Entrevista a BORJA: "El pop clásico nunca me molestó ni me dio miedo. Al revés"

Cuando se dieron a conocer las nominaciones a los Latin Grammy este 2023, solo un español consiguió llamar la atención de la academia en la categoría de Mejor Nuevo Artista. Ese chico es BORJA, un joven catalán que soñaba con dedicarse a la música desde que estaba en la trona, que se formó en Berklee College y que un día decidió plantarse en Miami para ver si conseguía una oportunidad en la industria. Lo suyo es trabajo y constancia, pero también talento y pasión. Charlamos con él para conocer cómo empezó escribiendo para artistas como Lola Índigo o Reik y cómo acabó con una nominación a los Latin Grammy. Esta es su historia. Lo primero de todo, ¿cómo estás? ¿cómo has asimilado la nominación a los Latin Grammy? Es muy fuerte. Estoy súper contento. Es el sueño de una vida en verdad. O sea, mi niño interior está dando botes y no para. Obviamente fue un poco shock, porque ver tu nombre ahí, y además el primero de la categoría fue como: guau. Estaba con mi madre al lado y con mi hermana en Mallorca y mi madre me decía: ¿pero eres tú, cómo vas a ser tú? ¿De verdad eres tú? Que si, que soy yo, que soy yo. Estaba nervioso y con ganas, no te lo esperas, pero yo creo mucho en visualizar las cosas. Me gustan muchos grammys, lo visualizo y la intento buscar mentalmente. También con trabajo, claro, pero verte de repente ahí es como ¡wow!, ha pasado, qué heavy. Qué guay, enhorabuena. Gracias... En la nota de prensa destacan tu nominación al Latin Grammy gracias a la redefinición de la música pop. Son palabras mayores... ¿Qué opinión tienes tú? Yo no sé si redefine cosas. Yo sé que yo hago música que siento mucho, que soy muy honesto con mis letras. Creo que vivimos en una época como muy rápida, muy veloz, que está bien, pero de mucha velocidad, de Tiktok, de consumo rápido y yo intento frenar un poco, hacer que mis letras, quizá no las pilles de la primera escucha, pero a la cuarta digas: wow, esto está aquí. Y que es la música ya con la que yo crecí y que me gusta. Yo crecí escuchando mucho Alejandro Sanz, de quien escucho una canción y me llena de una forma diferente. Entonces yo intento hacer eso con mis letras. Obviamente hay canciones más personales, intensas, otras un poquito más light, como para conducir, pasear o correr... Ese es mi humilde approach a la redefinición del pop. ¿Te ves con posibilidades con todos los nombres que están nominados en tu categoría? Es que conozco a varios de los nominados. Son amigos. Joaquina es una crack. Gale es amiga mía. He compuesto con ella. Leon Leiden también es amigo mío. He escrito con él y lo he visto en México. Es un crack. También conozco a los de Timo. ¿Me veo con posibilidades?, sí, pero a la vez el premio ya es ir. El premio es estar ahí y luego pasará lo que tenga que pasar. Pero visualizamos ganarlo. Si no me equivoco, empezaste tu andadura profesional publicando en 2021. ¿Cómo ha sido hacerse un hueco en la música? Difícil, o sea, largo. Soy muy perfeccionista, creo en mi música y buscaba el momento perfecto, la canción perfecta y que yo lo sintiera. Por eso tuve unos años de trabajar, de componer y de aprender. Y ya cuando sentí que era el momento me puse manos a la obra. Dije: vale, estas son las canciones. Vamos a grabarlas perfectas y hacer un vídeo y tal. Por eso quizá tardé un poquito más, pero. Pero bueno, todo viene cuando viene. ¿Qué elementos aporta Borja al pop romántico de siempre? No te cierras a ningún género... Pues creo que he tenido la suerte de poder trabajar antes de sacar mi música en un estudio y escribir con artistas y estudiar mucha música. Soy muy melómano, escucho música todo el día, soy fan del rap, me encanta el hip hop, escucho reguetón porque además he vivido en Miami, entonces lo siento muy parte de la cultura. Todas esas herramientas hacen que pueda experimentar y no se sienta raro dentro de mí, ¿sabes? Eso definitivamente puede aportar. Y luego, lo que te decía, la sensibilidad de intentar escribir letras que me a mí me emocionen, una letra que a mí me haga llorar o me emocione, que me erice la piel. Pues yo creo que