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Crónica: El Jardín de las Delicias 2023, una experiencia festivalera mágica llena de música
El 22 y 23 de septiembre, la Ciudad Universitaria de Madrid ha vuelto a coger esta gran experiencia
Hace un año disfrutaba de uno de los mejores festivales de mi vida y eso me hizo tener claro que volvería: este fin de semana he cumplido con mi promesa. Resumir en una palabra lo que ha sido la cuarta edición del Jardín de las Delicias 2023 me parece todo un reto y algo que solo podría definir con increíble, -aunque todo se le quede corto-.
Reconozco que el cartel ya apuntaba maneras de ser toda una aventura musical increíble, pero es cierto que sabía que la experiencia no iba a defraudar, y no lo ha hecho. Las Marlenas eran las encargadas de abrir el festival y de sacar a la Gitana que llevamos dentro y de recordarnos que No hay verano sin beso. El flamenquito llegó al escenario Endesa de la mano de Raule y su Tour Limbo y, a pesar de que eran las 17 horas, el público fue puntual a su cita y coreó cada una de sus canciones.
Irse del escenario principal era difícil, lo reconozco. Y es que, entre artista y artista, Óscar Martínez fue el encargado de ponernos a bailar como si no hubiera un mañana... y vaya si lo ha hizo nuestro Dj de LOS40. Las tortugas de Maldita Nerea llegaron a media tarde y nos recordaron esa niñez que vivimos con ellos en Un planeta llamado Nosotros, No pido tanto idiota o En el mundo genial de las cosas que dices.
Cogiéndole el testigo a su hermano, este año era Sidecars quien se subía al escenario y nos hacía un Amasijo de huesos. Momento icónico el que Juancho nos regaló con Dani Fernández. Pero el plato fuerte de la noche era Vetusta Morla y la banda hizo un repaso a su carrera, tocando canciones como 23 de Junio, Maldita dulzura, Valiente, Copenhague y Los días raros, entre otras. Para cerrar el primer día, Dorian nos hizo viajar a Cualquier otra parte.
El segundo y último asalto
Claro que las expectativas después de todo lo vivido el viernes eran altas, pero no hay nada imposible para el Jardín de las Delicias. Con el cartel de sold out colgado, el segundo y último asalto del fin de semana se venía fuerte y el escenario Bosque fue el responsable de inaugurar este día: Cheti, Mafalda Cardenal, Inazio, Mamö 040, Nacho Campo y Ardiya , eran algunos de los artistas que iban a amenizar esta zona tan icónica del festival.
Ni las horas, ni el calor impidieron el calentamiento de motores por todo lo alto. Y es que bien sabe Paula Mattheus de eso. La artista se subió al escenario Endesa y abrió sus alas para llevarnos a su mundo. Tras más de media hora, le cedió el puesto a Sofía Ellar que sacó su amor de anticuario a relucir y se encontró con un público entregadísimo que coreó sus canciones de principio a fin. Tras ella, llegó al escenario principal Pol Granch con su energía y su Tiroteo.
Lo mejor estaba por llegar y las más de 50.000 personas que se reunieron ayer en Ciudad Universitaria lo sabían. Era el turno de Pignoise y el grupo supo teletransportarnos a esos maravillosos años para cantar temas como Por verte, Te entiendo, Estoy enfermo, Sube a mi cohete y Nada que perder.
La actuación sorpresa que durante tantas semanas se había escondido en el cartel llegaba al escenario principal: era Camela para hacernos zarpar en el amor. Por segundo año consecutivo, Taburete hizo saltar las Sirenas con su Belerofón y nos activó los 5 sentidos. El plato fuerte de la noche llegaba al escenario Endesa, era Melendi, el que nos gusta: Un violinista en tu tejada, Tu jardín con enanitos, La promesa, Barbie de extrarradio y Canción de amor caducada, entre otras fueron las encargadas de hacernos perder la voz durante más de una hora.
Pero un cierre de festival como el Jardín de las Delicias solo puede hacerse por la puerta grande y con Juan Magán para recordarnos que han sido dos días increíbles.
Pd: la resaca emocional será dura...
Estela Alba Hoyos
Redactora de LOS40. Al pie del salSEO. Si no...