
Una reflexión muy lógica después de haber pasado por distintas etapas musicales y que esta sea una nueva, como productor.
No es lo mismo arte que hartar. No es lo mismo ser justo que ¡qué justo te va! (Verás) No es lo mismo tú que otra, entérate: No es lo mismo
Sabiendo que le habla a la música, con estas palabras es más claro diferenciando entre los que experimentan con ella y los que siempre proponen lo mismo. Entre los que se conforman con el aprobado y los que van más allá. Y subraya que no es lo mismo esta profesión que cualquier otra.
Que sepas que hay gente que trata de confundirnos pero tenemos corazón que no es igual. Lo sentimos, es distinto.
Podría referirse a quienes no diferencian entre cantautores y cantantes, entre quienes meten en un mismo saco a todo un género musical o un ritmo. Y pide que se fijen en el corazón.
Vale. Que a lo mejor me lo merezco, bueno pero mi voz no te la vendo, puerta y lo que opinen de nosotros, léeme lo labios, yo no estoy en venta.
Llega uno de los estribillos más pegadizos y distintos en la carrera de Sanz. Hace referencia a que con su trabajo está expuesto al juicio ajeno, a las críticas, a las sugerencias e incluso depende de las ventas de toda una industria. Lo acepta pero no por ello va a cambiar su música.
Vale. Que a lo mejor lo merecemos, bueno. Pero la voz no la vendemos, puerta. Y lo que opinen de nosotros, léeme lo labios, a mí me vale madre.
Repite la misma reflexión pero incluyendo a su equipo, a otros artistas e incluso al resto de personas que apuestan por vivir de su arte.
Puerta y aire que me asfixio, que no se trata del lado que quieras estar. Que estar de un lado o echarte a un lado, verás, no sé cómo decirte, no es lo mismo.
Puede que nos esté relatando cómo decidió tomar las riendas de las labores de producción de un álbum, por primera vez. Porque estaba asfixiado, porque quizá le sugerían cómo hacer su trabajo, pero en realidad le estaban "echando a un lado".
Vivir es lo más peligroso que tiene la vida. Que digan por televisión que hay suelto un corazón. Que no es igual que es peligroso, que es distinto.
Habla del vértigo que da desmarcarse, seguir al corazón y no tanto a la razón, porque todo son alarmas alrededor.
No es lo mismo basta o bastar. Ni es lo mismo, decir, opinar, imponer o mandar. Las listas negras, las manos blancas verás, no es lo mismo.
Repite la idea de cómo intentan engañarnos con palabras para manipularnos, para hacer que abdique nuestro corazón, que nos olvidemos de lo que sentimos para seguir el camino que interesa.
No gana el que tiene más ganas, no sé si me explico. Que hoy nadie quiere ser igual. Que más te da, no es comunismo. Es instinto.
Concluye señalando la injusticia de que no ganen los que quieren si no los que pueden. Que gane el poder a las ganas.
Tengo pomada pa' to' los dolores, remedio para toda clase de errores, también recetas pa' la desilusión
Deja entrever que ya viene de vuelta, que ya sabe curarse las heridas, que ha aprendido de las equivocaciones y hasta de la desilusión.
En conclusión, 'No es lo mismo' es una carta de amor a los artistas, un canto a la revolución de todos ellos, ante una industria que no quiere que formes parte, si no que quiere tenerte apartado. Es un salto al vacío con un álbum distinto al resto y con el que quiere demostrarse a sí mismo que ha venido ha apostar por su arte y "lo que opine el resto" le da igual.
Ha cambiado mucho todo desde aquel 2003, pero sin duda este homenaje que Alejandro le hizo a su música sigue igual de vigente.
Paula Hergar
Periodista, redactora de LOS40 y mocatriz. Crecí...