tiene más posibilidad de que sea al lado también. Te hemos visto en Instagram tocando el violín siendo muy pequeñito. ¿Cuál es tu primera conexión con la música? Pues yo tengo vídeos en mi casa, en la trona, que mi madre me da de comer y sólo aceptaba comer si era con música o cantando. Entonces, siento que siempre la he tenido ahí. Tengo un claro recuerdo de David Bisbal en 2001 y toda esa época de decir: «wow», quiero imitar a este tío, quiero hacer lo que hace este tío, ¿sabes? Creo que le imitaba mucho. Fue uno de mis primeros ídolos. Luego en el cole me metí en clase de violín y de piano. No toco el violín ya, pero supongo que eso inconscientemente te da como cierta madera de música. Y algo de ese sustrato, de esa formación clásica, quedará en lo que estás haciendo ahora, ¿no? Seguro, y luego tuve la suerte de estudiar y centrarme un poquito más en el jazz, verdaderamente, y aprender mucha música. Yo creo que la clave para la música es escuchar mucha música. Hay tanta música, hay tanto donde aprender. Si te pones a escuchar las canciones antiguas, las nuevas, entonces me gusta escuchar, nutrirme. ¿Eres más metódico o más caótico a la hora de escribir? Me gustan las dos. He aprendido a ser metódico cuando tenemos una sesión de composición para X artista, llegamos a una hora y voy con ciertas ideas. Luego el artista te cuenta, pero siento que hay ciertos métodos que sí te ayudan a sacar mejor las cosas. Pero luego de repente estoy a las 03:00 de la mañana en mi habitación, me viene una idea, dejo lo que estoy haciendo y la grabo en el móvil. O el otro día en un parking me pasó. No sé por qué los parkings inspiran, será por el eco. Estaba en un parking yendo al cine y de repente fue como espera, espera, y me puse a grabar una idea. No es metódico, pero es de estar pensando todo el día en música y en ideas. Tuviste la oportunidad de estudiar en Berklee College of Music. Cuéntame un poco cómo fue esa experiencia, ¿qué aprendiste ahí? A ver, fue duro porque hay mucha gente buena... Te das cuenta de que uno cree que es muy bueno, pero llegas al mundo de Berklee y ves tanto nivel, tanto talento que dices: «wow», te intimida un poco. Y la gente viene de todos lados del mundo con un nivelazo que te hace pequeño, pero a la vez tienes que saber dónde eres fuerte tú, cuáles son tus habilidades. Yo tengo claro que transmitir y escribir es mi fuerte y quizá no era el mejor pianista o guitarrista, pero sabía cuál era mi fuerte. Aprendí a creer mucho en mí, aprendí mucha música, aprendí a trabajar, conocí amigos que los tengo para toda la vida y fue una curva de aprendizaje, la más dura y buena que he tenido, seguro. ¿Algún compañero ilustre con el que hayas coincidido? Dos amigos míos, una se llama Nicole Zignago, que estuvo nominada el año pasado a mejor nuevo artista y es buenísima, es peruana. Un amigo mío que se llama Marco Mares es muy bueno. No coincidí con Charlie Puth, pero casi y hay una chica que se llama Lizzy McAlpine, americana, que lo está petando. Tienes una manera de componer muy única. A mí es verdad que algunos versos me han recordado al mejor Alejandro Sanz, a veces oigo un poquito a Pablo Alborán. ¿Con quién te suelen comparar? Obviamente con esos dos me lo dicen bastante, porque creo que son dos referentes de la música pop romántica en español. Alejandro, desde luego, y Pablo después de él también. Son unas bestias y escriben increíble. No sé... si, con esos dos definitivamente. ¿Qué otras personas o figuras crees que han sido determinantes para para impulsar tu carrera? Justo el otro día con lo del Grammy me daba cuenta de que esto me lo han dado a mí, pero es de mucha gente. Esto es un premio individual, pero no deja de ser colectivo en verdad, aunque no se dice. Gente que me ha apoyado, por ejemplo, mi mánager Andrea, que es una crack, me ha ayudado mucho. Este proyecto lo hemos hecho junto y se ha hecho muy independientemente. Mis padres, que sin mis padres no podría haber hecho nada. Obviamente fue difícil que me dejaran hacer música, me costó muchas peleas, pero ya estamos ahí y estamos bien. Amigos, los que te he dicho antes, Nicole y Marco. Trabajé en Miami