Aurora Guerra (‘Escándalo, relato de una obsesión’ o ‘Mía es la venganza’): “Pese al esnobismo, lo que la gente quiere ver son telenovelas”

Aurora Guerra es una de esas mujeres que empezó a trabajar con 19 años en el sector audiovisual y, con el paso de los años, ha logrado convertirse en una de las imprescindibles de ese sector. Ha sido la creadora de series como El secreto de Puente Viejo, Escándalo, relato de una obsesión o Mía es la venganza, con las que ha ido encadenando polémicas.

Pero, además de escribir guiones y dirigir series, también encuentra tiempo para escribir novelas. Acaba de lanzar La cárcel de aire en la que cuenta la historia de una agarofóbica millonaria y obsesionada con los cuadros de paisajes, un elegante ladrón de guante blanco que la surte de obras y una choni a la que él tiene que transformar en una ladrona refinada y de la que acaba enamorándose. Pero hay algo más que les une y que tiene su origen en el pasado.

De sus dos facetas, la literaria, pero, sobre todo, de la audiovisual, hemos hablado con ella.

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Alexandra Jiménez y Luis Rallo se han involucrado en la promoción de tu novela, pero, ¿la han leído?

Es verdad que en esta profesión tenemos contacto con mucha gente y hay gente que te da un regalo que es conocerles y de Álex y Luis me he hecho muy buena amiga. Estuvimos en Valencia mucho tiempo rodando, la cría que es una monada, viven más o menos cerca de mí y nos hemos hecho amigos y lo grabaron encantados de la vida. No la han leído porque todavía no les había llegado.

Escándalo, relato de una obsesión sacó tu nombre de las sombras en las que a veces permanecen creadores y guionistas audiovisuales, ¿qué supuso para ti todo el revuelo que causó?

Lo viví muy tranquila. Viendo la que se lía en redes con cualquier cosa y habiendo esta competencia tan feroz que hay en lo audiovisual y la literatura, dije, publicidad gratis. Se pusieron a hablar y a mandarnos a todos a la pira, cuando no había salido la serie. Estaban hablando por algo que no conocían por un tráiler o una frase que había salido. La serie no va de eso, no va de pederastia, va de problemas mucho más complejos. No es una mujer de 40 que se enrolla con un chaval de 15, no. Eso pasa, pero hay un porqué de las cosas.

Luego salió la serie y las críticas dieron la vuelta completamente, te sentirías super orgullosa, supongo.

Sí, sí, la serie luego tuvo buenísimas críticas. Es un poco como ‘te lo dije’. El trabajo de Álex es increíble, pero es que también el de todos los actores, que no eran muchos y pudimos trabajar mucho. Fernando Lindez; Antonio Gil, que me decía que le había arruinado la imagen con esos chalequitos; Víctor Duplá, que es todo lo contrario a un maltratador y un tío gilipollas; Carlos Serrano, ese señor político, era un señoro. Estuvo muy bien que luego la gente rectifique.

Supongo que esos días, vuestro grupo de whatsapp ardería, ¿no?

Claro, con los dos directores, Jorge Saavedra y Diana Vázquez, lo mismo. Pero, ¿qué están diciendo? En el fondo nos hacía mucha gracia cuando hablaban de apología de pederastia, vamos a ver, en qué momento.

Mía es la venganza tampoco ha estado exenta de polémica, ¿cómo has asimilado todo lo sucedido?

Y la anterior la de los militares, a ver si la siguiente va de algo tranquilito, un feel good, de chicas que se enamoran. Pero sí, sí, Mía es la venganza también tuvo su aquel, se cortó muy rápido la serie.

Eso produce, ¿enfado, decepción…?

Realmente, como había dejado la serie… Me metí a hacer esta serie porque era un encargo y tengo muchos años de experiencia en esto y el equipo que lo hacía también y hay que dejarle trabajar. Estas series tan largas hay que dejarlas esponjar un poco, no se vende todo en el primer capítulo, hay que dejar que tengan su ritmo, se rentabilizan con mucho tiempo… como yo realmente ya me había ido de la serie y de la productora, lo viví de otra manera y, además, intenté desligarme para no frustrarme y decir, ‘ostras, con todo el trabajo que hemos hecho’. Pero el mundo del audiovisual es así de cruel, así te lo digo.

