"Amigo, hasta luego", la Policía separa irreparablemente a una cita de 'First Dates'

La cena de Valentina y Pablo fue un verdadero terror

Una comensal de First Dates. / Carolina Martinez Costa

La flecha del Cupido de First Dates no siempre acierta el tiro y buena prueba de ello fue la cita que protagonizaron en el último programa del formato de Cuatro Valentina y Pablo. Los miembros de esta pareja acudió al restaurante regentado por Carlos Sobera para tratar de encontrar el amor pero allí, lejos de dar con su media naranja, se encontraron con algo que más bien parecía un pomelo.

Y es que, la cita fue verdaderamente amarga para ambos. ¿El motivo? El futuro de Pablo. Este jovencísimo comensal, pese a tener solo 21 años, tiene muy claro cuál es su futuro y este pasa por ingresar en el cuerpo de la Policía Nacional, uno de los grandes enemigos de Valentina, una joven artista de 23 años amante de los tatuajes que asegura que es víctima de los altos de las fuerzas y seguridad del estado constantemente sin ningún tipo de justificación.

"¿Y a ti qué te gustaría a futuro... Tener tu negocio?", le preguntó Valentina a su cita sin saber que iba a abrir el gran melón que les separaría de forma irreconciliable. "Yo... la oposición, que es para ser Policía", respondió Pablo con una gran sonrisa mientras que Valentina trataba de no atragantarse con la comida y ponía una cara que reflejaba perfectamente su malestar al escuchar la palabra "Policía".

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"Amigo, hasta luego", dijo a posteriori la artista ante las cámaras de First Dates dejando bien claro que para ella, tener una relación con un miembro de la Policía era una línea vital que jamás estaba dispuesta a cruzar.

"Me dicen que si no soy una exconvicta"

Aunque estaba visiblemente incómoda hablando de la Policía con su cita, Valentina decidió sincerarse con Pablo sobre el motivo por el que no siente ninguna simpatía por la Policía Nacional. "Siempre me paran acá. Me dicen como si no soy una exconvicta o algo así... No me gusta... Es como... Respétame, soy una artista", le explicó la comensal.

Sin embargo, Pablo parecía no entender muy bien por qué Valentina se enfadaba con los agentes por pararla constantemente. "Imagino que estarán obligados a parar a la gente", sostuvo el aspirante al agente sin llegar a convencer a su cita. Y es que, la opinión de Valentina no estaba sujeta a cambios. "Claro, a la gente tatuada en la cara, ¿no? Porque yo no creo que anden parando a todo el mundo...", le replicó la arista.

Y cuando parecía que ya había pasado el momento más incómodo entre ambos, Pablo dijo que para él, ingresar en la Policía será su manera de conseguir "cambiar un poco el mundo" y esto, todavía desubicó más a Valentina. "¿Cómo vas a cambiar el mundo, no amor, ser Policía no cambia el mundo", espetó la artista en tono sarcástico cuando el joven opositor no estaba delante, y es que, para ella, los policías no cambian el mundo pese que para Pablo, sea una forma de hacer cumplir una ley que "en teoría es buena" y ayuda a "cambiar el mundo para que no haya tanto mal y se haga el bien".