con Julio Reyes, por ejemplo, que es un productor de los más importantes y él me inspiró mucho y me enseñó muchas cosas en cuanto a soñar y en cuanto a cómo hacer las cosas en la música. ¿Cómo conseguiste ese trabajo en Miami? Cuando te gradúas de Berklee, que por cierto me costó un montón pero estoy orgulloso de ello, te dan como un año y medio de permiso de trabajo. Como unas prácticas. Sí, son prácticas. Yo no sabía qué hacer. Entonces a través de un amigo, dije, bueno, voy a ir a Miami y conocí a Julio en una comida. Yo sabía quién era Julio porque me gusta saber, me gusta mirar y tal. Me acerqué a él, me presenté y le dije: «Hola, ¿qué tal? Oye, mira, me acabo de graduar en Berklee. Estoy buscando prácticas y he estudiado Music Business». Y me dice: Ah, pues justo el chico con el que hago business se me va a Sony, entonces no tengo a nadie así. Y desde ahí empecé la conversación. Entonces, bueno, pues arriesgándome a ir a Miami a ver qué pasaba. Y nada, fue increíble. Ya de vuelta en España, ¿qué te encuentras y cómo retomas tu carrera? La verdad es que he estado muy nómada. Estuve el año pasado bastante en México y escapándome a Miami también a trabajar, porque al final yo he estado mucho ahí. Tengo ahí muchos amigos productores, compañeros, y he podido tocar por México con Marco. Con él he hecho bastante de mini tours por ciudades, he aprendido mucho. Y de cara a volver ahora a España, que es donde cuando me estoy volviendo es en los últimos meses y la verdad, sí quiero quedarme aquí un tiempo. Me encanta. Es que yo llevo mucho tiempo fuera y lo extrañaba. Te juro que echaba de menos mi casa porque yo siempre he sido muy de perseguir mi sueño e irme por ahí, irme a donde sea. Te digo Miami, que yo lo digo y suena increíble, pero no deja de ser estar solo ahí, no conocer la ciudad y fue duro. También México, pero con ganas de volver a España. Contento. En España, ¿con qué artistas sueles relacionarte? ¿Con quien has estado hablando últimamente de una posible colaboración? No sé si colaboración, pero amigos que tenga de la industria, pues me llevo muy bien y quiero mucho a Paula Cendejas, que me parece monísima, Alba Reche. Tenemos buen rollo y es monísima también, como una persona con mucha luz. Un amigo mío venezolano que está aquí en España, que se llama Andry Kiddos, que es muy bueno, es como una especie de urbano, pero con mucho sentimiento y tranquilo. Estoy aún descubriendo España en Madrid sobre todo, pero me sorprende la cantidad de gente joven y talentosa que hay. Te contaré en unos meses. Has compuesto para un montón de artistas como Reik, Lasso, Marco Mares... También para Lola Índigo. ¿Cómo terminas componiendo para ella? Fue un poco random en el sentido de que yo estaba en Miami trabajando en el estudio y buscando oportunidades y tal. Y un amigo de un amigo me dijo: «Oye, hay unas sesiones con Lola Indigo, ha fallado un chico que tenía que venir, vente tú a componer». Y nada, estaba en mi casa, me duché rápido, salí corriendo, llegué ahí. Ella monísima. Me sorprendió el talento que tenía y pasamos un buen rato. Escribimos una canción que no ha salido aún, no sé si saldrá o no, pero eso es muy normal, se escriben tantas canciones... Yo escribo canciones que han salido al cabo de un mes, canciones que han salido al cabo de tres años. Nunca sabes en esta industria, pero lo que más me gusta de las sesiones de composición es conocer y disfrutar con la gente. Y puedes aprender de todo el mundo. Y ahora estás centrado en tu música. Yo creo que son etapas y me he dado cuenta de que esto es muy difícil, muy duro y que hay que meterle el 110%. Hombre, aún sigo escribiendo para otra gente porque me encanta. Escribo cada día, pero sí estoy muy centrado ahora en esto. Luego el futuro dirá si salen otras oportunidades chulísimas que que son compatibles. Pero sí, sí, mi proyecto y mi música es lo primero. Rimas del verbo amar es una especie de diccionario de sentimientos con el que todos nos podemos sentir identificados en algún momento. ¿Hay algún sentimiento que tú crees que predomina en este disco? A mí me gusta mucho la melancolía. Siento que es muy bonita esa