Llega ‘El club de los autores criminales’, la continuación de la película que ha triunfado en Netflix, a ritmo de Carolina Durante o Hinds

El club de los lectores criminales, protagonizada, entre otros, por Álvaro Mel, ha sido todo un éxito no solo en España sino a nivel global en Netflix. Ahora llega en papel la segunda parte. Carlos García Miranda continua la historia, ahora en un retiro de escritores.

La pareja superviviente de la primera entrega vuelve a vivir una pesadilla y vuelve a surgir la desconfianza por culpa del payaso asesino. El slasher sigue cosechando seguidores gracias a este guionista de series como Los Protegidos o Física o Química. Hemos querido hablar con él, entre otras cosas, de la música que suena en la novela.

Como mencionas en esta segunda parte, esto de las sagas ya parece algo primordial en el Young Adult, ¿no?

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Sí. Yo no soy muy fan de las continuaciones en general. Yo empecé con una novela en la que lo dejé todo para una segunda y una tercera y lo que fuera, pero me la comí con patatas. Y desde entonces intento hacerlas más autoconclusivas. Pero sí es cierto que, con El club, hablando con mi editora, antes de saber que se iba a hacer una peli, y tiene más confianza en mí que yo mismo, me dijo que mejor dejarlo abierto por si había una segunda parte. Y ha sido orgánico hacerlo. En una continuación de slasher, los personajes no pueden repetir porque están muertes. Es una historia diferente en la que solo se repite algún personaje.

Alguno pensará que te has puesto a escribirla tras el éxito cosechado por la peli, pero lo cierto es que el año pasado ya la tenías lista.

La continuación la empecé a escribir incluso antes de tener claro si iban a hacer la película o no. Lo normal es que se opcionan los derechos de una novela, pero hasta que se rueda, si es que ocurre… yo he tenido otras novelas opcionadas que no han llegado a rodarse. Mientras estaba pensando en hacer el guion, yo tenía las notas y me lancé a ello.

Alguno de tus personajes dice que las segundas partes en terror tienen que ser más sangrientas, ¿a tu pareja no le crea inquietud que puedas encontrar tantas formas de matar?

Mi pareja sabe que es ficción, pero cuando leyó el manuscrito de la segunda parte hubo algún comentario de ese estilo. Es el código de un género muy en concreto, que es el slasher, que todo tiene un punto de artificioso. Los personajes están al servicio de la historia. El espectador o lector tiene un punto a favor de esa historia en la que se sabe que está viendo algo donde los personajes van a caer y, además, cada vez de una manera más sangrienta y espectacular y eso es parte del juego.

¿A qué edad vas a dejar a tus hijos que lean tus novelas?

Mi hijo ve al payaso y dice, este es el de la película de papá. No la ha visto, pero ha visto el libro rulando por casa con la faja de la peli. Y, además, hice varios pases en casa en los que él estaban, no viendo la peli, pero estaba por ahí. Se ha enterado. Espero que tarde en verla.

Por no hacer spoiler me voy a quedar con algunos detalles de esta segunda novela: Dices que los boomers son los únicos que hablan de mala literatura si están ante un bestseller. ¿La gente joven ya lo ha superado?

Creo que sí que hay diferencias generacionales. Creo que hubo un salto generacional entre los millennials y los boomer en el que en la generación millennial se hizo todo un refrito. Podías estar escuchando Kasabian y disfrutar, al mismo tiempo, de una canción más petarda. Lo podemos llevar a las tribus urbanas, antes estaban los grunge, los pijos… y ahora está todo más mezclado. Creo que ha habido más pastiche en las siguientes generaciones, con todo mi cariño a los boomers, que yo estoy ahí muy cerca, estoy limítrofe.

También aseguras que, en la literatura de hoy en día, para evitar la cultura de la cancelación, tienen que tener todos los colectivos representados… ¿Están las reglas tan marcadas?

Hoy he visto a un periodista que le pregunta a un cineasta danés en Venecia, que por qué en su película no había diversidad cultural. Pero es que está ambientada en 1750…tú me dirás qué diversidad quieres que haya. En la segunda parte juego a poner en boca de algunos personajes que hace falta una cuota de diversidad y no me atrevo a juzgar si eso es positivo o negativo y tampoco me atrevo a decir si eso lo exigen realmente o los propios autores se lo imponen. Lo cierto es que yo ayer estaba viendo una serie de dibujos con mi hijo y había una chica asiática, el protagonista era de otra raza y había otra chica que también entraba en ese espectro de diversidad. Está claro que hay un cambio que era necesario. Pero de eso a exigir diversidad en una película danesa ambientada en 1750 hay un trecho.

Hablas en la novela del fenómeno del fanfic… ¿Has leído alguno que te haya sorprendido realmente?

No he leído muchísimo. Cuando escribí la primera parte sí buceé más en Wattpad y estuve leyendo fanfics de Stephen King y había cosas bastantes guays. Me parece que a nivel estructura es muy difícil escribir cada semana un capítulo sin saber a dónde vas y es fácil perderse. Pero no hay que olvidar que 50 sombras de Grey fue un fanfic de Crepúsculo y mira hasta dónde llegó.

Little Bitty Prety One de Thurston Harris, un rock&roll de 1958… ¿qué significa esta canción para ti?

Esa canción está ahí por Cristine de Stephen King, en realidad. Pero he de decir que me encanta y tengo un vinilo recopilatorio de éxitos de la época y lo tenía. Y tiro mucho, cuando estoy escribiendo, de bandas sonoras similares. Fusilé las bandas sonoras de Scream, acabé harto de ellas, ya no las he vuelto a escuchar.

En esta segunda novela suena Hinds, Carolina Durante, Kasabian… ¿gustos personales?

En el caso de Hinds es que Carlota Cosials ha sido mi actriz en Los Protegidos y amo su grupo. En las dos temporadas de Los protegidos hay un tema, en cada una de ellas, de su grupo. Admiro mucho la música que hace Carlota. Kasabian era un guiño a la primera película y Carolina Durante, es que soy fan, me encantan.

También hay Blondie y The Cure… ¿Clásicos para una novela juvenil?

Me sonaría un poco falso poner Bad Gyal porque no lo escucho. Entiendo que mis personajes lo podrían escuchar, pero yo no soy mis personajes. The Cure siempre ha sido uno de mis grupos, con mi chica he compartido conciertos y tenemos incluso un single enmarcado en la pared firmado por Robert Smith. Y Blondie, es un grupo punk de la época que a mí me gusta mucho.