Especial
Defender el planeta sale caro: 117 activistas fueron asesinados en 2022
Un informe de Global Witness pone el foco en los riesgos que corren los activistas medioambientales, especialmente en países de América Latina.
Luchar por la tierra y el medio ambiente puede costarte la vida en muchos países del mundo. Así lo certifica el nuevo informe de la organización no gubernamental Global Witness, que cifra en 117 las personas que fueron asesinados el pasado 2022 como consecuencia de su activismo medioambiental. Dicho de otra manera: cada dos días se produjo en el mundo un asesinato por este motivo.
América Latina es el lugar más peligroso para dedicarse al activismo medioambiental: casi nueve de cada diez asesinatos, el 88%, se produjeron allí. Y el territorio más afectado es, con diferencia, la región amazónica, donde perdieron la vida uno de cada cinco activistas de los que se tiene constancia. La razón hay que buscarla en la constante amenaza que sufre el pulmón verde del planeta por parte grandes corporaciones dedicadas a la ganadería, la explotación maderera y los macrocultivos extensivos.
Por países, el más afectado es Colombia, donde se cometieron un total de 60 asesinatos, casi el doble de los reportados el año anterior. Le siguen Brasil, con 34, México, con 31, y Honduras, con 14. Fuera del continente americano, Filipinas es el país donde más muertes se han producido por esta causa, con 11 personas el pasado año.
El reino de la impunidad
Global Witness comenzó a documentar la muerte de activistas de la tierra y el medio ambiente en 2012. Desde entonces, la organización tiene constancia de 1.910 asesinatos de personas que dedicaban sus vidas a la protección del medio ambiente, aunque la propia organización reconoce que la cifra podría ser mucho mayor.
Los Gobiernos no investigan adecuadamente estos crímenes y la impunidad resultante fomenta nuevas agresiones
En la mayoría de las ocasiones, estos crímenes quedan sin castigo. “A pesar de la persistencia de los asesinatos de personas defensoras durante los últimos 11 años, rara vez se ha llevado ante la justicia a los responsables”, señalan desde la organización. ¿El motivo? “Los Gobiernos no investigan adecuadamente estos crímenes y la impunidad resultante fomenta nuevas agresiones".
Tal y como denuncia Shruti Suresh, codirectora interina de campañas de Global Witness, "las personas responsables de ataques mortales contra activistas llevan demasiado tiempo saliéndose con la suya. Incluso si no llegan a asesinar a las personas defensoras, ejercen violencia, intimidación y hostigamiento contra ellas en distintas partes del mundo para silenciarlas. Pero el movimiento mundial de personas a las que unen la determinación y el compromiso de defender sus hogares y comunidades está siempre en pie de guerra, a pesar de verse amenazado por las irresponsables acciones de empresas y Gobiernos, y no lograrán silenciarlo.
Además de las empresas, el papel de las administraciones públicas es clave. “Los Gobiernos del mundo deben atajar urgentemente los asesinatos sin sentido de quienes defienden nuestro planeta, entre otras cosas protegiendo los ecosistemas más valiosos, que desempeñan un papel fundamental para hacer frente a la emergencia climática”, exigen desde Global Witness. “Para acabar con la violencia y la injusticia a las que se enfrenta este tipo de activistas, debemos aunar esfuerzos a escala regional, nacional e internacional. Ya se han perdido demasiadas vidas, y no nos podemos permitir perder más”.