Especial
A tiros en Monfragüe: el permiso para cazar en el Parque Nacional tensa la relación entre el Gobierno autonómico y central
A partir de la semana que viene, los cazadores podrán abatir jabalíes con el pretexto de controlar su población.
Con 18.396 hectáreas ubicadas en pleno corazón de la provincia de Cáceres, el Parque Nacional de Monfragüe es una de las grandes joyas del patrimonio natural extremeño. De hecho, fue el primer espacio protegido de la comunidad autónoma: el 4 de abril de 1979, tras varios años de lucha para evitar que las plantaciones de eucaliptos se hicieran con el lugar amenazando la flora autóctona, fue declarado parque natural, en una de las grandes victorias históricas de los conservacionistas. Debido a la gran riqueza de flora y fauna del enclave, fue reconocido también como reserva de la biosfera por la Unesco en 2003. Cuatro años después, en 2007, alcanzó la categoría de Parque Nacional.
Hoy, Monfragüe vuelve a estar en boca de todos. El motivo: las intenciones del gobierno autonómico, presidido por la popular María Guardiola, de permitir la caza dentro de los límites del parque. Si nada cambia, a partir de la semana que viene los cazadores podrán abatir jabalíes, bajo el pretexto de controlar la sobrepoblación de estos animales.
El anuncio fue hecho por la propia presidenta el pasado 17 de septiembre, durante la Feria de Caza y Pesca de Badajoz, ante el regocijo de los cazadores. “Se trata de cambiar los actuales sistemas de control poblacional sin respeto alguno por los animales, por la caza tradicional mediante batidas sin perros realizadas por las sociedades locales de cazadores de los pueblos que forman parte de Monfragüe”, anunció Guardiola en el citado evento. A la cita acudieron la consejera de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Sostenible, Mercedes Morán (PP), y la consejera de Gestión Forestal y Mundo Rural, Camino Limia, de VOX, partido con el que el PP gobierna en la Junta de Extremadura.
"Permitiremos la actividad cinegética en Monfragüe. Y lo haremos dentro de la legalidad", asegura Guardiola
La iniciativa no gustó al Gobierno central. Al día siguiente, la ministra de Transición Ecológica en funciones, Teresa Ribera, le dedicó unas palabras a Guardiola en su cuenta de X, antes Twitter. “Buenas tardes, presidenta. La ley prohíbe la actividad cinegética en parques nacionales. Los plazos de entrada en vigor de la prohibición, aprobados por Mariano Rajoy. No sé si se refiere a cambios en el plan de gestión, que han de ser compatibles con la ley y con ok de todos. Un saludo".
La respuesta por parte de Guardiola no tardó en llegar. Apenas dos horas después, la popular escribía en la misma red social: "Buenas tardes, ministra. Sí. Permitiremos la actividad cinegética en Monfragüe. Y lo haremos dentro de la legalidad. La caza para el control poblacional, y sin fines comerciales ni deportivos, es compatible con la normativa estatal y autonómica. Usted debe saberlo".
Lo que dice la ley
¿Quién tiene razón desde un punto de vista legal? En principio, hay algo de verdad en ambas partes. La normativa del parque prohíbe de forma explícita la caza, tanto deportiva como comercial. Así lo indica la Ley 1/2007, de 2 de marzo, de declaración del Parque Nacional de Monfragüe. A nivel nacional, la Ley de Parques Nacionales 30/2014 estableció que la actividad cinegética es incompatible con estos espacios de máxima protección. Pero al mismo tiempo, la norma estatal también especifica que “la administración gestora del parque nacional podrá programar y organizar actividades de control de poblaciones y de restauración de hábitats de acuerdo con los objetivos y determinaciones del Plan Director y del Plan Rector de Uso y Gestión”.
Para los ecologistas, esta salvedad es “una trampa”. Así lo considera Theo Oberhuber, cofundador de Ecologistas en Acción y una de las personas que más y mejor conoce el reverso de la caza en España. Para Theo, en el caso de Monfragüe “haría falta un informe científico y técnico en el que se especifique cuáles son los problemas de sobrepoblación y cómo está afectando a la flora y a la fauna del parque, algo que hasta ahora no se ha hecho a nivel público”, denuncia. “Igual ni lo tienen”.
En segundo lugar, recuerda Oberhuber, “el control de poblaciones, cuando es necesario realizarlo, hay que hacerlo con técnicos y especialistas. Hasta ahora lo hacían técnicos de Tragsa con herramientas como las jaulas trampa. Los cazadores lo que hacen es disparar sin fijarse en si es un macho o una hembra. Todos hemos visto casos en que cazadores que en principio estaban cazando jabalí matan un lince o incluso con una persona. Eso demuestra la incapacidad de los cazadores de realizar ese tipo de tareas de control de población.