Danza Invisible: más de 40 años encima de los escenarios
Considerada como una de las bandas de mayor éxito en los años 80 de nuestro país, forma parte de una de las etapas más importantes del pop español
Decir Danza Invisible es hablar de un grupo de amigos que, más de cuatro décadas después, siguen disfrutando cuando se suben al escenario para tocar juntos una música que, en sus orígenes impactó en la movida madrileña por sus influencias británicas y por la calidad de su directo.
Considerada como una de las bandas de mayor éxito en los años 80 de nuestro país, Danza invisible forma parte de una de las etapas más importantes del pop español. Liderada por Javier Ojeda, logró alcanzar el éxito masivo partiendo del lado más transgresor de la escena musical.
En 2022 se cumplieron 40 años de la publicación del primer disco de Danza Invisible, una banda que camino de su medio siglo de vida se siente “respetada en toda España”, asegura Ojeda.
En una entrevista con EFE, el cantante declara que sigue haciendo lo que le gusta. Ahora, con su gira en solitario y del mismo modo que llenaron estadios o teatros en los 80 del pasado siglo, el vocalista disfruta con un contacto más directo con el público.
El grupo ha lanzado temas que se han convertido en verdaderos himnos de la música, como Sin Aliento, Reina del Caribe, A este lado de la carretera o Sabor de amor. De hecho, es muy difícil hablar con Ojeda sin aludir a esta última, la canción emblema del disco A tu alcance (1988), que, aunque fue el segundo sencillo del álbum, se ha convertido en un clásico del grupo y del pop español.
“Hubo un momento que, cuando era más joven, pensaba que era algo que oscurecía a otras canciones mías”, pero hoy día “puedo decir que seguramente tiene mucho que ver con seguir haciendo lo que me gusta”, reflexiona Javier.
La repercusión del tema es tal que la afición del Atlético de Madrid la coreaba hace unos días cuando animaban al defensa Azpilicueta rescatando la letra el resto de la canción: “Azpilicueta, sabor de amor, pulpa de la fruta de la pasión”, bromea el cantante.
Música en la sangre
Que Javier Ojeda lleva la música en la sangre no es ningún secreto, por eso fue de esas personas que aprovechó la pandemia para crear, entre otras cosas porque “venía de una racha de muchísimas canciones, de muchos conciertos, y me puse a componer”, cuenta el cantante.
Pero como todo en la vida, la saturación no es buena: “2022 fue un año, para mí, excesivo, extenuante”. Ese año se conmemoraban los 40 años de Danza Invisible y, en el mes de julio, “les dije a los compañeros que necesitaba un descanso y que 2023 lo necesitaba solo para mí”.
De modo que el malagueño, que en 2024 cumplirá 60 años, disfruta ahora desplegando en solitario su propio estilo tras “una especie de locura colectiva, un año de locura”.
A este lado de la carretera, el documental
En 2021 se presentó el documental A este lado de la carretera, que repasa la trayectoria de la banda bajo la dirección de José Antonio Hergueta.
La cinta recoge el perfecto sueño de adolescencia de tener un grupo musical de amigos y ver los años pasar con cientos de actuaciones en directo, una veintena de discos y, lo más importante, ganarte con autenticidad y humildad el cariño y la buena vibración de un público que siempre les ha demostrado simpatía.
Un documental dirigido no solo a los seguidores de la banda, sino a todo aquel que le guste la época de los ochenta o la música en general y con el que el cuarteto al completo, Javier Ojeda (voz), Chris Navas (bajo), Manolo Rubio (guitarra y coros) y Antonio Luis Gil (guitarra y teclados), aprovecharon para recordar aquella época de los inicios, que arrancaron con ensayos en el sótano de un pub llamado El Capote.
Cuarenta años después, después de giras por toda España, de grabar en Manchester y de conseguir el disco platino al vender más de 120.000 copias, Danza Invisible sigue siendo una banda referente en la escena nacional y continúa inspirando a las nuevas generaciones.
Ana de la Morena
Periodista y redactora de LOS40 Classic.