Ana Obregón ya ha celebrado el bautizo de su nieta cuidando hasta el mínimo detalle
Hasta el chupete estaba escogido para la ocasión
Ana Obregón, la mujer del momento. / Borja B. Hojas/Getty Images
"Me ha dejado así de guapa porque voy a bautizar a mi niña. Así que nada, estoy muy nerviosa... ¡como si se fuera a casar o algo así! En breve voy a vestir a Anita e iremos para la iglesia. Hoy es de los días más especiales y bonitos de mi vida", decía Ana Obregón en un vídeo que colgaba en sus redes sociales mientras Alberto Duarte la maquillaba para el bautizo de su nieta Ana Sandra.
Y es que, por fin, llegó el día del que tanto se venía hablando. La hija de Alex Lequio ya está bautizado, eso sí, con la ausencia de su abuelo que sigue prefiriendo mantenerse al margen de la vida de la pequeña.
Eso no quitó la sonrisa a Ana que llegó con su nieta en brazos a la Parroquia de Nuestra Señora de La Moraleja en Madrid, cerca de su casa, donde la esperaban amigos y familiares con ganas de celebrar un día tan especial.
Estilismos
Con nueve meses, la pequeña iba vestida con el mismo traje de cristianar que llevó en su día su padre y que han llevado todos los niños de la familia. Eso sí, lo tuvo que arreglar porque Álex era bastante más pequeño cuando lo utilizó. Se trata de una auténtica joya confeccionada con tela de hilo de color blanco con sobrecapa, puntillas de Valenciennes, encajes bordados a mano con guirnaldas de flores y cintas de raso.
Ella apostó por uno de los colores tendencia de la temporada, el rosa Barbie, en una chaqueta de tweed ajustada a la cintura y una falda midi plisada de mucho vuelo. Por cierto, que ha cuidado hasta el más mínimo detalle. De hecho, el chupete de la pequeña iba a juego con su estilismo.
En cuanto a los padrinos, Ana Obregón elegía a Celia Vega-Penichet, sobrina de la actriz y presentadora y a Giaccomo Ugarelli, íntimo amigo de su hijo.
En Fiesta, podíamos ver la llegada de Ana a la iglesia con su nieta mientras los colaboradores comentaban todos los detalles de estilismos y presencias. Paloma Barrientos explicaba que en casa de Ana habría una fiesta para unas treinta personas con los más allegados.
Un paso más en la vida de esta niña que está bajo el foco mediático desde que nació.
