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Bad Gyal desvela el momento más tenso en el estudio de grabación: “Nunca me habían apuntado con un arma a la cabeza”
Además, desvela cuáles fueron sus profesiones antes de dedicarse de pleno a la música
Bad Gyal acaba de lanzar La joia, un disco en el que ha estado trabajando dos años y del que ha ido a hablar a El Hormiguero donde ha desvelado momentos muy surrealistas que ha vivido en los últimos tiempos.
En el proceso de creación de este nuevo disco no le han faltado anécdotas, como una en el estudio de Miami donde decidió reunir allí a un gran productor del hip hop con otro gran productor del reguetón más pionero. Estaba ella sola con los dos productores y el ingeniero de sonido cuando entraron a punta de metralleta varios policías.
“Para mí fue muy impactante porque obviamente he ido a Estados Unidos y he visto armas, pero nunca me habían apuntado con un arma a la cabeza. Cuando vieron que había una mujer, ya no me apuntaron a mí y apuntaron a los otros”, relataba. Les cachearon y se dieron cuenta de que eran agentes de homicidios. Nunca supo qué fue lo que estaban investigando.
“A mí con lo que me gustan las historias de crímenes…”, reconocía, “tenemos algún problema dentro”. Un gusto por las historias de crímenes que cada vez comparte con más gente. Y es que esto del true crime se ha convertido en todo un fenómeno de masas.
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“Hay que mandar a un psicólogo o psiquiatra para que analice por qué nos gustan tanto las historias de crímenes. Creo que como cada uno tenemos nuestras movidas, preferimos escuchar otras desgracias que te dan chicha”, reflexionaba. Además, confesaba que a ella le gusta mucho la parte científica de estos casos.
Otras profesiones
No le ha dado por estudiar criminología, lo suyo es la música, aunque hubo un tiempo en que era el pan. Siendo ya Bad Gyal trabajaba en una panadería con su gorrito con vistas a la calle.
“Yo agradezco todos los trabajos que tuve antes de dedicarme a la música, al final, era mala en todos. Yo creo que mis jefes no estaban muy satisfechos conmigo como empleada, pero me ha servido”, admitía.
“No era para mí, ¿no me ves lo diva que soy?”, respondía a Motos cuando le preguntaba por qué se le daban tan mal. La excusa es que era muy joven. “De los 15 a los 19, ¿cómo está uno? Está despistao’”, se justificaba. Trabajaba en la panadería porque quería pagarse una universidad privada para estudiar moda.
No fue su único trabajo, además de trabajar como panadera lo hizo de camarera, cuidadora de niños o telefonista en un call center. Cuando la despidieron de este último trabajo su madre, que es la que lleva sus cuentas, le dijo que estuviera tranquila porque la música estaba yendo bien.
Y sí, ya puede vivir exclusivamente de la música, y muy bien, además, que para muchos es 'la jefa'.
Cristina Zavala
Periodista enamorada de todo el entretenimiento....