Especial
Día Mundial del Aire Limpio: ¿cuáles son los principales contaminantes y cómo podemos mejorar nuestra calidad de vida?
Cada 7 de septiembre desde 2020, se conmemora este día ante la necesidad de reforzar las alianzas, multiplicar las inversiones y compartir la responsabilidad para eliminar lo máximo posible la contaminación del aire
Inspirar y espirar. Nunca una acción tan sencilla había supuesto un riesgo tan grande para nuestra salud, y es que, desde 2020 se trabaja por fomentar la investigación y las buenas prácticas para mejorar la calidad del aire que respiramos y luchar contra la contaminación. Es por ello que Naciones Unidas adoptó el 7 de septiembre como el Día Mundial del Aire Limpio. Este 2023, el lema elegido es "Juntos por un aire limpio".
La necesidad de tener un día dedicado a este elemento de la naturaleza tiene su germen en que, según informes de la Organización Mundial de la Salud (OMS), cerca del 99% de la población mundial respira aire contaminado y se producen cerca de 7 millones de muertes prematuras a la polución del aire en interiores y exteriores. Por tanto, si no se implantan medidas de forma urgente, se estima que los fallecimientos relacionados con la contaminación atmosférica al aire libre se incrementarán en más del 50% antes de 2050.
Las consecuencias se vuelven más preocupantes si nos centramos en los grupos vulnerables pertenecientes a países en desarrollo, como mujeres, niños y ancianos; y, especialmente, aquellas personas que cuentan con un poder adquisitivo bajo y que emplean sistemas de cocina y calefacción a base de leña y queroseno.
Actualmente, existen plataformas a nivel internacional que miden la calidad del aire y el impacto de la contaminación en todo el mundo con información recopilada de fuentes gubernamentales, ciudadanos y estudios científicos, sí como satélites e Inteligencia Artificial. Utilizan parámetros como previsiones sobre la calidad del aire, datos acerca de la dirección y velocidad del viento, temperaturas, porcentaje de humedad y mediciones de la presión atmosférica. Algunas de ellas son capaces de recopilar datos de más de 6.000 ciudades de 117 países.
Principales contaminantes del aire
De acuerdo con la OMS, el 34 % de las muertes por enfermedades cardíacas; el 20 % de las causadas por accidentes cerebrovasculares; el 18 % de los fallecimientos por enfermedad pulmonar; y el 7 % de las muertes por cáncer de pulmón tienen como principal causa la contaminación del aire. Son tres los elementos que infectan nuestro entorno:
- El carbono negro. En la mayoría de los casos procede de fuentes como los motores diésel, la incineración de desechos y el empleo de cocinas y estufas que queman carbón, queroseno o biomasa (como madera o residuos animales) Sus pequeñas partículas pueden infiltrarse y penetrar fácilmente en pulmones, sistema circulatorio, corazón y hasta en el cerebro, provocando —a largo plazo— inflamaciones y graves perjuicios en nuestra salud a largo plazo.
- El ozono troposférico. Este se genera mediante la interacción —en presencia de la radiación solar— de emisiones de metano, óxidos de nitrógeno y otros contaminantes considerados como "precursores" que proceden de ámbitos como la industria, el tráfico, la gestión de residuos y la producción de energía. Todas estas sustancias funcionan como factores que contribuyen al calentamiento climático.
- Las emisiones de metano. El 40% de estas radiaciones son generadas por la actividad humana, específicamente dentro del sector agropecuario, como arrozales y producción ganadera. Le siguen las emisiones procedentes de aguas residuales, desechos sólidos y la industria petrolera y gasífera. Todas ellas representan un papel importante en la formación de ozono troposférico y una larga exposición aumenta el riesgo de asma y otras enfermedades respiratorias crónicas, lo cual puede afectar al normal desarrollo pulmonar durante la infancia.
Qué podemos hacer nosotros
En primer lugar, debemos tener en mente que la contaminación del aire es una emergencia mundial que aún tiene solución. En nuestra mano está reducir de forma significativa las emisiones de carbono negro, óxido de nitrógeno y otros contaminantes en los próximos años para prevenir los efectos del cambio climático y hasta frenar el calentamiento global en 5ºC para 2050.
Asimismo, se pueden impulsar unas mejores prácticas en el manejo de los residuos, como la captura y quema del metano como fuente de energía limpia, lo que disminuiría la cantidad de estas emisiones a la atmósfera.
Se ha demostrado que gran parte de la contaminación del aire está causada por actividades humanas, por lo que es evitable. Reducir sus niveles nos puede proporcionan ventajas adicionales, como una población más saludable y productiva, un entorno natural más robusto, la disminución de la pobreza y una mayor prosperidad compartida.
Ana Escobar Rivas
Redactora de LOS40. Tu enciclopedia de memes de confianza. Soy la queso (la que sobrevive a base de...