Elvis Presley y Bob Dylan: Historia de un encuentro imposible… con plantón incluido
“Nunca conocí a Elvis porque no quise conocerle”, afirma Bob Dylan
Elvis Presley solo tenía seis años más que Bob Dylan. Pero, cuando el de Minesota era adolescente, el de Tupelo ya iniciaba su reinado. Zimmerman le idolatraba, quería ser como él. Y no tardó mucho en alcanzar el Olimpo. Llegó un día en que Presley también admiraba a Dylan, grababa sus composiciones y quería conocerle. Pero el Nobel le rechazó… y, según sus propias palabras, hasta le dio plantón. Esta es la historia de un encuentro imposible.
Bob Dylan idolatraba a Elvis Presley. Era su héroe. Su talento le impresionaba. El creador de ‘Blowin' in the wind’ no ha ocultado nunca que ‘El Rey del Rock’ fue el hombre que le inspiró en su carrera y en su vida. “La primera vez que escuché la voz de Elvis, supe que no iba a trabajar para nadie y que nadie sería mi jefe”, dijo en Us Weekly en el 10º aniversario de su fallecimiento, en 1987. Y añadió: “Cuando le escuché por primera vez fue como salir de la cárcel. Él es la deidad suprema del rock and roll. He pensado muchas veces que la libertad, para mí, era Elvis Presley cantando 'Blue moon of Kentucky’. Le doy las gracias a Dios por Elvis”.
Por eso, ya siendo adolescente, esa influencia clave llevó al de Minesota a tocar en varias bandas de rock haciendo versiones de Little Richard y de Elvis Presley. Y por eso, no nos sorprende que Dylan se sintiera conmocionado, y al mismo tiempo honrado, cuando su admirado ídolo grabó algunas de sus canciones. La primera de ellas, ‘Tomorrow is a long time’, era una balada que el Presley registró durante una sesión en Nashville en Junio de 1966. A Elvis le gustaba esa canción, no porque se la hubiera escuchado a Bob. La conocía porque la había grabado la cantante folk Odetta en 1965. Su versión excedió los 5 minutos, convirtiéndose en la grabación más larga de estudio que había hecho jamás. Se incluyó en la banda sonora de la película 'Spinout' que él mismo protagonizó en 1966.
Por eso, en 1966 Bob Dylan vivió el “momento culminante de su carrera”. Lo rebeló él mismo en Rolling Stone: “Elvis Presley grabó una canción mía. Esa es la grabación que guardo como mi mayor tesoro. Se llama ‘Tomorrow is a long time’. Yo la escribí, pero nunca la grabé”. De ahí viene la famosa cita del prolífico genio: “¿El punto culminante de mi carrera?. Eso es fácil, Elvis grabando una de mis canciones”.
Habría que aclarar que no fue solo “una de mis canciones”. Hubo más. El clásico que Dylan escribió en 1962, ‘Don’t think twice, It’s all right’, incluido en su segundo álbum ‘The Freewheelin' Bob Dylan’, fue otro de los temas que Elvis Presley decidió hacer suyo. Aunque grabó una versión de 12 minutos (con tos incluida), en mayo de 1971 en, en Nashville, la primera vez que se publicó fue en una edición de menos de 3 en el álbum ‘Elvis’ de 1973.
A esto habría que añadir una interpretación informal improvisada (de solo dos estrofas) que hizo de ‘I shall be released’, también en mayo de 1971, y que posteriormente se lanzó el ‘box set’ ‘Walk a mile in my shoes’. Además, hay otra joya. Una grabación casera, de junio de 1966, con el vozarrón de Elvis interpretando - “¿Cuántos caminos debe recorrer un hombre antes de que le llames hombre?... La respuesta, amigo mío, está flotando en el viento” - ‘Blowing in the wind’, una de las grandes canciones de todos los tiempos.
Ciertamente, todo indica que el respeto y la admiración de Bob hacia Elvis no era unidireccional. Resultan, por tanto, incomprensibles, las declaraciones de Dylan a la revista Rolling Stone en el año 2009: “Nunca conocí a Elvis porque no quise conocerle”. Y explicaba: “Elvis estaba en su periodo cinematográfico de los años sesenta, una época inestable, con altibajos. Era como si hubiera caído en desgracia. La escena musical pasaba de él y nadie compraba sus discos. La gente joven no quería escucharle o ser como él. Nadie iba a ver sus películas, hasta donde yo sé. Ya no estaba en la mente de nadie. Realmente no regresó hasta el 68”
Y eso no es todo. Elvis Presley intentó varias veces encontrarse con el autor de ‘Like a Rolling Stone’ y recibió una negativa por respuesta. “Las dos o tres veces que estuvimos en Hollywood, él envió a su gente de la Mafia de Memphis a donde estábamos para llevarnos a verle. Pero ninguno de nosotros quiso. Porque ir parecía como algo triste”. Lamentablemente, eran los años en los que la carrera del ‘Rey’ caía en picado y Dylan se excusa: “No sé si hubiera querido verle así. Yo quería ver al Elvis poderoso y mítico, el que había aterrizado en suelo de América como una estrella ardiente. El Elvis que estaba rebosante de vida. Ese es el Elvis que nos inspiró en la vida. Y ese Elvis se había ido, había abandonado el edificio”.
Hasta le dio plantón. Al parecer, en 1972, Bob Dylan y George Harrison fueron a un concierto de Elvis en el Madison Square Garden de Nueva York. Después de la actuación, se difundieron los rumores de que los tres se iban a reunir para grabar una canción pero que Presley no había aparecido. Sin embargo, en una entrevista de 2017, publicada en su web oficial, Bill Flanagan le preguntó a Dylan si eso era cierto: “Él sí se presentó. Fuimos nosotros los que no lo hicimos”.
Cuando falleció Elvis Presley, el 16 de Agosto de 1977, Dylan se quedó devastado. Su pena era tan grande, que no pudo hablar con nadie durante una semana. Lo cuenta su libro ‘Inspirations’ de 2005: “Repasé mi vida entera. Repasé toda mi niñez. No pude hablar con nadie durante una semana. Si no hubiera sido por Elvis y Hank Williams, nunca hubiera podido hacer lo que he hecho”.
Alicia Sánchez
Periodista en busca de historias chulas del pop