Susi Caramelo se cuela en casa de Esperanza Aguirre y no puede resistirse a dejarle un regalito en la fachada de su casa

Aunque Cuentos Chinos todavía no se ha ganado el favor de la crítica, sí que hay una sección que ha enamorado a todos por lo natural y desenfadada que es, la de Sushi a domicilio de Susi Caramelo. Esa en la que se cuela en casa de un famoso con la excusa de llevarle comida. Primero fue Joaquín Torres y ahora, le ha tocado el turno a Esperanza Aguirre.

Se ha ido al barrio de Malasaña, el mismo de Mario Vaquerizo con el que se han encontrado en la calle como un vecino más. Y han quedado en la calle para poder quejarse de la conservación del barrio con tanto grafiti en las paredes.

Ha aprovechado para desvelar algún secreto del vecindario, como que Fernando Sánchez Dragó dejó un edificio a sus ex novias que viven todas juntas. “Y se llevan todos fenomenal”, aseguraba.

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El palacete de la condesa

“Estoy un poco nerviosa porque nunca he estado en casa de una condesa”, aseguraba la reportera antes de entrar, “yo si fuera condesa no pegaba palo al agua”.

Una vez en el patio particular de la casa, Aguirre explicaba que el edificio no era suyo, “esto es de mi marido y sus hermanos”. Y tras hablar del policía que atropelló en su moto, han acabado como buenas amigas.

“A mí me cayó muy bien, me cayó muy entrañable”, le decía Caramelo a Jorge Javier Vázquez tras ver su reportaje. El presentador, no dudaba en señalar lo mucho que le había llamado la atención que no supiera quién es Bansky habiendo sido Ministra de Cultura.

Había más que ver. En la segunda parte del reportaje hemos visto cuadros. De esos que cuelgan en los museos y también de los más personales. Se han detenido en el de Pecas, su perro que fue atropellado.

Siguiendo con el terreno personal, han llegado a las fotos de su boda y ahí Esperanza le ha enseñado a Susi que no se puede preguntar si una llegó al altar casta y pura. También fotos con Bill Clinton, el Papa, Juan Carlos I… “Pareces el mocito feliz”, le decía Susi.

Hemos descubierto que ha hecho el camino de Santiago a caballo o que es una crack del golf que acumula mogollón de trofeos. Lo que no se esperaba la ex presidenta de la comunidad de Madrid es que Susi acabara el reportaje haciendo su propio grafiti en la fachada de su casa, una gaviota con tiza que ha tenido que acabar borrando con un trapo que Esperanza le ha sacado de su casa.

Surrealista, como todo lo que hace Susi Caramelo, pero que tanto gusta.