Llega ‘El gran libro de Pasapalabra’ para que puedas conocer las curiosidades del programa y sentirte concursante en casa
Esta Navidad ya tenemos un nuevo entretenimiento que, además, es bueno para nuestra salud
Que tire la primera piedra el que no se haya enganchado alguna tarde a Pasapalabra. Después de varios años en antena, pasando de cadena en cadena y cambiando de un presentador a otro, el formato sigue más vivo que nunca y sumando más fieles cada día. De hecho, cada vez son más los que usan esta palabra en su jerga diaria cuando quieren pasar de algo que no saben.
Fue en el verano de 2000 cuando se puso en marcha este proyecto en Antena 3 y 20 años después tiene ya una larga historia a sus espaldas y sigue creando momentos únicos.
Su director, Miguel Aparicio Frago, cuenta la historia de este programa en el libro que publica la editorial Planeta y que nos ayudará a sentirnos concursantes en casa. Y no ha dudado en recordar a los presentadores que han pasado por el formato.
Presentadores míticos
“La flamante presentadora de los inicios, Silvia Jato, pensó que solo se trataría de un verano, como en tantas otras ocasiones, y acabó teniendo que ser sustituida, por su embarazo, por otro de los grandes: Constantino Romero, quien sin duda permanecerá en el corazón y la memoria de los espectadores no solo por nuestro programa, sino por su impresionante carrera”, recuerda sobre sus primeros presentadores.
Pero no han sido los únicos: “Posteriormente, tomó las riendas de Pasapalabra nada menos que Jaime Cantizano, quien tuvo el honor, en su momento, de dar el mayor bote de la historia de un concurso en España. A la fecha de la publicación de este libro, el periodo más largo como presentador lo ostenta Christian Gálvez, quien sin duda quedará asociado a la franquicia por muchos años que dure su exitosa carrera”.
Tampoco Christian ha durado para siempre. “El programa volvió a sus orígenes, a Antena 3, y Roberto Leal lo propulsó a las mayores cotas de éxito que jamás ha conocido. Y, si se me permite la opinión, en este proceso se convirtió en una de las piezas clave del evidente cambio en el panorama televisivo de los últimos años”, relata el director.
Ahora podemos convertirnos en presentadores o concursantes con El gran libro de Pasapalabra y disputar en primera persona pruebas tan míticas como La Silla Azul, La Pista, Una de Cuatro, Sopa de Letras y, por supuesto, El Rosco.
En sus páginas podemos encontrar curiosidades y anécdotas del programa de Antena 3 que cuenta con un prólogo de su presentador, Roberto Leal, así como con magníficos consejos del neurocientífico de prestigio Jonathan Benito Sipos, con el que podrás aprender las ventajas neurológicas de este libro.
“Es un gran estimulante intelectual, de manera que se incrementa la reserva cognitiva a la vez que nos divertimos. Mientras estás viendo el programa y tratando de contestar las preguntas que les hacen a los concursantes, no solo te lo estás pasando bien, sino que además estás incrementando tu reserva cognitiva y por tanto protegiendo tu cerebro frente al deterioro. Además de jugar a Pasapalabra, trata de estimular tu cerebro con otros retos cognitivos y nuevas habilidades; cuantos más, mejor: adquirir nuevos conocimientos, estudiar un idioma, practicar nuevos deportes, aprender a tocar un instrumento musical, nuevas aficiones... Y, sobre todo: lee. Los grandes lectores tienen una reserva cognitiva increíble”, asegura el neurocientífico.
Las palabras de Roberto Leal
“Al principio, cuando me empezaron a llegar los rumores de que yo podría ser el presentador de Pasapalabra en Antena 3, no me lo creía. Iba a tener la posibilidad y la suerte de conducir un programa mítico como este, porque yo, antes de ser presentador de Pasapalabra, había sido también, por supuesto, fan y consumidor del formato; uno que llevaba, cuando llegué, casi veinte años en antena, con lo que, como se puede suponer, era de las emisiones más queridas y respetadas de la televisión”, cuenta Leal.
“Llevo ahora más de veinte años en televisión y puedo decir que presentar Pasapalabra no deja de ser un aprendizaje y una experiencia continuos. Es un programa del cual estoy aprendiendo muchísimo y, evidentemente, no solo de vocabulario, sino de compañerismo y de esfuerzo en común. Cuando cada día tenemos la suerte de que nos paren por la calle y nos digan que nos ven, que somos la compañía de muchos pacientes en hospitales, de mucha gente que vive sola, o que suponemos para otros tantos esa horita en la que nadie de la familia puede llamarles por teléfono porque están viendo nuestro programa, ese es el mayor regalo que nos podemos llevar, sin ninguna duda. A eso no hay bote que le haga sombra”, añade el presentador.
Un libro completo del que podemos sacar muchos beneficios.
Cristina Zavala
Periodista enamorada de todo el entretenimiento. Enganchada a la tele, los libros, los últimos lanzamientos...