sensación de echar en falta, pero no cerrar la puerta, dejarla abierta. Es como una especie de esperanza bonita. Creo que hay mucho de eso ahí, porque yo soy muy, muy alegre en esas cosas. A mí me ha parecido que el disco es muy poliédrico, es decir, nunca hablas de ningún sentimiento en blanco o negro inmutable, intentas siempre buscar todos los puntos de vista de lo que ha pasado en una relación. Me ha encantado cómo lo has dicho, quizá te robo cosas (risas) Es verdad. Creo que escribir es ser súper empático y saber ponerte en los dos lados. Y siento que este disco es súper empático en ese sentido, que tiene todo tipo de sentimientos. Yo cuando cuando hablo de Rimas del verbo amar no hablas obviamente de la rima consonante que es saltar, bailar, cantar... Es lo que rima con la sensación de amar, que muchas veces son cosas que nos gustan y muchas cosas que nos duelen. Pero ahí está la dualidad. Ser feliz, aprender a querer a alguien, aprender a que a veces no pasa y eso está bien. Aprender a ser vulnerable, a expresarte. Eso es Rimas del verbo amar y es un disco muy empático y muy de ponerte en todos los lugares y ángulos. Me inspira un poco de verdad, en plan: no es lo que yo digo, sino lo que ha pasado. Exacto. Yo cuento una historia en una canción, pero no es no cuento lo que yo quiero contar, cuento lo que siento o lo que he sentido o lo que me han contado que se siente, porque yo creo que es un 80% autobiográfico, pero también me inspiran las historias que me cuenta mi mejor amigo y ver lo jodido de verdad. Aparte es que es un disco especial. El primer disco de un artista creo que es especial en el sentido de que hay mucho tiempo para hacerlo porque nadie espera nada, digamos; en el segundo disco a veces hay presión de la gente, la discográfica. Hay más presiones. En cambio, el primer disco es como más una hoja libre, larga porque se expande en el tiempo. Yo creo que la primera canción que escribí fue Aire y quizá es de 2017. Precisamente, te iba a decir que Aire o Quizás son temas que me me recuerdan al pop clásico y luego tienes otros con códigos como más nuevos. Total, total. Y nunca me molestó ni me dio miedo. Al revés. Siento que si fuera todo igual quizá me cansaría escucharlo. Incluso el orden de las canciones, que me tomó un montón de tiempo decidirlo, intenté que tuviera un sentido y que jugara con eso. Aire es la más, digamos, pop español, pero por ejemplo, Odiame si quieres es más moderna, tiene un bit más actual que quizá hace cinco años no era tan popular y jugar con eso me parece divertidísimo. Al final creo que mi esencia se escucha en mi voz y mi letra, no en las producciones como tal. Quería que se sintiera un viaje que no fuera monótono. Y ahora que se habla tantísimo de inteligencia artificial, ¿has tocado alguna herramienta de IA para componer o para producir? ¿Te interesa el tema? Definitivamente es interesante. No he probado nada, he escuchado cosas que me ha hecho mucha gracia, de que salen versiones de The Weeknd cantada por Shakira, que son muy graciosas, pero la verdad es que no tengo ni idea de cómo va a avanzar eso. Creo que una inteligencia puede imitar a la perfección. No creo que la inteligencia te pueda contar lo que se siente en una relación tan intensa como la que yo he podido vivir y no creo que una inteligencia puede escribir Rimas del verbo amar, por ejemplo, o Prometo de Pablo Alborán o la mitad de canciones de Alejandro. Una máquina no siente, la programan para saber qué se siente, pero no está sintiendo. También está muy de moda el despecho gracias a las últimas canciones de Shakira. ¿A ti qué te parece como elemento creativo? A mí me gusta mucho el rap y el ataque es una forma de rap de toda la vida, no sé cómo se hace dentro del pop. No me siento cómodo insultando a nadie o atacando a nadie. De hecho, hay canciones en mi disco de despecho, pero incluso las pongo desde un lado alegre, por ejemplo, Amigos habla de liberarse de una persona, de decir: por fin me he librado de ti y ya no soy tu amigo. Que en verdad el significado es ese: qué bien que ya no estás aquí. Pero no es un ataque directo. Es una celebración. Por mi genial, le