Con Charlie Watts, “El Bombardero de Wembley”, nacieron los Rolling Stones
En 1963, hizo su primer concierto con los Stones ante 200 personas. El último, 56 años después, congregó a más de 65.000
Charlie Watts dijo “sí”. No le apasionaba el rock, pero aceptó. No podían pagarle, y tampoco le importó. Y aunque siempre pensó que “íbamos a durar una semana”, el 9 de enero de 1963, los Rolling Stones daban la bienvenida a su nuevo batería. Ese día nació la que muchos consideran “mejor banda de rock del mundo”. Al menos, así lo piensan ellos.
En 1962, Charlie Watts conoció a los Rolling Stones y los Stones conocieron a Watts. Él trabajaba entonces como diseñador gráfico para una agencia de publicidad - Charles, Hobson & Grey – y le apasionaban el jazz y la batería (había empezado a tocar una de 12 libras que su madre le regaló a los 14 años). Por las noches, se ganaba un sobresueldo manejando las baquetas en Blues Incorporated, el grupo del pionero del blues británico Alexis Korner (por el que ocasionalmente habían pasado Mick Jagger, Keith Richards o Brian Jones). Ambas bandas formaban parte de la misma escena musical y frecuentaban los mismos clubes londinenses de ‘rhythm and blues’.
Aunque en aquella época los Stones no podía permitirse pagar a Watts, querían tenerle en el grupo. “Durante meses 'babeamos' por Charlie”, contaba Keith Richards en Variety. "Empezó a presentarse en los ensayos, que era lo único que hacíamos entonces, ensayar". Finalmente, a pesar de que lo suyo no era el rock, accedió. El 9 de Enero de 1963, Charlie Watts se unió a los Rolling Stones reemplazando a Tony Chapman. Todos los miembros de la banda, según Keith Richards, consideran ese día como el verdadero principio de los Rolling Stones.
Solo tres días después, el 12 de Enero, Watts se estrenó en directo con su nueva banda. Ese primer concierto tuvo lugar en el Ealing Blues Club, con capacidad para 200 personas. La llegada de Charlie Watts era la última pieza del puzzle en el que ya estaban encajados Mick Jagger, Keith Richards, Brian Jones, Bill Wyman y el teclista Ian Stewart. Ese mes de junio del 63, el grupo publicó su primer single, una versión del clásico de Chuck Berry Come on.
Come On ((Original Single Mono Version))
A Charlie no le quedó más remedio que aprender rock y contó con un maestro excepcional. Él mismo lo explicaba en una entrevista con Nights with Alice Cooper: “Keith Richards me enseñó rock and roll. No teníamos nada que hacer en todo el día excepto tocar estos discos una y otra vez. Aprendí a amar a Muddy Waters y a gente así, después de un curso intensivo de tres años. Y Keith me hizo cambiar y me enseñó lo bueno que era Elvis Presley. Hasta entonces, le odiaba”.
A sus 22 años, y teniendo en cuenta sus célebres declaraciones (“Realmente no amo el rock and roll. Amo el jazz”) a Charlie Watts jamás se le habría pasado por la cabeza que su batería se convertiría en la esencia del rock y él en una leyenda. Tampoco se imaginaba que los Stones llegaran donde llegaron ni que se convirtieran en la banda de rock más longeva. "No, en aquella época tú solo durabas el tiempo que el tipo del club, o quien fuera, te contratara. Si no le gustabas, hacías dos conciertos y punto. Así que yo siempre pensaba que íbamos a durar una semana, después una quincena... y de repente 30 años", decía Watts en su entrevista 'Nights with Alice Cooper' de 1993.
No. No fueron solo tres décadas. Charles Robert Watts fue el batería de los Rolling Stone casi el doble de ese tiempo… hasta su fallecimiento por cáncer el 24 de Agosto de 2021, a los 80 años. Si su primer concierto había sido ante 200 personas en un pequeño club londinense, la última actuación de Watts con la banda, el 30 de Agosto de 2019, en el Hard Rock Stadium de Miami, Florida, congregó a más de 65.000 personas. La última canción que en la que sonaron sus baquetas en directo fue (I Can't Get No) Satisfaction.
Last song Charlie played live with The Rolling Stones🥁❤️ Satisfaction - Miami 2019 - multicam video
Aunque no amara el rock, lo que sí adoraba era “tocar rock and roll con los Stones” y su contribución fue un pilar fundamental para la banda. "El Bombardero de Wembley”, como Jagger le presentaba a menudo en los conciertos, no solo destacó por tocar su instrumento magistralmente, también actuó como hombre de paz que relajaba cualquier tensión entre sus compañeros. Nunca faltó a un solo concierto a lo largo de su carrera con el grupo, y junto a Jagger y Richards, fue el único miembro que apareció en cada álbum de la discografía de la banda. Incluso está presente en Hackney diamonds (2023) con las dos canciones finales que grabó junto a sus compañeros antes de fallecer.
Alicia Sánchez
Periodista en busca de historias chulas del pop...