Especial
Kyle Hanagami, la mente detrás del 'dancebreak' de 'SloMo', nos da las claves de las coreografías de la nueva 'Chicas Malas'
Solo él podía relacionar a Chanel con la mismísima Regina George y sus 'Mean Girls'
Pocas cosas se recuerdan tanto como ese baile en SloMo que emocionó a toda Europa. Puede que el booty hypnotic que premió Macedonia del Norte fuera de Chanel, pero el que ideó esa serie de movimientos tiene nombre, apellido y mucho talento: es Kyle Hanagami, un coreógrafo de Los Angeles con una trayectoria de lo más notable.
Sí, es el que trabajó con Chanel en ese pack perfecto que mandamos a Turín en 2022 y que hizo que España acabara en una de las mejores posiciones desde hace años; aunque también ha trabajado con otros artistas como BLACKPINK, Justin Bieber, Britney Spears, Jennifer Lopez y Ariana Grande. Y ahora, el mundo está preparándose para ver su nuevo proyecto: la película musical de Mean Girls.
Tina Fey, quien se ocupó del guion de la película de 2003, trabajó con su marido Jeff Richmond para volver a relanzar la historia, esta vez en forma de musical. Triunfó en las nominaciones a los Premios Tony, y se empezó a trabajar en una adaptación cinematográfica que se se estrenará en cines este 12 de enero. Pero, ¿estarán los bailes a la altura de la divez de la original?
Su mera experiencia parece la garantía de que ha trabajado de lo más duro. "Viví mucho la película original", comenta, apuntando que es una película que siempre ha adorado. Tenía muy claras dos cosas: esta nueva versión tenía que ser divertida y muy molona, al menos lo suficiente como para quererla ver una y otra vez. Y ha dado con un diez pasos a seguir para ello. Aunque casi son mandamientos:
1. Adorarás tus fuentes
El coreógrafo, un millenial de 37 años, asegura que su generación puede citar cualquier frase de la película original. "Hay toda una generación que puede sentir que la película le pertenece, puesto que ha influido en sus vidas; ya sea en el instituto, universidad o madurez. Así que cuando leí el primer guion yo estaba como, "¿podemos hacer esto diferente? ¿Podemos hablarle a una nueva generación de una manera auténtica, como ya se hizo con la original? Y cuando volví a leer, comprobé que se había hecho eso".
2. Ve más allá
El coreógrafo recuerda esta primera lectura como "vivir en un universo alternativo", ya que era una nueva Chicas Malas, solo que actualizada. "Cuando ves esta película, sientes que puedes ver detrás de las cámaras de la primera", sobre todo porque cree que los bailes y las canciones enriquecen lo que pasa en escena, algo que explica a la perfección tramas e ideas que no quedaban tan claras en la de 2003. Por ejemplo, y sin caer en spoilers, la película muestra lo que pasaba en el backstage de esa mítica actuación en el Concurso de Talentos de Invierno.
3. Llama la atención
El hecho de que Hanagami se mueva tan bien entre el mundo del entretenimiento y de las redes sociales hace que sus coreografías destaquen. Sobre todo porque el auge de las redes sociales ha hecho que sea necesario llamar la atención para no quedarse sumergido en todo el contenido. "Lo que yo quiero hacer es crear momentos en las coreografías a las que la gente pueda aferrarse, con las que se puedan emocionar o sentir la historia. Mi coreografía es un producto de la era digital. Y creo que la gente va a conectar emocionalmente con esta película porque van a ver mucho de ellos mismos en ella", revela.
