Jo Nesbø, el maestro del thriller moderno se adentra en el terror con ‘La casa de la noche’

Los años 80 siempre han dado mucho juego y han gustado mucho, no hay más que ver el éxito de Stranger Things. Pues bien, ahora tenemos una nueva historia ambientada en esa década y con tintes de terror. Jo Nesbø, uno de los maestros del thriller moderno, se adentra en el terror en su última novela.

“El deseo de escribir una novela de terror siempre me había acompañado y un día finalmente me decidí a ponerme manos a la obra. Ya de niño los otros chavales me señalaban cuando nos poníamos a explicarnos historias de fantasmas. Más adelante descubrí que si me escogían era porque percibían el miedo en mi voz al relatarles una historia. Ese ‘efecto de sonido’ les parecía estimulante. Por lo tanto, creo que ya de forma muy temprana utilizaba mis miedos a modo de combustible narrativo”, asegura el autor.

El abusón

En esta ocasión nos sumerge en la frágil mente de un hombre con una juventud atormentada. Tras la muerte de sus padres en un trágico incendio, Richard Elauved tiene que mudarse a vivir con sus tíos a una remota localidad donde se convierte en uno de los marginados del instituto y empieza a actuar como un abusón.

“Hoy en día las historias suelen explicarse desde el punto de vista de las personas que sufren abusos. Yo quise adoptar la perspectiva del abusador, categoría en la que Richard entra sin ninguna duda. Resulta interesante tener un personaje al que los lectores probablemente van a odiar durante las primeras diez páginas para luego intentar convencerse de que existen motivos para que se comporte así. Cuando a uno lo fuerzan a empatizar con alguien que le desagrada es como... escoger una banda de música que a nadie más le gusta. Esto provoca que aún te sientas más cerca de ella, que necesites defenderla frente a una mayoría de personas que no la entienden. Y Richard, en esta novela, es el tipo de amigo en cuya defensa has de salir cuando el resto de tus amigos se ponen a criticarlo”, explica sobre su nuevo protagonista.

Por si fuera poco, cuando desaparece uno de sus compañeros muchos le señalan como posible culpable porque le consideran el raro, retraído, irritable y taciturno chaval recién llegado. Él vio lo que realmente pasó, pero nadie le cree, salvo Karen, otra compañera que le incita a seguir investigando.

Casa abandonada

Como en muchas obras de terror, hay una antigua casa señorial abandonada desde donde un hombre le observa desde la ventana. ¿Ya empiezas a sentir el miedo?

“En los viajes por carretera que hacía con mi familia durante los veranos siempre me gustaba quedarme absorto mirando por la ventana y lo que más me fascinaban eran las casas abandonadas o que de algún modo resultaban inquietantes. Algunas casas simplemente poseen un aura que te empuja de inmediato a imaginar cosas terribles ocurriendo en su interior. Lo mismo pasa si deambulas por el interior de una casa abandonada, indefectiblemente te vienen ideas espeluznantes a la cabeza. Un sofá roto. Un dibujo infantil colgando de una pared. Restos de cubertería en los cajones. Elementos así propulsan la imaginación de un niño”, relata Nesbø.

Muchas emociones fuertes a través de un personaje traumatizado que pondrá a prueba nuestra credulidad. Ya está trabajando en el guion para la adaptación cinematográfica de esta nueva historia.

Buenas críticas

Las primeras críticas ya le han comparado con H. P. Lovecraft y la señalan como una historia fascinante, irresistible y adictiva que te tendrá enganchado a la lectura más compleja que una simple historia de terror.

“Yo soy el más grande escritor vivo de género negro. Jo Nesbø es un tipo que me está pisando los talones como un pitbull rabioso, preparado para hacerse con el poder tan pronto yo le anteceda dramáticamente en la muerte”, aseguraba James Ellroy.

Si hasta el momento ha vendido más de 50 millones de ejemplares de sus novelas y se ha convertido, para muchos, en el mejor autor de novela policíaca de Noruega y referente de la última gran hornada de autores del género negro escandinavo, es por algo.