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¿Podría el cambio climático hacer desaparecer a sapos, ranas y salamandras?
El calentamiento global amenaza de manera especialmente grave a los anfibios, según un estudio que acaba de publicar la revista ‘Nature’.
El cambio climático es una amenaza para los seres humanos, pero también para muchas especies de animales. Y entre las que corren un peligro mayor, los anfibios como los sapos, las ranas y las salamandras, pieza clave en el equilibrio medioambiental, dado que se alimentan principalmente de insectos y son, a su vez, el alimento de pájaros, mamíferos y reptiles.
Esa es una de las principales conclusiones a las que ha llegado un estudio que acaba de ser publicado en la prestigiosa revista ‘Nature’, que incluso pone cifras a ese peligro de extinción. Según los investigadores, al menos el 40% de las especies de estos animales están amenazadas o en riesgo de extinción. Dicho de otra manera: dos de cada cinco anfibios podrían desaparecer.
Los anfibios son animales de sangre fría capaces de vivir tanto en agua como en tierra. Pero sus características físicas, especialmente el hecho de que no tengan plumas, pelos ni escamas que los protegen, los hace especialmente vulnerables a los cambios medioambientales, como las sequías o la degradación del hábitat en el que viven.
Sin escapatoria
"En muchos casos estos cambios se producen demasiado rápido como para que puedan adaptarse", ha explicado Kelsey Neam, experta del Grupo de Especialistas en Anfibios de la Comisión para la Supervivencia de las Especies de Unión Internacional para la Conservación en la Naturaleza (IUCN) y una de las científicas que ha participado en el estudio.
En apenas veinte años se ha documentado la extinción definitiva de cuatro de especies de anfibios
"A medida que el ser humano impulsa cambios en el clima y reduce la disponibilidad de hábitats donde pueden vivir, también se reducen las posibilidades de sobrevivir de los anfibios, ya que no pueden escapar al incremento de la frecuencia e intensidad del calor extremo, los incendios forestales, las sequías y los huracanes inducidos por el cambio climático", ha añadido Jennifer Luedtke Swandby, una de las autoras principales de esta investigación.
En el caso concreto de algunas especies de anfibios, ya no hay vuelta atrás. En apenas veinte años se ha documentado la extinción definitiva de cuatro de ellas: el sapo arlequín de Chiriquí de Costa Rica (Atelopus chiriquiensis), la rana diurna de hocico afilado de Australia (Taudactylus acutirostris), la rana de Guatemala (Craugastor myllomyllon) y la falsa salamandra de arroyo de Jalpa (Pseudoeurycea exspectata). Además, también se calcula que hay otras 27 especies calificadas en peligro crítico que se consideran ahora posiblemente extintas.