4. Recuerda: menos es más
No es una secuela, pero aun así se ha tenido muy claro que no hay que ir a lo grande para impresionar. Y, como pasaba con los disfraces de Halloween de la original —si no eres Cady, sabes que cuanto menos, mejor—, Hanagami se dio cuenta de que el equipo de la película buscaba eso. Los directores la definieron como "un espectáculo de lo íntimo", y el coreógrafo admite que le encantó. "Para mucha gente los musicales son algo grande, con mucho show. Pero lo que queríamos era que te sintieras atraído y experimentaras todo de cerca, a través de los ojos de Cady Heron", comenta. Además, añade la clave de su trabajo: "La gente se piensa que mi trabajo es solamente hacer pasos de baile, pero me encargo de llevar la música a la vida. Muchas veces soy el primero en decir 'esto no debería llevar bailes', o incluso, 'quitad esta parte de la coreografía y cambiadla por una broma".
5. Deja que sean tus personajes los que guíen
El propio Hanagami sabe que la mayor estrella guía cuando coreografías personajes son ellos mismos. "En Chicas Malas, todas son tan icónicas y diferentes... Nunca haría que Karen hiciera algo que no sienta correcto para ella", cuenta, y pone de ejemplo una secuencia en la que ese mismo personaje empieza grabándose un TikTok antes de una fiesta. Eso sí, no tiene mucha iniciativa, puesto que la dominante es, cómo no, Regina George. "Muchos de los movimientos de Karen son literalmente llevados por la gente que se encuentra en uno de los números, en una fiesta. Todas las coreografías están motivadas por quienes son los personajes", confiesa.
6. Rompe las reglas
Pero nada quita que de vez en cuando te puedas saltar lo establecido. Siguiendo la estela de la secuencia citada, habla también de una escena muy concreta en la que se ven las dotes de líder de Regina George. "Queríamos hacer un momento en el que parara el tiempo, sedujera a un personaje para besarle. Y se me ocurrió algo que hacía sentir que ella era la mente detrás de todo y tenía el poder de atraer gente, tanto figurada como literalmente", comenta.
7. Enfréntate a tus miedos
Pese a todo, Hanagami también ha tenido ciertos miedos en la película. Como por ejemplo estar a la altura del baile de Navidad. "Estaba aterrado porque es tan, tan icónico. Pero sabía que lo tenía que actualizar", dice Kyle. El resultado, a falta de ver la película, dice que es "inolvidable, un indigno percance en el escenario que luego es despiadadamente satirizado en redes sociales". Además, también deja muy claro como Hanagami sabe utilizar los movimientos para reflejar las emociones.
8. Encuentra tu adolescente interior
"Me tuve que poner en la mente de una chica de 14 años", dice sobre el baile navideño. La verdad estaba en encontrar algo que una estudiante de esa edad haría para parecer "sexy", tal y como pasa en la conocida escena, referenciando a la película más inesperada: Origen. El título de Christopher Nolan le ha ayudado a "meterse en la mente de otra persona" para dar resultados más realistas.
9. Crea modas, pero no las sigas
TikTok y las redes sociales están muy presentes en la película, aunque Kyle solo se fijo en los 'trends' para reflejarlos en lo que hacían las protagonistas en sus perfiles. Pero no se inspiró en ellos para los bailes: "Cuando empecé a coreografiar, estaba muy lejano a todo. La gente me miraba a mí y a mi estilo de baile con la ceja levantada porque no estaba haciendo lo que era popular. Pero me mantuve fiel a mi instinto, y gracias a las oportunidades y a los artistas con los que he trabajado, mi estilo se volvió popular. Así que no me preocupan las modas. Siento que Chicas Malas ha establecido la suya propia".
10. Haz algo permanente, pero no artificial
Hanagami cree que los artistas brillan más cuando confían los unos en los otros, piensa que Chicas Malas lo atestigua. Además, está orgulloso de haber hecho "una Chicas Malas que se sienta como una película de Chicas Malas"; en la que además se ha respetado mucho a Tina Fey y a la original. En definitiva, es un estado de ánimo, una personalidad. ¿Necesitas más razones para verla?
Chicas Malas se estrena el 12 de enero en cines.
Javier Rodrigo Saavedra
Cine y música. Música y cine. Y más, claro. Me encontrarás en todo tipo de saraos cubriendo todo, desde...