Coque Malla: “Este disco es exactamente eso, una huida de la muerte”

Vida, energía, rabia. Como estas palabras ha definido Coque Malla su nuevo álbum Aunque estemos muertos, durante uno de los Encuentros de EL PAÍS, un evento exclusivo para lectores presentado por Laura Piñero en el Teatro Real de Madrid. “Es posible que tanta retrospectiva me haya puesto mi vida por delante”, reflexiona el antiguo líder de Los Ronaldos.

Puede ser que sus trabajos de los últimos años - entre otros, el documental Jorge. Una travesía de Coque Malla y el espectáculo musical Mi nombre es Coque Malla. Una confesión musical - y el recibimiento del Premio Ondas 2023 a la Trayectoria Musical, hayan supuesto para el artista un punto de partida para la creación de este nuevo álbum en el que se abre en canal. Cómo le acompaña la muerte de sus padres, su paternidad y el miedo al paso del tiempo y a envejecer son algunos de los temas que integran el disco. “Tenía miedo de que la gente lo interpretase como un disco fúnebre”, explica. “La única escapatoria posible a la muerte es la vida. Este disco es exactamente eso, una huida de la muerte”.

Coque Malla explica que este álbum no solo habla de la muerte física, sino que es una metáfora de las cosas que nos hacen felices y nos conforman como personas, pero que en algún momento acaban. “Yo creo que hay experiencias que te pueden hacer colocar tu muerte en un sitio aceptable” pero “no hay religión, filosofía o planteamiento que salve” de experimentarla, reflexiona. A propósito de temas como Bailo con los muertos, explica cómo la escritura automática utilizada en la psicología le ha ayudado a componer algunos de sus temas: “De repente, aparece una frase que no sabes de dónde viene”. Para Coque Malla, el concepto de bailar con los muertos es intentar aceptar, “solo intentar aceptar”, que un día todos nos morimos.

“Me sentí solo, culpable”

—  Sobre la separación de Los Ronaldos

Durante la entrevista, el artista también recordó cómo lidió con la separación de Los Ronaldos, el grupo del que fue líder durante más de diez años y con el que comenzó su carrera musical en 1987. “Me sentí solo, culpable”, confiesa, “no solo desaparece tu grupo, tus amigos, desaparece tu vida”. Sin embargo, con la grabación de su último disco Aunque estemos muertos ha recuperado el “espíritu de banda” que llevaba queriendo conseguir toda la vida, desde la disolución del grupo. “Yo a los músicos los observo mucho y nunca los había visto con ese entusiasmo”, cuenta.

Malla confiesa que su concepto de felicidad también ha cambiado. Mientras que antes buscaba la “intensidad”, cada vez se da más cuenta que la felicidad “tiene que ver más con el relax” y con la ausencia de estrés. A pesar de todo, la llegada de la gira es para él el premio y la realización máxima, una gira que arrancará este 13 de enero en Zaragoza y con la que permanecerá sobre los escenarios hasta finales de marzo.