va muy bien a Shakira (risas) me alegro por ella, pero no sé, yo por ahora estoy más por esta línea, pero quién sabe. Tienes una estética muy marcada. ¿Te importa la imagen? Me gusta mucho, me gusta ser muy friki de la música, muy perfeccionista. Y veo un disco y veo colores, imágenes, letras, dibujos y también veo imagen mía, looks y estilo. Y sí, me encanta, me gusta mucho. Estoy aprendiendo, me estoy metiendo en el mundo de la moda, que me divierte un montón. Es como: wow, qué chulo poder expresarse también un poquito más aquí y allá con tu look, ¿sabes? Sí, sí, me gusta mucho, me divierte. Los Latin Grammy se van a a celebrar el día 16 de noviembre aquí en Sevilla, pero no va a ser tu primera vez en los Grammy. Ya has estado en 2021 y 2022. ¿Cómo fue esto? Fue por trabajo. Estuve en los dos acompañando a amigos. En el 21 estuvo nominado Marco, Mares a Mejor Nuevo artista, es mi hermano y tenía que estar ahí. Aparte, ya estaba en Estados Unidos y me quedaba más o menos bien. Y sí, lo puedes hacer porque a ellos tienen, tienen la habitación, tienen dónde quedarse, entonces pues te metes ahí con ellos. Te acoplas, ¿no? Te acoplas al plan (risas). Aparte es una experiencia con tu mejor amigo que está nominado, Yo lo viví como si yo estuviera nominado. Y lo mismo un poco al año siguiente. En el 22 Nicole estaba nominada. La estuve ayudando un montón a Nicole. Ella cantó en directo en la gala y estuve ayudándole a que estuviera tranquila, llevándole la guitarra... Pero claro, este año es mío, y es en España, que es doble premio porque aquí se juega en casa un poquito y va a venir familia mía, porque pueden, porque están cerca. Entonces este año va a ser especial. ¿A quién te haría ilusión conocer allí entre bambalinas? ¡A mucha gente! Pablo Alborán me haría mucha ilusión. A Karol G la admiro mucho, me parece una crack, diferente a mi música, pero la consumo y me encanta. Vanesa Martin, por ejemplo, no la conozco, la admiro un montón. Escribe y canta que da gusto. Manuel Carrasco también... Me lo voy a pasar muy bien. ¿En que nueva música estás trabajando ahora? Yo soy muy loco de la composición, siempre estoy sacando ideas. De hecho ayer estuve trabajando nueva música con dos amigos productores y estoy haciendo un disco que quiero que sea la continuación (de Rimas del verbo amar) para el año que viene o quién sabe si un poco antes, espero. Tengo muchas ganas de hacer un buen follow up de Rimas del verbo amar, pero que tenga sentido, muy cuidado y muy trabajado. Hay un artista que se llama Gian Marco, que es el padre de Nicol, de hecho, que es peruano y que es un artista enorme, que me acuerdo que él, de hecho en los Grammys el año pasado, me dijo: que cada canción sea un universo. No saques nada por sacar, que cada canción sea especial. Y me impactó y lo pienso: Que tú tengas esa sensación al menos, no sacar algo por sacar algo, porque yo creo que la gente también lo nota. ¿Quizás hay una sobresaturación de música hoy en día? Pues estamos en la época de la historia con más música y más contenido. Por eso digo, este disco porfi, escúchalo, dura unos 35 minutos, no es muy largo, ponte cascos, túmbate en el sofá o vete a andar, pero desconecta para conectar, porque si hay saturación. Creo que es chulísimo que todo mundo tenga herramientas para hacer música y eso nos saca gente con mucho talento que quizá antes no hubiera podido. Y eso es un lujo. ¿Te haría ilusión sonar en LOS40? ¡Me muero! Sí, claro... ¿Qué canción tuya verías con potencial para sonar y ser Número 1? Me haría mucha ilusión. Te digo tres, por ejemplo. No sé si es el estilo, pero Rimas del hero. Amar es mi canción favorita, creo que Quizás me gusta mucho y que es un poquito más pop, es más fácil que Rimas del verbo amar y Beirut tiene un lugar muy especial en mi corazón porque es muy acústica, muy personal y creo que es una de las favoritas de la gente que me sigue. Bueno, y Odiame si quieres también. Bueno, no sé, te echo medio disco (risas), pero sí, me haría mucha ilusión, obviamente.

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Selene Moral

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