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El tamaño sí importa: ¿Deberían pagar más por aparcar los coches más grandes?
Ciudades francesas como París o Lyon empiezan a aplicar una medida que tiene como objetivo penalizar los vehículos que ocupan más espacio en la calle.
Se calcula que un coche pasa el 95% de su vida útil detenido. En muchos casos, ocupando un valioso espacio público en la calle. Es por ello que las autoridades de algunas ciudades francesas, como París o Lyon, han anunciado que a partir del año que viene comenzarán a aplicar una medida drástica: cuanto más grande sea el coche, más pagará su dueño por aparcar en la calle. Una iniciativa que ya se lleva a cabo en ciudades como la canadiense Montreal y que invita a abrir un debate en España.
Se da la circunstancia de que, en nuestro país, los coches cada vez son más grandes. En los últimos años, la presencia en las calles de los llamados SUV (siglas de Sport Utility Vehicle, vehículo utilitario deportivo similar a los todoterreno) se ha disparado: sus ventas se han multiplicado por cuatro en sólo 10 años y a día de hoy seis de cada 10 coches que se venden ya son de ese tipo. Para muchos, un auténtico símbolo de estatus.
Cuando te mueves en bicicleta resulta enormemente hostil y amenazante pedalear entre monstruos de estas dimensiones
“Están por todas partes”, se queja Álex, repartidor que se mueve a diario en bicicleta por las calles de Madrid. “Y, por algún motivo, sus conductores se crecen al volante: debe ser porque están más altos y se sienten más poderosos”, ironiza. “Más allá de bromas, o de que me gusten o no, creo que es ridículo usar un todoterreno de esos para moverte por la ciudad. De hecho, cuando te mueves en bicicleta resulta enormemente hostil y amenazante pedalear entre monstruos de estas dimensiones”.
Ese es precisamente el quid de la cuestión. En un momento en el que son cada vez más las voces que invitan a hacer un uso más racional del vehículo privado, e incluso a aparcarlo para dar prioridad al transporte público o medios de transporte limpios como la bicicleta, muchos ciudadanos optan por este tipo de grandes utilitarios, y a menudo para realizar trayectos que perfectamente podrían recorrerse de otra manera: la mitad de los desplazamientos urbanos en coche son inferiores a cinco kilómetros, y el 30%, de menos de tres.
El tamaño importa
“La cuestión de los SUV urbanos es uno de los grandísimos absurdos de los últimos tiempos”, denuncia Carmen Duce, de Ecologistas en Acción. “Una gran campaña mediática orquestada por la industria de la automoción ha conseguido convencer a la gente de que es mejor comprar coches cada vez más grandes. Las familias son cada vez más pequeñas, y sin embargo los coches han duplicado prácticamente su masa y su volumen para hacer un funcionamiento similar. ¿Qué sentido tiene utilizar un vehículo de dos toneladas para mover a una persona de 80 kilos?”, se pregunta.
Tal y como denuncia la portavoz de Ecologistas en Acción, ese mayor tamaño “incrementa de manera muy notable el consumo de estos vehículos, independientemente de que se trate de combustibles fósiles o de electricidad, lo que hace que se crezcan también las emisiones de gases de efecto invernadero”. En ese sentido, “diversos estudios señalan que si el impacto de los vehículos SUV representase a un país, éste sería el sexto del planeta en materia de emisiones de CO2”, explica.
En España, la fiscalidad de los vehículos privados está relacionada con la potencia del motor, y no con su tamaño. Una manera de enfocar el problema que, en opinión de la portavoz de la organización ecologista, debería cambiar en la dirección que apuntan las autoridades de París o Lyon. “En las ciudades tenemos un grave problema con el aparcamiento”, recuerda Carmen. “Estos vehículos aparcan en la vía pública, en un espacio que es de todos, o en aparcamientos privados que, a menudo, se están quedan pequeños para albergar coches tan grandes”. Quizá es hora de volver a replantearse si el tamaño, a la hora de moverse, es realmente tan importante.