Dani Fernández: “Vamos a hacer un parón de un tiempo. Siempre hay que echar de menos”
Este 22 y 23 de septiembre, la Ciudad Universitaria de Madrid se ha vuelto a llenar de música con el Jardín de las Delicias 2023
Desde hace unos días, la resaca postvacacional se ha apoderado de todos los cuerpos, pero los amantes de los festivales bien saben que, si hay un encargado de poner el broche de oro al verano, ese es el Jardín de las Delicias. Este fin de semana la música, la magia y el buen rollo han vuelto a inundar la Ciudad Universitaria de la Universidad de la Complutense de Madrid, ¡y de qué manera!
Claro que, viendo el cartelazo que nos tenían preparado con artistas de la talla de Vetusta Morla, Melendi, Marlena, Camela, Dani Fernández y Juan Magán, entre otros, era imposible que la experiencia no fuese única. Aunque cuando hablamos de este festival, lo importante y lo llamativo no es solo lo musical.
El encanto que engloba al Jardín de las Delicias ya se respiraba en el ambiente con solo cruzar la pasarela y sumergirse en su característico bosque con elementos decorativos reutilizados del año anterior. Carteles con frases que ya nos adelantan algunos de los grandes éxitos que íbamos a poder escuchar durante los dos días en el escenario Endesa y el Bosque y un abanico que, además de ayudarnos a no perdernos ningún temazo con los horarios de cada concierto, se le podía dar otro uso, convirtiéndose en una planta para que la espera hasta la próxima edición sea más amena.
Música, magia y amigos
Pero vayamos a lo importante, que la música fluya y que nada influya de la mano de nuestrxs amigxs, no sin antes reponer fuerzas en la barra sostenible con responsabilidad canjeando nuestros vasos de cartón usados por una consumición, porque llega el momento de inaugurar Jardín de las Delicias 2023.
Marlena era la encargada de dar el pistoletazo de salida a la cuarta edición en el escenario Endesa, este año más eléctrico que nunca. El calor y las horas no impidieron que su público más fiel se perdiera su show y que disfrutaran de la que para las artistas es su canción favorita, Bailamorena: “Es muy importante explicar el momento terapia y el momento antibullyng en redes”, decían en primicia a Cris Regatero. Pero la cosa no quedó ahí y ambas aprovecharon para anunciar su próxima gira con parada en La Riviera el próximo 15 de febrero en pleno directo.
Al mismo tiempo, en el escenario Bosque se vivía otra experiencia con cantantes como Besmaya, Lemot, a quien también vimos crear una escena mágica con Maldita Nerea, Yoly SAA, Barce, Mickey Pavón y Pablo Bustos, entre otros.
Cantar, bailar, fotografiarse en cada esquina del recinto, aprovechar cada parón para reponer fuerzas en las zonas de descanso, equilibrar el pH reutilizando los vasos de cartón ambientados en el festival... todo se podía hacer mientras llegaba el turno de Raule y su flamenquito de Jerez. El disfrute de la música en directo y la conexión entre artista y público nos llevó a ponernos el caparazón con El secreto de las tortugas de Maldita Nerea y a hacernos un Amasijo de Huesos con Sidecars.
Pero lo mejor todavía estaba por llegar en este primer asalto y, después de un break para cenar y recargar energía, llegaba el momento de viajar a Copenhague con Vetusta Morla y de poner en práctica el Plan fatal de Dani Fernández antes de que el artista se tome un descanso: “Vamos a hacer un parón de un tiempo. Siempre hay que echar de menos”, decía el artista a nuestra locutora de LOS40. El fin del primer día solo podía ser en el escenario Endesa con A cualquier otra parte con Dorian, tus amigos y la resaca emocional de una primera jornada a la altura de lo que se esperaba.
Broche de oro al verano
El cartel de sold out era un preámbulo de lo que se avecinaba para este segundo y último asalto en el Jardín de las Delicias 2023. La cuarta edición venía pisando fuerte y, por si a alguien no le quedó claro el viernes, el sábado era la oportunidad perfecta para terminar de dejarse la voz.
Aterrizando en el festival, evitando atascos con el bus eléctrico y recobrando la magia del día anterior, de nuevo era una mujer la que abría sus alas y llegaba al escenario Endesa para abrir el cartel: no era otra que Paula Mattheus. El testigo lo cogió Sofía Ellar, quien brilló con su mítico Amor de anticuario y creó una conexión brutal con el público en Segundas partes entre suicidas: "He hecho así con el micro y no podía volver a mí, no había retorno, tenía como un imán. Digo, igual se la cantan entera", manifestaba a Cris Regatero. La Ciudad Universitaria tenía ganas de música y en el ambiente ya se respiraban las ganas de Tiroteo de Pol Granch.
Los abanicos con doble vida de nuevo se hicieron los mejores aliados de todos los festivaleros que sobrellevaron el calor bebiendo agua potable (eso sí, siempre con responsabilidad) mientras esperaban a Pignoise impacientes: ¿El resto? Un espectáculo de más de treinta minutos dejándonos la voz e incluso creando un desafío con el público para que quien subiera el mejor vídeo del concierto, fuera el primero en conocer su próxima colaboración. Incluso el propio grupo ha calificado el momento de Nada que perder como un momento de “explosión”.
La actuación sorpresa fue durante muchas semanas una incógnita, y no era para menos, el Jardín de las Delicias entero se cayó cantando Cuando zarpa el amor versionado en acústico, algo que Camela ya se esperaba. Taburete puso en pie a los más de 50.000 music lovers cerrando su conciertazo con Caminito a Motel y dando paso al mítico Melendi o “Milindri”, como él mismo se presentó (y el público coreó).
Tras casi dos horas de concierto donde puso al Jardín entero patas arriba y creó una conexión brutal el asturiano con los festivaleros, quienes consiguieron que cantara El Nano, el broche de oro al final del verano lo puso Juan Magán. El artista se subió al escenario e interpretó un sinfín de clásicos con los que más de uno de los allí presentes recordó más de una Noche de Estrellas.
Estela Alba Hoyos
Redactora de LOS40. Al pie del salSEO. Si no fuera periodista, sería catadora de sopas. Mi radar de...