Supongo que la gran escuela de todo esto fue El secreto de Puente Viejo que duró una eternidad y tuvo una acogida que ya quisieran todos, supongo que tuvo que ser la mejor escuela, ¿no?

Totalmente. Todas mis amigas cuando estaban embarazadas la veían. Estás tranquilamente en tu casa y es lo más entretenido. Es la mejor escuela del mundo. Una vez que sobrevives a una diaria puedes hacer cualquier cosa en el audiovisual. Fue complicado, y mira que Fuerza de paz fue complicadísimo, porque una serie de acción, militares, no paraba de llover, fue muy complicado. No tienes presupuestos para hacer un thriller de acción y fue muy complicada, pero una diaria, muchísimo más. Quien desprecia las diarias es porque no las ha hecho.

Ahora este tipo de series de sobremesa están salvando muchas audiencias, ¿al final volvemos a lo de siempre?

Volvemos a… no sabes la de gente que me pide diarias. Si me sale una diaria porque tengo una idea, fenomenal, pero sí es verdad que ahora me gustaría contar otras cosas que no se pueden contar en una diaria tampoco.

Últimamente también se ha vivido un auge de la telenovela, ¿lo entiendes?

Yo creo que pese a todo el esnobismo y nariz arriba que se pone en el tema este del audiovisual, en el fondo, es lo que la gente quiere ver. Si ves Succession es un culebronazo como la copa de un pino. Al final, de las series, lo que te enganchan son las bajezas humanas y sus relaciones y son series que enganchan mucho, son muy adictivas.

Has hecho muchas series y de muchos tipos, pero, ¿cuál es tu niña bonita?

Escándalo y Fuerza de paz, la verdad. Las dos creo que son series muy redondas. Fuerza de paz creo que se merece otra vida porque aún no está en plataformas y está en la web de TVE, pero creo que se merece otra vida porque fue un trabajo de equipo brutal. Y Escándalo me parece una serie muy redonda. Luego, tengo mucho cariño a una serie que hice hace mucho tiempo, que no es creada por mí, que se llamaba Génesis, en la mente del asesino, estaba en Cuatro, era de crímenes a saco y me encantaba. Abríamos un capítulo, de repente, con un ojo pinchado con un tenedor, me encantaba. Carnaza, soy un poco gore, la verdad.

¿A ti qué te recomienda el algoritmo de Netflix?

Tenemos varias cuentas, pero como a veces se meten mis hijos, a veces me recomiendan cosas que flipas mucho, pero, en general, de repente realities shows de estos que hay tipo el marido de mi hija es bombero y quiero que se case con no sé quién. Como tengo que ver de todo, aunque sea tangencialmente, últimamente me salen muchos romances tipo feel good, tipo Wattpad. Como cotilleo todo, de repente me recomiendan cinco de estas de amores adolescentes.

Hace unos años, la figura del guionista era bastante más desconocida que ahora. Ahora empiezan a surgir nombres e, incluso, femeninos: Abril Zamora, Laura Caballero, tú…

Sí, pero ha costado mucho y ha costado mucho que los creadores de contenido de series podamos acceder a la producción ejecutiva. Yo estuve mucho tiempo haciendo la producción ejecutiva de Puente viejo y no salía en créditos. Era una figura incluso molesta en el plató o el rodaje, que estuviéramos en el rodaje. Yo empecé con 19 años en esto y ha costado mucho que a nuestra opinión se le dé el valor que tiene. Si tú creas una historia y escribes sobre ella, vas a tener todos los palillos en la mano para saber cómo levantarla. Ha costado y que seamos mujeres, también.

Tú que están siempre rodeada de actores, ¿ya has pensado en el casting para los personajes de tu novela?

No tengo el casting ideal, porque, además, tienen un físico muy determinado. Carlota tiene un físico muy determinado. Hay actrices españolas que a mí me maravillan y están en la edad de treinta y tantos. A lo mejor Silvia Alonso, que me encanta y podría hacer de Lula, con otro pelo. No he hecho un casting imaginario.