Especial
Adriá Salas, cantante de La Pegatina, ofrece cápsulas sensibles de ironía millenial en ‘Harakiri en AOVE’
"Puede que incluso me obsesionara un poco", admite sobre el proceso de escritura
Aunque Adrià Salas es licenciado en periodismo, pero es más conocido por su faceta como cantante de La Pegatina, el grupo del que es vocalista desde hace 20 años y con el que ha dado ya más de mil conciertos en 30 países diferentes.
Fue uno de los autores de La venda, la canción que llevó Miki Núñez a Eurovisión 2019. Y como el tema de las canciones se le queda corto, también escribe y publica libros de poesía. En 2020 lanzó Salsa, poemario bilingüe en el que analiza los cambios sociales mientras juega con las palabras.
Ahora llega con Harakiri en AOVE, el cierre de una trilogía que empezó con dos discos: Revancha en Bakú (2019) y Eclipse en Miura(2021). Tres obras que llevan su sello de identidad que se caracteriza por el análisis irónico de las inquietudes sociales actuales a partir de juegos de palabras y reflexiones sintetizadas en aforismos o en cápsulas de sarcasmo millenial.
En estos pequeños textos (en extensión, que no en profundidad) repasa las nuevas formas de querer, de ser hombre, de relacionarse con lo digital, de mirar hacia adentro y también de ver la sexualidad.
Ya en sus manos
Los primeros ejemplares le llegaron a su casa el día de Reyes y compartió un vídeo en el que mostraba toda su alegría. A las librerías llegará el 17 de enero.
“En abril de este año me entró de nuevo el gusanito de la poesía. Algo tendría que ver que me hubieran invitado al FIP de Granada a finales de aquel mes. Y volví a escribir.✍️”, compartía en redes sociales a finales del pasado año.
“Me gusta escribir porque es solamente para mí, porque no tengo que pensar en melodías coreables, porque no tengo que imaginar al público botando y porque se abre otro canal por el cual entenderse a uno mismo. 🌻”, expresaba sobre la diferencia entre escribir estos poemas y hacer canciones.
El proceso
Cuando volvió de Granada contactó con su editora. “La única condición es que el poemario tiene que salir en enero de 2024".⏳”, explicaba. Y así ha sido.
“En mayo ya estaba inmerso en los textos. Solo quería tener tiempo para sentarme frente al ordenador y ahondar en mi ser para sacar a relucir ideas hasta ahora sin revelar. Puede que incluso me obsesionara un poco, porque cuando algo me gusta, me vuelco y voy a por todas.🧭”, contaba sobre el proceso.
Este tipo de escritura es toda una experiencia que va más allá de lo profesional: “El proceso creativo ha venido acompañado de otro proceso vital igual de iluminador y que sigue en marcha. Llevo tiempo buscando un equilibrio y cada día ando más cerca. 🍿”, reconocía.
Es consciente de que lo que escribe para La Pegatina es una “parte pequeña de lo que sé hacer, una parte que se ha hecho grande y se ha comido a las demás. Un divertimento maravilloso al que aún le queda mucho por explorar.🎉 Esto es otra cosa. Otra pequeña parte a la que quiero alimentar los próximos años y ver hacia dónde me lleva.🌀”.
Ahora le toca presentarlo y dejarlo volar.
Cristina Zavala
Periodista enamorada de todo el entretenimiento. Enganchada a la tele, los libros, los últimos lanzamientos...