Especial
Manuel Carrasco y Joaquín Sánchez cantan juntos ‘Eres’
Primero, el ex futbolista prueba con Rosalía y Camilo Sesto
Manuel Carrasco tenía la misión de convertir en cantante a Joaquín Sánchez que, como ya nos ha demostrado en su programa, se vuelca completamente en cada reto que le proponen.
Para saber a lo que se enfrentaba, el onubense le pidió que cantar lo primero que se le pasase por la cabeza y se decantó por No dejes de soñar. “Me voy a tener que remangar un poquito”, aseguraba el cantante. Llegaban a la conclusión de que lo de Joaquín era más despistar bailando.
Se pusieron manos a la obra y para conseguir salir airosos del resto, pidieron ayuda a Ángel Llácer. “Yo veo a Joaquín como muy entregado, le estoy viendo que quiere probar, quiere hacer cosas, quiere experimentar y a mí este tipo de personas me encantan porque no tienen límites”, decía el jurado de Tu cara me suena.
Probando
Con peluca y gafas de sol, el ex futbolista se lanzaba a hacer una versión de Despechá de Rosalía. “Yo la sé bailar, cuando la he tenido que cantar…ya ni me va a seguir en el Instagram, tenía esa pequeña esperanza”, bromeaba Joaquín. Pero es que, ni con sus movimientos sexis han convencido. Eso sí, le ha echado ganas.
Antes lo había intentado con Vivir así es morir de amor, de Camilo Sesto. “Eres un grillo mojado”, le decía su mujer mientras veía la actuación. “Bueno, si le mete un poquito de autotune y unas bailarinas por detrás, a lo mejor se soluciona algo”, añadía su hija Daniela.
“¿Cómo eres tan malo cantando? Eres muy bueno jugando al fútbol, eres muy bueno bailando, pero ¿cómo puedes cantar tan mal?”, le decía Susana Saborido.
“Yo me imaginaba que Joaquín cantaba mal, pero me ha sorprendido porque canta peor”, aseguraba Llácer. “Es lo mejor que tiene, que le pone ganas, en eso me recuerda a mí. Le pones todas las ganas del mundo y luego ya, como diría el canto de fútbol, el resultado nos da igual”, expresaba Carrasco.
La actuación
Después de algunas clases y pruebas, llegaba el momento decisivo, estrenarse ante el público. Lo que Joaquín no sabía es que en primera fila iba a tener a su familia. Completamente vestido de negro con chaleco sin mangas, salía a escena el alumno. “Ay Dios mío, qué presión, con mi mujer y mis hijas aquí”, decía mientras se acercaba a besarlas.
Aunque Manuel las había invitado para que estuviera más tranquilo, confesó que había conseguido todo lo contrario. Y llegó el momento de empezar a cantar Eres.
Se entregaba en cuerpo y alma y terminaba llevándose el aplauso de los suyos y dando las gracias a Manuel por haber hecho todo lo posible por sacar algo de donde no hay.
¿Le veremos sacando un disco? Todo apunta a que no.
Cristina Zavala
Periodista enamorada de todo el entretenimiento. Enganchada a la tele, los libros, los últimos lanzamientos...