Nueva York: transporte público gratuito para luchar contra la contaminación y la desigualdad
La Gran Manzana pone en marcha una medida que afecta a varias líneas de autobús.
La contaminación generada por el tráfico a motor es uno de los principales problemas de las grandes urbes. Y combatirla no es sólo cosa de los ciudadanos: las administraciones también han de tomar cartas en el asunto para fomentar el transporte público, la movilidad peatonal o el uso de vehículos limpios como la bicicleta.
Nueva York quiere reducir la huella de carbono del transporte en un 85% para 2050
Es lo que parecen haber entendido en Nueva York, donde las autoridades acaban de poner en marcha un proyecto piloto que ya se ha llevado a cabo en otras ciudades como Boston o Kansas City, y del que a su vez podrían tomar nota otras grandes ciudades estadounidenses: la gratuidad del transporte público. En concreto, del autobús.
La medida, que se prolongará durante los próximos seis meses con posibilidad de ampliarse a un año, no afecta a todas las líneas, sino a cinco de las más importantes, una por cada distrito de la ciudad. Con ello, el estado de Nueva York avanza en el compromiso de reducir la huella de carbono del transporte en un 85% para el año 2050.
El precio de los parquímetros de la ciudad subirá en breve un 20%
El tráfico es, de hecho, uno de los grandes desafíos que afronta la Gran Manzana. Para tratar de disuadir del uso del vehículo privado, el precio de los parquímetros de la ciudad subirá en breve un 20%, al tiempo que se estudia imponer el pago de un peaje en las grandes vías de acceso a los diferentes distritos de la ciudad.
Una ciudad de contrastes
Tras la iniciativa de las autoridades neoyorquinas no hay sólo una cuestión medioambiental, sino también social: las cinco líneas cuyos usuarios se beneficiarán de la gratuidad son aquellas que pasan por algunas de las zonas más desfavorecidas de la ciudad.
En total, se estima que unos 44.000 viajeros al día harán uso de estas líneas gratuitas, lo que para algunos es claramente insuficiente, dado que los usuarios semanales de la red de autobuses superan los 1,3 millones. El precio del billete en Nueva York ronda los tres dólares, una cantidad casi inasumible para muchos residentes de las zonas con menos ingresos. Por ello, activistas sociales han pedido a las autoridades que la medida se convierta en permanente y que estudien la posibilidad de ampliarla a otras barriadas.
Pese a ser una de las ciudades más pujantes del mundo, en Nueva York la pobreza es un problema de primer nivel. Según datos del Buró del Censo de los Estados Unidos, la tasa de pobreza alcanzó el 14.8% en el año 2021, superando el promedio estatal del 13.9%. Algunos vecindarios de distritos como Queens o el Bronx sufren niveles más altos de desempleo y falta de vivienda. Además, las autoridades estiman que en la ciudad residen 3.439 personas sin hogar.