"¡Yo soy tu fan!", la surrealista reacción de uno de los atracadores al darse cuenta que era Miguel Bosé

Justo antes de ponerle el broche de oro a la etapa veraniego, Miguel Bosé vivía una situación que jamás olvidará. El artista de canciones tan míticas como Morena mía era asaltado por unos encapuchados a punta de pistola cuando se encontraba en el interior de su mansión en Ciudad de México.

Los medios de comunicación no tardaban en hacerse eco de este suceso. Sobre las 20:30 horas, ocho individuos entraban en el interior de su hogar y se llevaban dinero, joyas y otros objetos que el artista tenía, entre ellos, el vehículo que utilizaron para huir del lugar tras secuestrar al chófer.

Todo parecía una película de terror propia del día de Halloween como mínimo, sin embargo no había nada que fuera mentira. Horas más tarde, era el propio Miguel Bosé quien confirmaba este capítulo de terror: "Nos asaltaron, nos tuvieron atados a mis hijos, al personal de la casa y a mí durante más de dos horas. Se llevaron todo, coche incluido, todo muy estudiado y milimetrado", explicaba, resumiendo todo en que, a pesar de aún tener el susto metido en el cuerpo, estaban bien.

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La historia que vivió con los atracadores no tiene desperdicio

En medio de la promo de su biopic, Miguel Bosé ha visitado el programa de Telecinco, TardeAR. El artista ha tratado varios temas durante la darte de este lunes: su personaje dentro de la serie en la que se ha abierto en canal, su historia con Ana Obregón, su deseo de ser padre y cómo vivió el atracó que sufrió.

Ana Rosa Quintana se ha mostrado incrédula a lo que estaba contando, pues el cantante aseguraba que la situación fue tal y como se ve en las películas. No quería mirar a la cara a los atracadores, pero en un momento de ellos, miró a uno y vivió una situación surrealista: "Yo siempre miraba abajo pero vi que en un momento el jefe, que está siempre conmigo, mi miró y se volvió a los otros chicos y dijo '¿Sabéis quién es este? Miguel Bosé, se bajó la máscara y dijo '¡Yo soy tu fan!".

Tras ello, Bosé, que se encontraba tranquilo a pesar de lo que estaba viviendo, tomó el mando de la situación y se volvió "más dialogante: "Dije, pues entonces tranquilitos, que sino los conciertos se acabaron", decía, reconociendo que la situación fue "un horror" y que iban cargados de armas.