Si eres más pobre, respiras aire más contaminado

Un estudio pone de relevancia la relación entre la clase social y la exposición a la contaminación ambiental.

Los ricos viven más (y mejor) que los pobres. / Peter Muller

No es ningún secreto: los ciudadanos que viven en barrios con un mayor poder adquisitivo viven más y mejor. Un ejemplo claro se ve en la ciudad de Madrid, donde los residentes en barrios de clase trabajadora como Vallecas viven, de media, tres años menos que los que lo hacen en el más acomodado distrito de Chamartín.

Ahora sabemos que la renta también influye en otras variables que, sin duda, están también relacionadas con la calidad de vida. Según un estudio realizado por la prestigiosa Universidad de Yale, en Estados Unidos, y publicado en la revista científica Nature Human Behavior, las zonas urbanas más desfavorecidas son, también, aquellas que están expuestas a una mayor contaminación ambiental.

La contaminación va por barrios.

La contaminación va por barrios. / Cesar Okada

Pero hay más. Según el profesor Kai Chen, que ha estado al frente de la investigación, no sólo existe un componente de renta, sino también racial: en Estados Unidos, tanto las minorías negras como las hispanas respiran un aire más contaminado que los ciudadanos blancos.

El estudio recogió datos de 3.000 condados de Estados Unidos

Para llevar a cabo el estudio, que se ha prolongado durante 15 años, Chen ha recogido miles de datos sobre muertes cardiovasculares y las ha relacionado con las concentraciones de PM2,5, las minúsculas partículas contaminantes (inferiores a 2,5 micras) que resultan más peligrosas para la salud, pues se acumulan en el sistema respiratorio y pueden acceder al torrente sanguíneo provocando graves enfermedades cardiovasculares. Chen y su equipo estudiaron casos correspondientes a 3.000 condados de Estados Unidos.

Mejor que en 2001

El estudio también arrojó noticias positivas: las concentraciones de partículas PM2,5 son inferiores a las que había hace dos décadas. Y eso se ha traducido, claro está, en una reducción de la mortalidad.Los fallecimientos directamente vinculados a la exposición a partículas PM2,5 se redujeron en un 34% entre 2001 y 2016.

Eso sí: pese a esa mejoría, las diferencias entre clases sociales y diferentes razas sigue siendo notable. Para la población hispana, la ratio de mortalidad es de 1,45 veces más alto respecto a la población blanca. En el caso de la población negra, la ratio de mortalidad asciende a 4,47 veces más en comparación con los blancos.