Especial
Manuel Ríos, uno de los creadores de ‘Compañeros’, celebra su 25º aniversario: “En la época actual hubiera sido una locura”
Recuerda algunas anécdotas de la serie y nos desvela las sorprendentes recomendaciones que le hace Netflix
Manuel Ríos San Martín acaba de publicar El olor del miedo, una novela de acción en la que nos plantea reflexiones sobre los límites a la hora de equiparar animales y humanos. Todo empieza con el asesinato de una elefanta blanca, emblema de un zoo. Su veterinaria se lanza en una investigación paralela a la policial para dar con el criminal. El resultado es una historia trepidante y adictiva que nos lleva por diferentes temas como la obsesión por la descendencia o la convivencia de diferentes generaciones.
Y es que si algo sabe Manu Ríos es contar historias, lleva haciéndolo muchos años. Además de hacerlo en la literatura, también lo hace en las pantallas. Su nombre forma parte del selecto grupo de guionistas y creadores de series de nuestro país.
Sin duda, una de sus obras más importantes fue Compañeros que este año celebra su 25º aniversario. Una serie que marcó a toda una generación y que sigue recordando con mucha nostalgia, él el primero. Aprovechando la promoción de su novela, no pudimos pasar la oportunidad de ponernos en mood remember.
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Sería imperdonable hablar contigo y no hacer alguna referencia a los 25 años de Compañeros que celebrabais el pasado marzo. ¿Qué es lo que más se habla en vuestro grupo de whatsapp o como en esa época no había whatsapp no lo tenéis?
El grupo de chavales sí que lo tienen, se llevan muy bien. Y yo les sigo viendo. Eva, cada vez que viene a Madrid, porque vive en Barcelona, comemos juntos. Con ella tengo mucha relación, también con Rellán y con el resto sigo teniendo buena relación, María Garralón, Beatriz Carvajal… y el grupo de chavales yo diría que cada mes y medio, dos meses, yo creo que se ven, 25 años después, es que se llevan muy bien.
¿Qué supuso para ti esa serie?
Mucho, mucho. Yo con El Fary aprendí muchísimo porque es la primera que empecé a dirigir. Pero Compañeros fue un salto al éxito más personal porque, aunque las series son muy de equipo, yo luego dirigí la película y eso hace que destaques, y fui productor ejecutivo de 90 capítulos, sí que fue como un proyecto más personal. Aprendí muchísimo y me dio cierta visibilidad que no era normal para un guionista en esa época.
Era una época todavía sin redes sociales. De haberlas habido, ¿habría habido mucho salseo?
Habría sido una locura. No había redes sociales, pero sí había internet. Hicimos una web de Compañeros que estaba muy bien y que tenía un tráfico bestial. Un capítulo de Compañeros acababa con un experimento muy curioso. Había un momento en el que secuestraban a una persona y, de final, se ponía una web en pantalla que remitía a algo más que habíamos grabado. Se lo propuse a Antena 3 y me dijo que sí y colgamos ese vídeo extra en la web. Nadie preguntó nada, era otra época y éramos muy libres. ¿Qué ocurrió? Que a las 8 de la mañana me llama el director de ficción de Antena 3 y me dice, ‘¿qué hemos hecho? Se ha colgado Antena 3, hemos bloqueado todo el servidor’. En el año 2000 bloqueamos el servidor de Antena 3. A lo mejor era que habían entrado 50.000 personas, pero no estaba mal para la época. No pasó nada, la web volvió a funcionar y fue un experimento interesantísimo que, si hubiésemos estado en la época actual, Compañeros hubiera sido una locura.
¿Cuántas veces has cantado en la ducha No te fallaré?
Canto fatal, pero soy atrevido. Canto en el coche y mis hijos se mueren de risa. Me dicen, ‘papá, es que no pegas una’. Ya, pero el entusiasmo también cuenta.
Eva Santolaria debe ser como parte de tu familia con la implicación que tuviste en la serie y la película, ¿alguna vez la has imaginado como alguna de tus protagonistas?
No y no por ella, sino porque no suele poner cara a mis personajes, no me sale. Tampoco lo voy a forzar. Pero vamos, que seguro que podría interpretar a alguno.
De tu extensa filmografía, ¿con qué serie te quedarías?
Compañeros siempre tengo que decirlo por obligación y porque me gustó mucho. Y a mí me gustó mucho especialmente Rescatando a Sara, con Carmen Machi. Es la historia de una chica que se enamora de un árabe y se separan, tienen una hija y el árabe secuestra a la niña y se la lleva a Irak en plena guerra del Golfo. Era una historia real y conocía a todas las personas implicadas en ese hecho y era una historia muy dura que creo que supimos contar muy bien. Se la proyectamos a la familia y ahí lloró hasta el apuntador. Pero se quedaron contentos y agradecidos porque lo habíamos contado con mucho respeto.
A una persona que siempre ha estado metido en la ficción, ¿qué le recomienda Netflix?
Mi suegra se ha quedado con mi cuenta y no hace más que ver series turcas y series coreanas. Y estoy desesperado. Acabo de crear un perfil nuevo. En verano he visto muy pocas cosas y entré el otro día y vi todo series coreanas y me enteré que estaba compartiendo cuenta con mi suegra.
¿Últimamente qué te ha llamado la atención a ti que supongo que ves las series con tu visión de guionista?
He visto muy poco. He visto varios documentales de animales, hay uno que creo que está en Movistar+ para el que han reconstruido cámaras en cuerpos de animales. Han hecho un delfín, que está fenomenal hecho, y le meten cámaras en los ojos y una cría de ballena gigante y se meten en manadas de delfines y van nadando con ellos. No los atacan ni les hacen nada, está muy bien hecho. Hay unas imágenes muy bonitas de un ballenato que se les acerca y empieza como a jugar y a hacer como bailes.
Vamos, que no eres de los que se pone los documentales para dormirse.
Normalmente trabajo en casa y me echo una siesta de 15 minutos casi todos los días y siempre pongo un documental de animales. A veces me da rabia porque me lo pierdo, pero entonces, le doy para atrás después.
Tú tienes un par de novelas en proceso de adaptación, ¿te implicas?
Totalmente, yo tengo por contrato que lo tengo que hacer yo, al ser mi medio. Tengo mucho amigo escritor al que le han adaptado novela y en general se enfadan siempre. Y si soy yo, no me preocupa cambiar cosas y en una que tengo más trabajada, he cambiado mucho. Ya lo he contado como novela y, aunque digan que mis novelas son muy visuales, son medios distintos. En las novelas, los pensamientos interiores son pura acción, son lo que te mueven. Y en una serie, los pensamientos interiores no hay manera de reflejarlos, entonces tienes que apoyarte más en la acción de los personajes. En el momento que te pones una gorra y te quita otra, yo cambio mucho.
Y, ¿en qué proceso están Las huellas del mal y Donde haya tinieblas?
Están las dos con los derechos vendidos, estoy trabajando en la adaptación y tengo la esperanza de que el año que viene una de las dos por lo menos acabe siendo producto audiovisual, ya veremos si serie o película.
Cristina Zavala
Periodista enamorada de todo el entretenimiento. Enganchada a la tele, los libros, los últimos lanzamientos...